14 abr 2012

URUGUAY, MONTIVIDEO

Nacional

Menos horario y más licencia

Un proyecto de Cardoso, regula el trabajo en CTI

El diputado nacionalista José Carlos Cardoso propone un régimen especial de trabajo, licencia y jubilación para el personal de enfermería que atiende en CTI y otros servicios de alta exigencia profesional.

Cardoso elaboró un proyecto de Ley que incluye al personal de los Centros de Tratamiento Intensivo (CTI) e Intermedio, puertas de emergencia de instituciones públicas y privadas, unidades móviles de emergencia pública o privada y pabellones de atención a enfermedades psiquiátricas.

El texto prevé para estos funcionarios se aplique un régimen de trabajo consistente en dos días de descanso cada tres días de trabajo, como también el derecho a un régimen especial de 40 días de licencia corridos, que se gozarán fraccionados en dos semestres.

En la exposición de motivos, el legislador blanco señala que una finalidad del proyecto de ley es ajustar las condiciones de trabajo a lo dispuesto por el Convenio ratificado por la Ley 14.906, garantizando por esta vía no sólo los derechos de estos profesionales, sino también de los pacientes.


Complementa esta iniciativa otro proyecto de ley, que establece también un régimen especial de jubilación para este personal de la salud. Ambas iniciativas fueron acompañadas por otros legisladores.

Cardoso recuerda los hechos protagonizados por dos enfermeros del hospital Maciel y la Sociedad Española, lo que consideró es "un suceso que nos obliga analizar el nivel de exigencia profesional a que está sometido el personal de enfermería" que asiste a los pacientes en CTI y otros lugares antes nombrados.

Apunta que investigaciones realizadas en Estados Unidos demuestran que cuando se reduce el número de horas de trabajo de 90 a 60 por semana, disminuye la frecuencia de errores, pasando de un 30 a un 10% del total de actos médicos.

El País Digital

COLOMBIA, García, en su papel de enfermero, salvarle la vida

Por DIH, Ejército salva vidas en medio del fuego y la manigua

En el 2011, los soldados que atienden a los heridos en combate, rescataron a 96 guerrilleros lesionados en enfrentamientos. De estos, 93 dejaron la guerrilla y se volvieron a la vida civil.

Tras el tiroteo, alias "Mónica" solo pensó en correr, pero sus piernas no le respondieron. Así que se arrastró entre la espesa manigua hasta uno de los árboles más gruesos donde se escondió, agazapada, para evitar morir en medio del fuego nutrido que se desató entre las Farc y el Ejército.












"Mónica" quiso gritar, pero pensó que si lo hacía delataría su posición y el "enemigo" vendría a rematarla, como le enseñó alias "Emiro" o "Chaqueto" en los campamentos del frente 36 de las Farc, en los que estuvo por más de 6 años. Entonces, guardó silencio.

Ahí agachada esperó a que sus compañeros guerrilleros regresaran, pero ninguno se devolvió. Comenzó a sentir que se le iba la vida cuando descubrió que de su camisa pixelada, la sangre salía a chorros. Metió su dedo en el ojal que le dejó la entrada de la bala en su tórax.

"Me asusté mucho. Pensé que me iba a morir, y más cuando vi que el dedo me salió untado de sangre", dice.

El desangre causado por la herida de bala fue adormilando a "Mónica" en aquella selva en la que solo escuchaba el sonido de los pájaros y minutos después el "tastaseo" de los fusiles.

En esa confusión sintió una mano que le apretujo el abdomen. "Somos el Ejército Nacional. Soy el soldado y enfermero García. Estoy acá para salvarle la vida", le oyó decir a un militar.

Prima la vida
La primera acción del soldado Álvaro García fue tratar de estabilizar a la guerrillera herida en el combate y quien por sus signos vitales, se encontraba a punto de quedar inconsciente.

García, con 8 años de experiencia en atender soldados y guerrilleros heridos en enfrentamientos, le explicó que le suministraría un medicamento para el dolor y que procedería a estabilizarla "para sacarla de acá y llevarla a un hospital".

Mientras le ponía el suero, escuchó una y otra vez de "Mónica" que no la dejara morir. "Yo estoy acá para ayudarla y rescatarla, no importa su condición", respondía.

Para García, en su papel de enfermero, salvarle la vida a "Mónica" y a otros insurgentes se ha convertido en lo más importante de cualquier misión, "incluso desde que iniciamos las operaciones militares en el área".

El soldado cuenta que en el instante de socorrer a los guerrilleros, los militares que prestan los primeros auxilios se despojan de resentimientos y "los atendemos como a seres humanos. Tratamos de brindarles apoyo y que se sientan bien y se dejen atender".

Rescates como el de alias "Mónica" se presentaron en 96 ocasiones en el 2011, y en lo que va del 2012, se han dado 10 atenciones y evacuaciones de guerrilleros heridos.

