Desde Durango, México.-

Honor a enfermeras entregadas a su misión 

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Desde niñas, Sonia y Dora soñaban con ser enfermeras. Ahora tienen 28 y 27 años, respectivamente, cuidando pacientes en la Clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Y jamás se han arrepentido de haber escogido esta profesión.

Este seis de enero se celebra el Día de la Enfermera, y Sonia Fernández Flores y Dora Sarmiento Sánchez tienen mucho qué festejar.

Sonia Fernández Flores tenía 17 años cuando comenzó a trabajar como enfermera en el IMSS. Desde niña soñaba con tener esta profesión, incluso jugaba a inyectar a sus muñecas.

"Mis tías eran enfermeras y me gustaba cómo se veían con su uniforme blanco. Admiraba su disposición para tratar bien al paciente y ayudar a las personas postradas en una cama, pues muchas veces también necesitan un aliciente o a alguien que lo escuche", comenta Sonia.

Es por eso que en ocasiones le da tristeza cuando la gente habla mal de las enfermeras: "tengo 28 años trabajando en esta profesión y he recorrido muchas clínicas como la 16, la 18, y la 71, y en todos lados me he encontrado con pacientes agradecidos, y es muy lamentable que siempre se den a conocer sólo las cosas malas".

Cada "gracias" de un paciente para Sonia significa que está haciendo bien las cosas, "tratamos de darles siempre una atención integral, es decir, espiritual, moral, física y terapéutica".

En 28 años de trabajo, Sonia nunca se ha equivocado y por eso le da siempre gracias a Dios, pues sabe que la vida de un paciente no sólo depende de los doctores sino también de las enfermeras.

Pasión por su trabajo

No hay un sólo día en que Dora Sarmiento Sánchez se arrepienta de ser enfermera.

Desde hace 27 años trabaja en el IMSS, y desde entonces jamás ha pasado una Navidad o un Año Nuevo con su familia, y todo por cuidar a sus pacientes.

"Mis hijos a veces me reclaman que nunca he estado con ellos en esas fechas, pero mi trabajo es una gran responsabilidad y además me gusta estar aquí para cuidar a mis pacientes", comenta.

Dora, al igual que Sonia, lamenta que la gente tenga una mala opinión de las enfermeras.

"Siempre damos nuestro mejor esfuerzo para sacar adelante a nuestros pacientes; tratamos de hacerlos sentir como en casa; no es verdad que nos acostumbramos a verlos morir", comentan Dora y Sonia.