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La mujer que tenía a su cargo los ancianos declaró ante la Justicia y negó que se haya dormido. Dijo que vio humo bajo la cama de un abuelo y lo atribuyó a un cortocircuito de un aparato.
Como se informó en la edición de ayer de La Voz del Interior , la hipótesis preliminar apunta a que las llamas se habrían iniciado por una presunta fuga de gas en la cañería que alimenta a un calefactor tiro balanceado. El fuego se habría desarrollado tras tomar contacto con una frazada de uno de los abuelos o con una cortina. La habitación tenía material muy combustible. En esa pieza murieron tres hombres. Las otras víctimas fatales fueron mujeres, que dormían en otros cuartos.
El geriátrico La Petite Residence tenía la habilitación de Bomberos vencida y se encontraba en trámite una nueva.
La pesquisa está, por ahora, en manos del fiscal Víctor Chiapero, quien recibió parte de la pericia de Bomberos en la que se apunta a ese calefactor, el cual fue enviado a Policía Judicial para más exámenes.
No hay imputados. El lunes, la causa pasará a manos de la fiscal Liliana Copello.
En la investigación se especula que la enfermera se habría quedado dormida, dado que se encontró un sillón con una frazada y una almohada en el hall de ingreso al inmueble.
Testigo del horror. Según fuentes de la causa, la empleada del geriátrico negó haberse dormido. Dijo que a las 4 de la madrugada hizo una ronda por las piezas y asistió a los ancianos, tapándolos, dándolos vuelta y verificando sueros.
La noche estaba helada. Quirós enfatizó que comprobó que el calefactor estaba apagado en la pieza del fondo. Indicó que se fue al comedor, donde podía ver varias habitaciones y que a las 4.40 observó “una neblina” en el cuarto de los hombres. Al acercarse, divisó humo debajo de una cama (al lado estaba el calefactor) y lo atribuyó a una posible falla del motor eléctrico del colchón inflable o bien a la conexión con el tomacorriente.
Quirós sostuvo que corrió el colchón y vio una llamarada. Aclaró que uno de los abuelos se despertó y comenzó a gritar, y que ella trató de salvar a todos, luego de lo cual corrió a pedir ayuda. El incendio se propagó en pocos segundos.
¿Entonces? La tesis del calefactor, basada en la pericia oficial, por ahora no se descarta.
Su declaración en la UJ 19 no fue fácil. En varios tramos, se quebró en ataques de llanto.
La duda de los investigadores es: si hubo un cortocircuito, ¿por qué no se cortó la luz del inmueble? Al parecer, la inspección de la casa comprobó que el tomacorriente no saltó. ¿Puede haber habido una conexión de luz clandestina? Ya fue chequeado. Ya fue descartado.
Habla el dueño. Gabriel Nicola, dueño del geriátrico, dijo que no sale de la conmoción y que no sabe cómo se inició todo. “El calefactor no tenía fallas, me lo volvieron a decir los técnicos de gas. También me dijeron que todo puede haber sido por una falla eléctrica. Ha sido un accidente”, dijo.
Comentó que el calefactor bajo sospecha despedía, a comienzos de invierno, “un olor similar al de la quema de pelusa” y que llamó a gasistas para limpiarlo. Nicola remarcó que la enfermera trabajaba “muy bien” y que por eso la había pasado a la noche. “Demostró conocimientos y práctica”, dijo.
En declaraciones a la prensa, Nicola mencionó que para la última habilitación de Bomberos lo ayudó a “acelerar el trámite” el jefe de Defensa Civil de la Provincia, Gustavo Caranta (cuyo padre murió en el incendio). “Me ayudó a hablar con una persona en Bomberos para acelerar la burocracia de los trámites. Todo fue presentado en tiempo y forma”, remarcó.
La habilitación había acabado, según Nicola, hace más de un mes y no se la renovaban.
La mujer que tenía a su cargo los ancianos declaró ante la Justicia y negó que se haya dormido. Dijo que vio humo bajo la cama de un abuelo y lo atribuyó a un cortocircuito de un aparato.
