15 ago 2011

ESPAÑA, Médicos en la madrugada

Infartos, sobredosis, edemas pulmonares... acompañamos a un equipo de médicos y enfermeros de Escola Graduada de Palma en una noche de guardia. Son los SUAP, el Servicio de Urgencias de Atención Primaria


El equipo sanitario del SUAP Escola Graduada conversa animadamente el jueves por la noche, en uno de los escasos momentos de tranquilidad.
El equipo sanitario del SUAP Escola Graduada conversa animadamente el jueves por la noche, en uno de los escasos momentos de tranquilidad.  Guillem Bosch
 NOTICIAS RELACIONADAS
LARA VILLAR. PALMA "Aquí tenemos enfermeras, médicos y conductores gafes", bromea Juan Muñoz, que conduce un vehículo de visitas urgentes a domicilio. Como cada noche, el equipo médico del SUAP Escola Graduada se prepara para una jornada más. El ambulatorio ha cerrado su horario diurno a las 21 horas, y ahora le toca el turno a ellos. Infartos, sobredosis, edemas pulmonares o un simple dolor de muelas. Acompañamos al equipo médico de este centro sanitario de Palma, durante una madrugada de urgencias. Cuando cae el sol en las calles de Palma y mientras la mayoría de los ciudadanos se encuentran ajenos a lo que ocurre más allá de sus confortables camas, en Escola Graduada llegan a atender hasta 200 personas por noche.
Aunque no lo parezca, las siglas SUAP no hacen referencia a ninguna brigada especial de la policía. Se trata del Servicio de Urgencias de Atención Primaria, un equipo sanitario específico que cubre las guardias en los centros de salud (o PAC) que están abiertos por la noche, y que la mayoría desconoce que se denominan así. "Hay algunos pacientes que deberían bautizarse como im-pacientes", añade Teresa Moragues, enfermera. "En una ocasión, una de estas visitas nos quería demandar porque mientras estaba en la sala de espera, se desprendió del falso techo un listón metálico y se quejaba de unos arañazos. Luego descubrimos que éstos se los había provocado ella misma cuando vio el trozo caer", explica la doctora Pepa Gutiérrez.
Las enfermeras aseguran que han sentido miedo en más de una ocasión. Existen pacientes "asiduos", que visitan el centro con regularidad, pidiendo recetas para ansiolíticos u otras sustancias. Hace pocos días uno de estos usuarios estuvo a punto de morir por sobredosis. Cuentan que este mismo se presentó en el centro días antes con un cuchillo, muy alterado, pidiendo tranquilizantes.
Son las diez de la noche pasadas. Las calles permanecen en calma a la entrada del edificio. Un guardia de seguridad vigila las instalaciones mientras el celador toma nota del diagnóstico de los pacientes y los conduce a la sala de espera. "La noche está hoy especialmente tranquila", explica el vigilante. Sin embargo, este ambulatorio no se caracteriza por hospedar noches apacibles. Sin ir más lejos, la pasada fue una de las "difíciles", nos cuenta Xesca Llobera, una de las enfermeras de guardia: "Fue difícil no porque el flujo de visitas fuese muy superior al de otros días, pero sí que se sucedió en un goteo constante de llamadas del 061 y visitas al centro de salud que hicieron de ella una de las más estresantes", afirma.
En Mallorca existen cuatro SUAP: Tres en Palma (s´Escorxador, Escola Graduada y Son Pizà), y uno en Inca. En realidad, estos centros son similares al Punto de Atención Continuada (PAC), solo que cuentan con mayor personal para cubrir las urgencias. En estos tres citados, hay dos médicos, dos enfermeras y un conductor para las urgencias a domicilios entre semana, mientras que los fines de semana el refuerzo aumenta con un enfermero y un médico más.

El papel no se roba

El perfil de pacientes que suele visitar Escola Graduada es muy particular, y reúne desde personas con un alto nivel adquisitivo que acaban de mudarse a la zona como un amplio colectivo de inmigrantes que residen en las inmediaciones o vienen derivados de otros barrios. En los baños públicos femeninos, un cartel pegado con cinta adhesiva a la estructura que sostiene los rollos de papel higiénico, avisa a los ciudadanos: "El papel no se roba".
Una de las esquinas del recién construido edificio alberga un punto de recogida de personas con problemas de adicción a las drogas. Esto convierte las inmediaciones en un ir y venir de ´taxistas´ que por algo de dinero se llevan y traen clientes a Son Banya. Al respecto, las enfermeras afirman que los casos de sobredosis suelen ser muy comunes en el centro, aunque se suceden dependiendo de los meses. "Siempre hay más de un caso por día, normalmente debido a las partidas de droga, que vienen adulteradas", explican. Los fines de semana, o los días de fiestas populares como la verbena de Sant Sebastià, son catalogados entre el sector como "guardias difíciles", ya que el volumen de usuarios que pasan por el centro aumenta más de lo normal.
El único evento especial en el que baja el número de visitas de urgencias es cuando hay un partido de fútbol importante, comenta sonriente la doctora Gutiérrez.

