19 ago 2014

Dos enfermeras del Maciel agredidas por familiares de pacientes



El sindicato solicita medidas de seguridad para los funcionarios en su lugar de trabajo. El director dice que los hechos de violencia en hospitales son habituales.

 

Funcionarios no médicos del Hospital Maciel llevan a cabo un paro de 24 horas como medida de protesta ante la agresión física y verbal que sufrieron dos enfermeras de ese centro de salud durante el fin de semana. 

El primer caso de agresión tuvo lugar el viernes a las cinco de la tarde en el interior del Hospital Maciel. 

Una licenciada en enfermería fue atacada a golpes por parte de la acompañante de una paciente que estaba por recibir el alta médica. 

La funcionaria recibió golpes de puño en el rostro y la atacante intentó tirarla por la escalera. La denuncia fue realizada ante la Seccional Primera, pero el caos no tuvo derivaciones a nivel judicial ya que quien golpeó a la enfermera padece problemas psiquiátricos.

El sábado, otra enfermera que realizaba atención domiciliaria fue amenazada de muerte por el hijo de una paciente en un barrio periférico de Montevideo.

El episodio también fue denunciado ante la Seccional Primera. Ambos casos de violencia motivaron en un paro de 24 horas de los funcionarios no médicos en el Hospital Maciel. La medida culmina esta medianoche.

El director del Hospital Maciel, Álvaro Villar, se manifestó en desacuerdo con la medida de paro y dijo que las agresiones al personal de la salud son habituales. 

El jerarca lamentó los hechos de violencia y anunció una investigación para determinar si hubo algo que se pudo haber evitado.

Has de morir donde debes

POR: HÉCTOR CEDEÑO






Jamás pensé que tendría que hacer tanto trámite, que ve al tercer piso y luego que el certificado en el sótano, la silla y los enfermeros en el segundo, y la salida en la planta baja. Pobre de mi Juan, ahora sí que como le decía a mi suegra: "Ya lo suben, ya lo bajan, ya lo sientan en su silla y le dan tremendos golpes.". Y pensar que todo empezó con ese dolor en el pecho, seguro por su trabajo en la mina... siempre termina cobrándote que le arranques pedazos de sus entrañas. Él es en realidad la mitad de mi vida, ya nuestros hijos hicieron su vida en el otro lado, casi no vienen a esta su tierra, jamás les gusto el trabajo de la mina y menos el del campo, no cabe duda de que el Señor aprieta pero no ahorca. En cuanto salimos y se estacionó un taxi dejando a una pareja, pensé: en la parte de atrás cabe mi Juan cómodamente. De inmediato le dije: Joven ¿le interesaría una dejada hasta Sombrerete Zacatecas? ¿En cuánto me saldría? Nada más somos dos personas y una pequeña maleta, seguro que se cuaja con un dinerito. A Pedro se le iluminaron los ojos, empezaba el día con suerte. Saliendo de casa ,enseguida le cayó un cliente y al dejarlo en el Hospital General encadenaba el siguiente... y por si fuera poco hasta Sombrerete, ya se me hizo el día. Que sean que sean dos mil pesos -le dice a la señora­, tome en cuenta que el viaje es de ida y vuelta- Vio como ella hacia cuentas mentales y se puso contento en cuanto ella le dijo: "De acuerdo, vámonos para llegar a buena hora y se pueda regresar hoy mismo. Bajó Pedro a abrirles la puerta para que los enfermeros subieran al señor con todo y cobija, y en lo que ellos se acomodaban aprovechó para llamar a Gabriela, su esposa, y decirle, no me esperes a comer, chiquita, me salió viaje a Sombrerete, regreso en 7 horas. Y alcanzó a escuchar a la señora: "con cuidado por favor muchachos, que lo quiero entero".

Se notaba que la señora estaba nerviosa, pero quien no lo está al salir de un hospital. Hablaba poco pero le dijo que había nacido en Sombrerete, como su esposo, quien por cierto se la pasó dormido todo el viaje, y se veía que una señora devota porque al acercarnos al retén de la Sierra de Órganos, se persignó y le tomó la mano al señor y le oí murmurar unos rezos. "Cómo están las cosas con la inseguridad, capaz que el retén es de malandros y marchamos­ Al llegar a Sombrerete justo en la curva de la capilla del Sagrado Corazón, me pidió unos minutos para darle gracias a Dios.

