20 abr 2010

Nurse Jackie.-

El terror de los médicos
http://www.lavanguardia.es/gente-y-tv/noticias/20100419/53911132757/el-terror-de-los-medicos.html
La serie Nurse Jackie critica con dureza el sistema sanitario norteamericano e inyecta una dosis de realismo a un género que muy a menudo se centra en el espectáculo y en el médico-héroe y se aleja del paciente
Olvídense del hospital espectacular y equipado con alta tecnología que aparece en series como Urgencias o Anatomía de Grey. Olviden a los eficaces doctores capaces de hacer un diagnóstico de un vistazo, olviden esos pasillos brillantes, limpios y bien iluminados. Olviden las palabras amables y las sonrisas. Aquí el hospital es un laberinto de túneles estrechos, sucios y descuidados, llenos de penumbra y con luces que no funcionan, ascensores que huelen mal y salas de espera inhóspitas presididas por los gemidos de los pacientes. En Nurse Jackie el género médico no es una excusa para explicar historias heroicas de doctores que salvan vidas, ni tampoco un mero vehículo para relatar los líos amorosos de médicos y residentes. Esta serie se centra en el hospital y en la vida que hay entre sus paredes, y esto es precisamente lo que la convierte en una ficción médica distinta a todas las demás, pues no elimina toda esa realidad que las demás intentan pasar por alto: que los pacientes sufren, que muchos esperan la muerte y que es un lugar que rezuma dolor y desesperanza.

El tono general de la serie, eso sí, es humorístico –el tipo de humor negrísimo que tanto se estila en Showtime– y consigue arrancarnos sonrisas en las dosis justas para que la realidad que nos está contando no nos resulte demasiado cruda. Combina la dureza con el sarcasmo, pero el humor siempre parte de la desesperanza, la bilis, de los golpes que da la vida. La combinación, que recuerda a la brillante Breaking Bad, da como resultado una serie cruda, pero al mismo tiempo cómica, que adopta la mirada del paciente en vez de tener al médico como protagonista. "Si estás estirado sobre una camilla es porque estás viviendo el peor día de tu vida", explica Edie Falco, protagonista y alma mater de la serie. Por eso no hay grandes ventanales, sino salas de espera inhóspitas, miradas perdidas e imágenes religiosas colgando de las paredes. Porque esa Dios a quien, según los argumentos de Jackie, deberás acudir si quieres salir de ésta con vida.

Una visión cruel de la sanidad
Esta enfermera hace un retrato duro y despiadado del sistema sanitario norteamericano que es la espina dorsal de la serie. Lo describe como un organismo incompetente, deshumanizado y ahogado por la burocracia, en el que visitar a un médico implica rellenar formularios y hacer largas colas para ser atendido, además de pagar un dineral que no todo el mundo se puede permitir. Jackie habla de la desigualdad entre pacientes, reclama una sanidad justa para todos y señala especialmente a los doctores, individuos muy a menudo ineficaces, ególatras, de trato frío y con una enorme ceguera ética.

Si The Wire nos descubrió que el policía puede ser un tipo gris, hundido en una vida rutinaria y que jamás en su vida ha apretado el gatillo,  Nurse Jackie nos descubre que ser médico no implica ser un genio del diagnóstico, ni querer ayudar a los demás, ni haber salvado vidas a troche y moche. De hecho, los doctores que aparecen en esta serie son indiferentes al sufrimiento del paciente. E incluso cuando éste se les queda a mitad de una operación, o cuando cometen errores de diagnóstico que lo llevan a fallecer, su indiferencia es total. Simplemente, niegan en su conciencia haber formado parte de ello.

Carácter insurgente
Sólo la enfermera Jackie es sensible a la tristeza y al dolor humano que se vive en el hospital. Su personaje, encarnado por una excepcional Edie Falco (mamá Soprano), se dedica en cuerpo y alma a resolver las injusticias que se cometen contra los pacientes. Allí donde hay un enfermo indefenso, aparece Jackie dispuesta a engañar, mentir, falsificar o robar a los médicos para hacer justicia. Conocedor de los defectos del sistema sanitario norteamericano, el personaje intenta subsanar los errores del hospital por su cuenta, aunque para ello tenga que saltarse las reglas o las jerarquías.

Precisamente ese carácter insurgente suyo ha llevado a la crítica a compararla con el doctor House. Al fin y al cabo, ambos personajes llevan bata blanca, son bordes con todo el mundo, están enganchados a los calmantes y nos hacen reír con su ironía. Pero aquí se acaban todas las comparaciones, pues mientras House vive centrado en los diagnósticos y considera a los pacientes un estorbo, Jackie vive centrada a los pacientes y considera a los doctores como un obstáculo para hacer bien su trabajo.

Sin embargo, la enfermera no es un ángel caído del cielo.A medida que avance la serie, que acaba de ser estrenada en Calle 13, el espectador descubrirá que Jackie tiene también tiene un lado oscuro. Precisamente el equilibrio entre la maldad –que mantiene en su vida privada– y la bondad –que muestra en el trabajo– es la clave de un personaje que en Estados Unidos se convirtió en un éxito veraniego inesperado para el canal Showtime, que acaba de estrenar su segunda temporada.

Acusada de apoyar a Obama

El retrato que Nurse Jackie ofrece de un sistema sanitario corrupto, ahogado por la burocracia y que pone el talonario por delante de los enfermos ha suscitado un largo número de críticas que acusan a la serie de apoyar las tesis de Barack Obama. Viendo la serie, dicen, uno se convence de la necesidad de acoger la cobertura global propuesta por el presidente. Si a eso le añadimos que Edie Falco participó en la campaña de Obama en su camino a la Casa Blanca es fácil entender el recelo que ha despertado entre los estadounidenses la serie, que ha conseguido dividir a la opinión pública.

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