Una de las últimas atenciones a subversivos se dio el pasado 23 de marzo, en el ataque que dejó 33 guerrilleros muertos y tres heridos. Allí alias "Misael", segundo al mando del frente 10 de las Farc, fue recogido gravemente herido y llevado de urgencia a un Hospital de Arauca.

Dos días antes, una insurgente fue atendida tras el abatimiento de cuatro presuntos guerrilleros, la captura de 11 y la entrega de cinco más en Vista Hermosa, Uribe y La Macarena (Meta).

El general Jaime Alfonso Lasprilla , comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, señala que en ese operativo se dio un fuerte golpe al bloque Oriental de las Farc, donde fue capturado Jorge Aníbal Barreto Gutiérrez , alias "Floro", tercer cabecilla del frente 62.

Dice Lasprilla que "entre los heridos hubo una guerrillera a quien las tropas estabilizaron y lograron salvarle la vida, luego de ser impactada por esquirlas".

El coordinador en salud de la Dirección de Sanidad del Ejército, sargento Orlando Albarracín Duarte , afirma que la tarea principal de los cerca de 5.000 militares que hay en el país encargados de atender a los heridos, "es salvar la vida de una persona sin importar a cuál grupo pertenece, de qué sexo es, o de qué nivel social. Nos interesa atender según el estado clínico, disminuyendo las secuelas o consecuencias".

Albarracín, con 25 años de experiencia en la atención prehospitalaria, expresa que salvar la vida, incluso a los que minutos antes estuvieron disparándoles "nos llena de satisfacción. Por eso tratamos de capacitarnos como socorristas, enfermeros militares, soporte avanzado en trauma, atención prehospitalaria. En todas reforzamos los conocimientos en derechos humanos y D.I.H".

Y esta preparación les ha permitido a los enfermeros del Ejército actuar no solo con heridos en combate, sino también en otro tipo de acciones.

El 15 de marzo, soldados de la Décima Brigada evacuaron a una niña que tenía problemas respiratorios. Llegaron hasta una zona selvática en la Unión Peneya, Caquetá, a las 2:10 a.m., zona en la que el frente 10 de las Farc tiene presencia.

En otras ocasiones, los esfuerzos son infructuosos. A pesar de la atención médica, algunos de los heridos mueren, como sucedió con una guerrillera que pereció cuando era trasladada al hospital (foto principal).

Salvar en medio del fuego
La intervención de alias "Mónica" se dio en medio del fuego. Mientras García se dedicaba a estabilizarla, en los alrededores las Farc se enfrentaban a las tropas del Ejército.

Junto a García, un soldado de apellido Ramírez trataba de tranquilizar a la guerrillera que, con cada bombazo, "saltaba como una rana sobre brasas calientes", dijo. "Tuvimos que sedarla para calmarla porque el helicóptero para evacuarla venía en camino", recuerda.

Abajo, en la espesura, donde a los soldados se les impregna el camuflado de un olor a humedad, donde hay árboles de más de 30 metros de altura que no permiten la entrada de la luz del sol, los militares aseguraron el área para no tener inconvenientes con los combates.

El mayor Luis Fernando Quintero Franco , jefe de la oficina de Acción Integral de la división de Aviación Asalto Aéreo, encargados de la evacuación de los heridos, manifiesta que sacar a un lesionado es complicado, mas aún cuando los guerrilleros "atentan contra nosotros".

"La reacción inicial es seguir con la evacuación. En las aeronaves llevamos armamento. Si hay hostigamientos disparamos mientras los enfermeros atienden y nosotros los llevamos a un hospital", señala Quintero.

Una gran satisfacción
Alias "Mónica" dejó las Farc. Han pasado 14 meses desde que sintió que la vida se le escurría en medio de la selva tras un chorro de sangre.

Su existencia transcurre entre las tareas del Programa de Atención al Desmovilizado y la construcción de una nueva vida al lado de su hijo, el cual, como dice, no habría nacido "sin la ayuda de García". Un día fue y le dio las gracias por ese gesto "y por darme, junto a Dios, otra oportunidad. Estaré muy agradecida".

El mayor Quintero Franco reconoce que muchos de los guerrilleros atendidos "lo agradecen, un porcentaje mínimo sigue resentido".

De los 96 que fueron rescatados en el 2011, 93 dejaron las filas guerrilleras. Sin embargo, como asegura Albarracín, aunque algunos no lo agradezcan, "ponemos en riesgo nuestra vida para proteger la de otros, incluso cuando conocemos que sin piedad, mediante el uso de armas no convencionales les quitan la vida a nuestros hermanos colombianos".

Enfermería y responsabilidad política

En breve estaremos en el mes mundial de la salud, es una gran oportunidad para llevar adelante estrategias para transmitir de forma clara ...