Es tu Gloria en este mundo, verdad que por algo despertó en ti ese profundo amor. Te encantaban sus ojos, sus labios y su piel, y ahora que puedes ver su alma, caramba que tamaño de mujer tienes, ve nada más, como se las ingenió para que le dieran el certificado, cómo convenció a los enfermeros para que te llevaran al taxi, y el pobre taxista ni siquiera se las olió que te tenía que llevar tan lejos, hay que ver el temple cuando pasaron el retén de los soldados. Nada tambalea a esta mujer.

Siempre me ha gustado Sombrerete, con sus calles empedradas de pueblo mágico, y con sus banquetas llenas de portones abiertos, casas de hermosos patios con fuentes o macetas de colores, y las frescas sombras de las arquerías...

Al llegar al domicilio de la señora salieron varios muchachos para ayudarle a pasar al enfermito, y para despedirme (quería regresar lo más pronto posible a Durango, todavía de día le dije amablemente: "Señora, ya debe de estar mejor su esposo, porque no lo escuché quejarse"­ Y ella con una mirada llena de paz me contestó "Ya está mucho mejor, porque él ya está con Dios". Una ráfaga de aire helado corrió por mi espina dorsal, todo me quedó bien claro. Nadie me lo va a creer, ni siquiera mi chiquita ahora que se lo platique.

Una enfermera asegura que "te encierren en una casa

casos de agresiones en primera persona

Una enfermera asegura que "te encierren en una casa y no te dejen salir, impacta"

 

  • "He visto hasta dar patadas a una compañera embarazada", dice María José, enfermera y además secretaria general técnica del sindicato SATSE.
  • Las agresiones verbales son el pan de cada día. "Te dicen de todo, te insultan. Y personas de todo tipo y condición".

La violencia verbal y física en los hospitales y centros hospitalarios es una realidad en España. Pacientes molestos con la medicación que les han recetado, el tiempo de espera o las concesiones de bajas hacen perder los nervios y las formas a más de uno, lo que es un gran peligro para el personal sanitario.

Historias en primera persona cuentan a Teinteresa.es algunos profesionales de la salud que han vivido algún tipo de agresión a lo largo de sus carreras:

María José García. Enfermera.

"He visto hasta dar patadas a una compañera embarazada", dice María José, enfermera y además secretaria general técnica del sindicato SATSE. Muy crítica con las agresiones, de sus años de experiencia saca decenas de casos de violencia. "Que te encierren en un domicilio y no te dejen salir, impacta", dice, "que cojan un extintor y te lo intenten tirar a la cabeza, impacta". Y sobre todo impacta, afirma, "porque no te quieres creer que uno de tus pacientes lo haga".

Doctora Carmen Rodríguez. Sevilla.

Fue agredida en noviembre, en un centro extrahospitalario de Sevilla. "Era una tranquila tarde de domingo, y de repente entraron un grupo de personas dando voces". La doctora atendía en aquel momento a un pequeño de tres años. Le reclamaban la atención ante un familiar en estado inconsciente, "Nos empezaron a pegar y aún no sabemos por qué". Les golpearon a todos, indiscriminadamente, a médicos, enfermeros, e incluso a los pacientes que esperaban en la sala de espera, con golpes secos y a "puño cerrado, destrozaban sillas, ordenadores y teléfonos, no nos dejaban escapar". Llegó a pensar que los agresores la matarían. Carmen sufrió graves lesiones y dolores en manos, hombros y cintura, por las que tuvo que solicitar una baja laboral "no me podía ni levantar". Ahora ha vuelto a trabajar, aunque reconoce que con "mucho miedo". A pesar de sufrir la agresión, siguió en consulta y atendió al familiar.

Carlos Santos. Enfermero del Hospital Infanta Sofía de Madrid.