Diagnóstico: Soledad

¿Cuál es la patología más común en una noche de urgencias?, se le pregunta a la doctora Gutiérrez. Al igual que pasa con el día más fuerte, o las horas de mayor afluencia, en el caso de las urgencias de atención primaria no hay patrones que valgan. Las patologías pueden variar desde un simple dolor de muelas o un dolor abdominal, a cosas más graves como un infarto, un edema pulmonar o una sobredosis. También, y como ocurre en otros centros de salud abiertos las 24 horas, "existen casos de personas que lo único que tienen es ganas de conversar con alguien, y llaman al 061 inventándose un dolor para que les vengan a visitar", explica la doctora. En cuanto a las horas o los días de mayor afluencia, la cosa varía mucho. "En general, los fines de semana son más movidos, pero cuando llegas al centro nunca sabes qué puede ocurrir esa noche", explica Xesca. Llobera afirma que "lo mejor de este trabajo es que siempre hay algo que te sorprende en cada guardia". La doctora Gutiérrez lo corrobora: "Hay sábados en los que no pasa nada mientras que ayer [por el miércoles] de las 00:00 a las 00.30 el ambulatorio se llenó". Al respecto, el conductor del ´Charlie´, que es como se conoce entre la jerga sanitaria al vehículo del Ib-Salut con el que van a atender los domicilios, explica que el sábado pasado fue uno de los malos: "Tuvimos una sola llamada del 061 en toda la mañana, y cinco a lo largo de la tarde. Cuando eran las doce, decidí acostarme un rato a descansar, y al minuto, nos llamaron para un domicilio. Desde ahí, enganchamos una urgencia con otra hasta las seis de la mañana", explica Juan Muñoz.
En su caso, es el único del SUAP que tiene un turno más o menos regular. Sus jornadas son de 16, 18 o hasta 24 horas, pero siempre trabaja un día y libra tres. Los doctores y enfermeras tienen jornadas de entre 7 hasta 24 horas, pero siempre con unas ruedas de turnos que todavía ni se han aprendido. Estos últimos cubren el horario de las 21 hasta las 8 horas, que es cuando el centro abre por la mañana, de lunes a jueves, mientras que los viernes empiezan dos horas antes y los fines de semana permanece abierto las 24 horas. Entre ellos se van turnando, y mientras unos intentan dormir, otros atienden, aunque desde Escola Graduada insisten en que casi nunca descansan. Al contrario que los SUAP, los 22 PAC de la Part Forana no disponen de pluses por festividad ni por nocturnidad.
Son las 00.12 minutos. "Se acabó el cenar", explica Teresa Moragues. Mientras un equipo sanitario atiende las visitas que llegan una tras otra, esta enfermera de turno ha aprovechado para prepararse la cena antes de que sea más tarde, aunque la doctora la llama para avisarle de que suba, pues hay trabajo. "Hay noches en las que se nos hace muy difícil cenar", explica. En una ocasión, cuenta que tuvo que pedirle a un paciente si por favor podía esperar un momento para que comiese algo, ya que debido al volumen de visitas que habían tenido no había tenido tiempo de hacerlo: "Eran las cinco de la mañana y estábamos la doctora y yo solas, porque el otro equipo médico no había parado de hacer domicilios, y nosotras no teníamos a nadie con quien turnarnos", relata un poco avergonzada.

Domicilios

Al contrario de lo que mucha gente cree, cuando se realiza una llamada al 061 los profesionales que en primer lugar se dirigen al domicilio pertenecen a los SUAPs. Este tipo de salidas son bautizadas como "domis" entre el colectivo. En Escola graduada, los dos equipos médicos que hay se turnan para cubrir estas salidas, mientras uno de ellos aguarda en la consulta esperando más pacientes. Juan afirma que el domingo pasado batió por segunda vez su récord en este tipo de asistencias: "Hicimos 19 visitas, aunque tengo compañeros que han hecho más", comenta.
Son las 00:30. La sala de espera del centro se ha ido vaciando y sólo una pareja que acaba de entrar aguarda el chequeo de la doctora Gutiérrez. Hasta el momento, el número de urgencias visitadas asciende a 27, sumando los siete domicilios efectuados. "Es una noche inusualmente tranquila", reitera la doctora. El octavo "domi" acaba de llegar. Una anciana, de unos 85 años de edad, se encuentra muy agitada. Los familiares le han administrado morfina. Parece ser que padece una larga enfermedad. A las 02:50, una llamada del 061 da la alerta del mismo domicilio: La mujer finalmente ha fallecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gestión, Liderazgo Influencia de las Enfermeras/os en Políticas de Salud

Este año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) propone a los Estados Miembros entablar un debate sobre el género, el liderazgo y...