25 ene 2012

En la Construcción de la Imagen de la Enfermería Argentina

Como Sujeto Trabajador de la Salud y su Formación como Enfermero

En estos momentos, tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo, el desempleo, el subempleo, el empleo precario y la exclusión social que puede ser consecuencia de esos estados, se presentan como los problemas sociales más graves.

Seguramente hay acuerdo que en principio debiéramos promover en los futuros trabajadores de la salud el autocuidado, es decir acometer con entusiasmo lo que llaman la formación en los valores.

En cuando hace a salud y seguridad, si bien se cuentan con algunas experiencias positivas, la escuela sigue siendo, en la mayoría de los casos, ignorante de la temática ajena a la realidad del entorno.

En malas condiciones de trabajo es decir en trabajo carentes de decencia, hay un "mensaje social" que tiende a significar el cuerpo del trabajador como mera herramienta de trabajo, privándolo como sujeto de sentimiento y creación intelectual. El trabajador en esas condiciones, acepta el riesgo de accidente como algo natural y lo admite como propio, lo que se traduce en neurosis de angustia y sentimiento de desvaloración.

Las enfermeras constituyen el grupo principal del personal de atención de salud, que dispensa la atención primaria de salud a todos los niveles y mantiene los vínculos entre las personas, las familias, las comunidades y el resto del sistema de salud. En cooperación con los demás miembros del equipo de cuidados de salud, con otros sectores o individualmente, la enfermería explora modos nuevos y mejores para la preservación del bienestar, o el mejoramiento de la salud, y aportan calidad a los resultados de estos cuidados. Por ello requerimos tener acceso a los niveles de formulación de políticas pública en materia de salud y seguridad social y condiciones dignas y justos de trabajo en todos los espacio de ejercicio

Decimos que para transformar hay que conocer. Creo entonces que lo primero que debe desarrollarse son la aptitud para conocer los factores de riesgos que están presentes en un lugar de trabajo y sus efectos potenciales sobre la salud y seguridad.

Al conocimiento de los riesgos y sus posibles efectos, hay que agregar el conocimiento de las posibles alternativas y los distintos grados de corrección que brindan. Solamente así se puede garantizar la autonomía del trabajador y la capacidad para transformar una situación de riesgo.

El objetivo de la formación debe ser también la comprensión de aquellos aspectos que contribuyen u obstaculizan la construcción de la salud en el marco del trabajo.

En la búsqueda de nuevas competencias para los trabajadores de la educación debería dirigirse a desarrollar el aprecio por el propio cuerpo, la idoneidad para la identificació n y evaluación primaria de riesgos, y la capacidad para transformar una condición hostil en una que sirva para promover la salud.

Unamos, por tanto, la acción al pensamiento y con disposición podemos construir una realidad mejor.

Saludos atte. Sandro Ortega

 

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