A pericias. Éste es el calefactor de tiro balanceado que estaba en la pieza donde se originó el drama, que es llevado en un patrullero del CAP (Raimundo Viñuelas / La Voz).
Noemí Quirós (50), la enfermera que tenía a su cargo los 13 residentes del geriátrico que se incendió el miércoles en el Cerro de las Rosas, donde murieron seis personas y otras más resultaron afectadas, negó que se haya quedado dormida y dijo que el calefactor de la pieza donde se inició el fuego estaba apagado. Estas declaraciones fueron formuladas por la mujer en la Unidad Judicial 19.Como se informó en la edición de ayer de La Voz del Interior , la hipótesis preliminar apunta a que las llamas se habrían iniciado por una presunta fuga de gas en la cañería que alimenta a un calefactor tiro balanceado. El fuego se habría desarrollado tras tomar contacto con una frazada de uno de los abuelos o con una cortina. La habitación tenía material muy combustible. En esa pieza murieron tres hombres. Las otras víctimas fatales fueron mujeres, que dormían en otros cuartos.
El geriátrico La Petite Residence tenía la habilitación de Bomberos vencida y se encontraba en trámite una nueva.
La pesquisa está, por ahora, en manos del fiscal Víctor Chiapero, quien recibió parte de la pericia de Bomberos en la que se apunta a ese calefactor, el cual fue enviado a Policía Judicial para más exámenes.
No hay imputados. El lunes, la causa pasará a manos de la fiscal Liliana Copello.
En la investigación se especula que la enfermera se habría quedado dormida, dado que se encontró un sillón con una frazada y una almohada en el hall de ingreso al inmueble.
Testigo del horror. Según fuentes de la causa, la empleada del geriátrico negó haberse dormido. Dijo que a las 4 de la madrugada hizo una ronda por las piezas y asistió a los ancianos, tapándolos, dándolos vuelta y verificando sueros.
La noche estaba helada. Quirós enfatizó que comprobó que el calefactor estaba apagado en la pieza del fondo. Indicó que se fue al comedor, donde podía ver varias habitaciones y que a las 4.40 observó “una neblina” en el cuarto de los hombres. Al acercarse, divisó humo debajo de una cama (al lado estaba el calefactor) y lo atribuyó a una posible falla del motor eléctrico del colchón inflable o bien a la conexión con el tomacorriente.
Quirós sostuvo que corrió el colchón y vio una llamarada. Aclaró que uno de los abuelos se despertó y comenzó a gritar, y que ella trató de salvar a todos, luego de lo cual corrió a pedir ayuda. El incendio se propagó en pocos segundos.
¿Entonces? La tesis del calefactor, basada en la pericia oficial, por ahora no se descarta.
Su declaración en la UJ 19 no fue fácil. En varios tramos, se quebró en ataques de llanto.
La duda de los investigadores es: si hubo un cortocircuito, ¿por qué no se cortó la luz del inmueble? Al parecer, la inspección de la casa comprobó que el tomacorriente no saltó. ¿Puede haber habido una conexión de luz clandestina? Ya fue chequeado. Ya fue descartado.
Habla el dueño. Gabriel Nicola, dueño del geriátrico, dijo que no sale de la conmoción y que no sabe cómo se inició todo. “El calefactor no tenía fallas, me lo volvieron a decir los técnicos de gas. También me dijeron que todo puede haber sido por una falla eléctrica. Ha sido un accidente”, dijo.
Comentó que el calefactor bajo sospecha despedía, a comienzos de invierno, “un olor similar al de la quema de pelusa” y que llamó a gasistas para limpiarlo. Nicola remarcó que la enfermera trabajaba “muy bien” y que por eso la había pasado a la noche. “Demostró conocimientos y práctica”, dijo.
En declaraciones a la prensa, Nicola mencionó que para la última habilitación de Bomberos lo ayudó a “acelerar el trámite” el jefe de Defensa Civil de la Provincia, Gustavo Caranta (cuyo padre murió en el incendio). “Me ayudó a hablar con una persona en Bomberos para acelerar la burocracia de los trámites. Todo fue presentado en tiempo y forma”, remarcó.
La habilitación había acabado, según Nicola, hace más de un mes y no se la renovaban.
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