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Las operaciones de socorro se aceleran este lunes en Haití, donde 280 centros de acogida se preparan a responder a la desesperación de las víctimas, seis días después del violento sismo que hasta ahora dejó confirmados más de 70.000 muertos.
Frente al caos que continúa viviendo el país, el gobierno haitiano decretó este domingo el estado de emergencia y anunció un duelo nacional de 30 días, mientras las banderas ondeaban a media asta en los edificios oficiales.
El terremoto dejó hasta hoy al menos 250.000 heridos y un millón y medio de personas sin hogar, mientras que unos 70.000 cadáveres fueron enterrados en fosas comunes.
Con el pasar de las horas, las proyecciones sobre un balance de las muertes aumentan por decenas de miles y el comandante general estadounidense a cargo de la operación de asistencia en Haití advirtió que el saldo podría ser mayor a 200.000 muertos.
El olor nauseabundo de los cadáveres quemados inunda cada rincón de los barrios pobres de Puerto Príncipe; miles de personas quedaron absolutamente sin nada y el predio de enfrente al Palacio Presidencial se transformó en un asentamiento donde se encuentran acampando alrededor de 50.000 personas que perdieron sus hogares.
Frente al desborde de los centros hospitalarios de Haití, y también los situados en la frontera con República Dominicana, fuentes gubernamentales anunciaron que a partir de este lunes está prevista la apertura de unos 280 centros de urgencia para distribuir ayuda humanitaria y albergar a las víctimas que quedaron sin techo.
Estos centros podrán acoger a aproximadamente 500 personas y estarán instalados en las plazas públicas, en los patios de las escuelas, en las iglesias, en la capital y en seis ciudades de sus alrededores.
Asimismo, la Cruz Roja dominicana montará este lunes un hospital de campaña al oeste, cercano a la frontera.
Los recursos tales como agua y alimentos se concentran en la capital, mientras que la situación se vuelve aún más complicada en las zonas rurales.
Un reporte de CNN ilustra la situación en el pueblo de Leogan, al oeste de Puerto Príncipe, donde un grupo de enfermeros hace lo imposible por atender a las víctimas de la catástrofe, enfrentándose a la carencia de equipamientos médicos.
“Ha sido un día muy largo en una clínica de emergencia, de hecho realmente es una escuela de entrenamiento de enfermeras. Un grupo de enfermeros estaban en sus clases en el momento del temblor y en seguida salieron para poner sus conocimientos en práctica. Durante los cincos días desde el temblor los enfermeros y las enfermeras haitianos dicen que han tratado 5.000 pacientes y no hay suministros médicos necesarios para atender a los pacientes y están inventando lo que pueden. No hay camillas, no hay ambulancias y los pacientes están dependiendo de sus parientes para traerlos o en brazos o en algunas ocasiones en puertas rotas o en colochones que han podido rescatar de lo que quedaba en sus casas”, se informó en el reporte.
Ante la situación desesperada que vive Puerto Príncipe, la violencia se ha generalizado; los tiroteos y actos de vandalismo constantes dificultan cada vez más la labor de las organizaciones humanitarias, y quienes llegan con recursos de auxilio se encuentran a la espera de los al menos 10.000 soldados norteamericanos, que ayuden a controlar esta situación.
En la calle decenas de personas cargadas con maletas buscan el modo de salir de la ciudad, no sólo para huir del hambre sino también del clima de guerra que comienza a vivirse en Puerto Príncipe; mientras que otras continúan buscando entre las ruinas a sus familiares desaparecidos, o en ocasiones, escombros para poder reconstruir sus casas.
A pesar de que trata de acelerarse la ayuda internacional, las víctimas afectadas por el sismo sienten que “no es suficiente”, mientras las Naciones Unidas piden “paciencia” a los damnificados, para evitar el incremento de las acciones violentas.
