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El ministro de Salud había asistido a la apertura de un curso de capacitación para enfermeras organizado por ATSA, pero fue sorprendido por la presencia de los profesionales de la salud, quienes demandaron ser recibidos por el funcionario. Sin embargo, Yedlin junto a sus colaboradores prefirió salir custodiado por los escuadrones de la montada e infantería. En repudio por este nuevo desplante, los médicos armaron una carpa en la plaza Independencia.
El conflicto de la salud con el Gobierno provincial, escribió ayer otra lamentable e innecesaria página negra. La presencia de un centenar de manifestantes del Hospital Padilla que llegó hasta las puertas del Jockey Club de Tucumán, para poder hablar con el ministro de Salud, Pablo Yedlin, derivó en nuevos incidentes cuando la policía cubrió con palos y caballos la rauda y peligrosa salida del funcionario, a bordo de una combi, mientras una camioneta 4x4 en marcha atrás, abría el camino por calle San Martín en dirección a la Casa de Gobierno.
De este modo, evitó cualquier contacto con los autoconvocados, quienes querían escuchar de su boca las razones por las cuales había cesanteado al cirujano del Hospital Centro de Salud, Carim Asus, el miércoles pasado. Pero luego de prometer que los recibiría en su despacho, el ministro subió a la combi junto a sus colaboradores, y con un fuerte cordón policial armado con efectivos de la policía montada e infantería, logró llegar hasta Casa de Gobierno. Allí, esperaron en vano los médicos, porque una vez más, Yedlin cambió de idea. "Se hizo el ofendido y nos mandó a decir que ahora no nos recibiría", dijo uno de los referentes de los autoconvocados. La actitud del funcionario provocó el fastidio de la gente, que inmediatamente resolvieron levantar una carpa, a la que denominaron del "luto", para acampar hasta ser recibidos por alguna autoridad del Gobierno.
A viva voz, con megáfono en manos, los doctores Julián Nassif y Jorge Ramacciotti, desde la calle y frente a las puertas del Jockey Club de Tucumán, pedían ser recibidos por el ministro Yedlin. El que había llegado al lugar, cerca de las 9.30, para asistir a la apertura de cursos de capacitación para enfermeras organizados por el sindicato. La columna de autoconvocados de alrededor 200 personas, resistió los palos y empujones de la fuerza de seguridad, que cubrió la salida del funcionario a bordo de una combi.
A partir de ese momento, nadie podía precisar donde estaba Yedlin. Mientras su vocero de prensa admitía que estaba en Garmendia, los oficiales de la policía aseguraban que estaba en su despacho. Sin embargo, la espera de los médicos, como ocurrió el miércoles, fue en vano. Nadie de Casa de Gobierno dio la cara.
A esa misma hora, el gobernador José Jorge Alperovich estaba en la dirección de Catastro de la Provincia. Quienes lo acompañaban admitieron que cuando conoció lo que estaba pasando tuvo palabras irreproducibles. No se sabe contra quien, si hacia el ministro o los servicios de seguridad, que no supieron evitar este nuevo incidente. El segundo en dos días consecutivos.
Hoy, la protesta continuó en todos los hospitales. La modalidad sigue siendo el quite de colaboración y a las 20 horas, está prevista una marcha a la plaza Independencia.
El ministro de Salud había asistido a la apertura de un curso de capacitación para enfermeras organizado por ATSA, pero fue sorprendido por la presencia de los profesionales de la salud, quienes demandaron ser recibidos por el funcionario. Sin embargo, Yedlin junto a sus colaboradores prefirió salir custodiado por los escuadrones de la montada e infantería. En repudio por este nuevo desplante, los médicos armaron una carpa en la plaza Independencia.
El conflicto de la salud con el Gobierno provincial, escribió ayer otra lamentable e innecesaria página negra. La presencia de un centenar de manifestantes del Hospital Padilla que llegó hasta las puertas del Jockey Club de Tucumán, para poder hablar con el ministro de Salud, Pablo Yedlin, derivó en nuevos incidentes cuando la policía cubrió con palos y caballos la rauda y peligrosa salida del funcionario, a bordo de una combi, mientras una camioneta 4x4 en marcha atrás, abría el camino por calle San Martín en dirección a la Casa de Gobierno.
De este modo, evitó cualquier contacto con los autoconvocados, quienes querían escuchar de su boca las razones por las cuales había cesanteado al cirujano del Hospital Centro de Salud, Carim Asus, el miércoles pasado. Pero luego de prometer que los recibiría en su despacho, el ministro subió a la combi junto a sus colaboradores, y con un fuerte cordón policial armado con efectivos de la policía montada e infantería, logró llegar hasta Casa de Gobierno. Allí, esperaron en vano los médicos, porque una vez más, Yedlin cambió de idea. "Se hizo el ofendido y nos mandó a decir que ahora no nos recibiría", dijo uno de los referentes de los autoconvocados. La actitud del funcionario provocó el fastidio de la gente, que inmediatamente resolvieron levantar una carpa, a la que denominaron del "luto", para acampar hasta ser recibidos por alguna autoridad del Gobierno.
A viva voz, con megáfono en manos, los doctores Julián Nassif y Jorge Ramacciotti, desde la calle y frente a las puertas del Jockey Club de Tucumán, pedían ser recibidos por el ministro Yedlin. El que había llegado al lugar, cerca de las 9.30, para asistir a la apertura de cursos de capacitación para enfermeras organizados por el sindicato. La columna de autoconvocados de alrededor 200 personas, resistió los palos y empujones de la fuerza de seguridad, que cubrió la salida del funcionario a bordo de una combi.
A partir de ese momento, nadie podía precisar donde estaba Yedlin. Mientras su vocero de prensa admitía que estaba en Garmendia, los oficiales de la policía aseguraban que estaba en su despacho. Sin embargo, la espera de los médicos, como ocurrió el miércoles, fue en vano. Nadie de Casa de Gobierno dio la cara.
A esa misma hora, el gobernador José Jorge Alperovich estaba en la dirección de Catastro de la Provincia. Quienes lo acompañaban admitieron que cuando conoció lo que estaba pasando tuvo palabras irreproducibles. No se sabe contra quien, si hacia el ministro o los servicios de seguridad, que no supieron evitar este nuevo incidente. El segundo en dos días consecutivos.
Hoy, la protesta continuó en todos los hospitales. La modalidad sigue siendo el quite de colaboración y a las 20 horas, está prevista una marcha a la plaza Independencia.
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