Carlos lleva 27 años como enfermero en Madrid y cuenta de primera mano cientos de agresiones. La que mejor recuerda, ocurrió hace años, cuando ejercía en el servicio de urgencias del centro de salud de Miraflores. "era a última hora de la tarde y llegó un paciente. Venía rebotado del hospital y nos pidieron atención por parte de enfermería. Sin mediar palabra, entró en consulta y la destrozó. Pero literalmente. Todo el mobiliario quedó inutilizado". Afortunadamente, el personal pudo ponerse a salvo. La policía intervino y el caso terminó en un juicio, con sentencia de delito por faltas.

En urgencias ve de todo. Las agresiones verbales son el pan de cada día. "te dicen de todo, te insultan. Y personas de todo tipo y condición. Los que tienen un nivel sociocultural más alto te amenazan con un "te voy a mandar a mi abogado"

También agresiones físicas. "En este servicio es donde más agresiones se producen. Los pacientes creen que su patología es la más grave, y no tiene paciencia para esperar. En los hospitales afortunadamente tenemos seguridad que nos protege, y minimizan palizas que pueden ser tremendas. Aun así, h





20 enfermeros huyen de un centro en cuarentena de Liberia

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Un grupo de enfermos de ébola huyeron de un centro sanitario situado en un suburbio de Monrovia, la capital de Liberia, después de que un grupo de residentes saquearan la clínica en la que se encontraban aisladas, informaron ayer los medios locales.

"Los residentes de la comunidad de West Point fueron al centro para conseguir colchones que habían sido colocados en este centro de aislamiento para pacientes de ébola creado recientemente", informó la radio local Veritas.

El asalto, que se produjo la noche del sábado, provocó que muchos pacientes, cuyo número exacto se desconoce, huyeran del centro.

La huida de estos pacientes, que padecen ébola o que habían sido puestos en cuarentena tras presentar los síntomas de la enfermedad, ha generado una gran alarma en la capital liberiana, ya que se teme que puedan contagiar a más gente.



Los enfermeros, ´insultados´ por médicos que califican su trabajo de ´prescindible´

El presidente del Colegio lamenta la «falta de profesionalidad» de «algunos facultativos de Zamora Sur», que «se creen los propietarios del Sacyl»


Acción reivindicativa del Satse frente a las puertas del Zamora Sur.


Los profesionales de enfermería se ven "insultados" cuando "parte de los médicos del centro de salud Zamora Sur, aunque afortunadamente no todos", tildan su trabajo de "prescindible". Así lo asegura el presidente del Colegio de Enfermería de Zamora, Andrés Pérez Santamaría, quien lamenta las declaraciones de un grupo de facultativos del centro de salud cuando afirmaron que el papel de la enfermería se ha deteriorado debido a la falta de profesionales en las consultas rurales y, según indicaron, se limita "a llegar a horas intempestivas tomar dos tensiones y salir huyendo al siguiente destino, a eso ha quedado reducido su trabajo, lo que evidentemente les hace prescindibles en una segunda fase de la operación, con la ayuda inestimable tanto del Colegio de Enfermería como del Satse".

Declaraciones

En estas declaraciones los médicos señalaban directamente al sindicato y al Colegio por no luchar por la contratación de personal. "Esto es rotundamente falso", asegura Pérez Santamaría, pero "el Colegio no va a decir lo que ellos quieran y cuando ellos quieran, para eso tienen sus representantes". En este sentido, según el representante de la enfermería zamorana, "ya hemos manifestado nuestro parecer a la Consejería y a todas las instituciones, la enfermería está dispuesta a arrimar el hombro para salir de la crisis". No obstante, Pérez Santamaría reconoce que la Consejería "no cumple con muchas de las cosas que hemos hablado" y, en la línea de lo ya afirmado por el sindicato Satse, confirma que este verano el nivel de contrataciones para suplir bajas y vacaciones es más bajo que el de ejercicios anteriores.

El Colegio de Enfermería, que se ha reunido con representantes de Satse y de UGT para abordar este tema, concluye que "nosotros hemos protestado cuando hemos tenido que protestar" y asegura, por boca de su presidente, que "algunos médicos de este centro de salud se creen los propietarios del Sacyl y no lo son".

Enfermería y responsabilidad política

En breve estaremos en el mes mundial de la salud, es una gran oportunidad para llevar adelante estrategias para transmitir de forma clara ...