Por otra parte La Unión Europea prevé destinar una ayuda de 200 millones de euros a la reconstrucción de Haití
Los ministros europeos de Desarrollo se reunieron hoy en Bruselas con el fin de aprobar una nueva contribución financiera y estudiar los medios de mejorar la llegada de la ayuda humanitaria a la población haitiana.
El terremoto dejó hasta hoy al menos 250.000 heridos y un millón y medio de personas sin hogar, mientras que unos 70.000 cadáveres fueron enterrados en fosas comunes.
Con el pasar de las horas, las proyecciones sobre un balance de las muertes aumentan por decenas de miles y el comandante general estadounidense a cargo de la operación de asistencia en Haití advirtió que el saldo podría ser mayor a 200.000 muertos.
El olor nauseabundo de los cadáveres quemados inunda cada rincón de los barrios pobres de Puerto Príncipe; miles de personas quedaron absolutamente sin nada y el predio de enfrente al Palacio Presidencial se transformó en un asentamiento donde se encuentran acampando alrededor de 50.000 personas que perdieron sus hogares.
Frente al desborde de los centros hospitalarios de Haití, y también los situados en la frontera con República Dominicana, fuentes gubernamentales anunciaron que a partir de este lunes está prevista la apertura de unos 280 centros de urgencia para distribuir ayuda humanitaria y albergar a las víctimas que quedaron sin techo.
Estos centros podrán acoger a aproximadamente 500 personas y estarán instalados en las plazas públicas, en los patios de las escuelas, en las iglesias, en la capital y en seis ciudades de sus alrededores.
Asimismo, la Cruz Roja dominicana montará este lunes un hospital de campaña al oeste, cercano a la frontera.
Los recursos tales como agua y alimentos se concentran en la capital, mientras que la situación se vuelve aún más complicada en las zonas rurales.
Un reporte de CNN ilustra la situación en el pueblo de Leogan, al oeste de Puerto Príncipe, donde un grupo de enfermeros hace lo imposible por atender a las víctimas de la catástrofe, enfrentándose a la carencia de equipamientos médicos.
“Ha sido un día muy largo en una clínica de emergencia, de hecho realmente es una escuela de entrenamiento de enfermeras. Un grupo de enfermeros estaban en sus clases en el momento del temblor y en seguida salieron para poner sus conocimientos en práctica. Durante los cincos días desde el temblor los enfermeros y las enfermeras haitianos dicen que han tratado 5.000 pacientes y no hay suministros médicos necesarios para atender a los pacientes y están inventando lo que pueden. No hay camillas, no hay ambulancias y los pacientes están dependiendo de sus parientes para traerlos o en brazos o en algunas ocasiones en puertas rotas o en colochones que han podido rescatar de lo que quedaba en sus casas”, se informó en el reporte.
Ante la situación desesperada que vive Puerto Príncipe, la violencia se ha generalizado; los tiroteos y actos de vandalismo constantes dificultan cada vez más la labor de las organizaciones humanitarias, y quienes llegan con recursos de auxilio se encuentran a la espera de los al menos 10.000 soldados norteamericanos, que ayuden a controlar esta situación.
En la calle decenas de personas cargadas con maletas buscan el modo de salir de la ciudad, no sólo para huir del hambre sino también del clima de guerra que comienza a vivirse en Puerto Príncipe; mientras que otras continúan buscando entre las ruinas a sus familiares desaparecidos, o en ocasiones, escombros para poder reconstruir sus casas.
A pesar de que trata de acelerarse la ayuda internacional, las víctimas afectadas por el sismo sienten que “no es suficiente”, mientras las Naciones Unidas piden “paciencia” a los damnificados, para evitar el incremento de las acciones violentas.
Por otra parte La Unión Europea prevé destinar una ayuda de 200 millones de euros a la reconstrucción de Haití
Los ministros europeos de Desarrollo se reunieron hoy en Bruselas con el fin de aprobar una nueva contribución financiera y estudiar los medios de mejorar la llegada de la ayuda humanitaria a la población haitiana.
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