18 oct 2015

La carta de una paciente a la auxiliar de enfermería

Una paciente de Granada ha escrito una emotiva carta a la auxiliar de enfermería que la cuidó cuando le dio un derrame cerebral a los 22 años. Merece la pena leerla. 

La labor de las enfermeras, enfermeros y auxiliares con los pacientes es digna de admirar. La escritora Gisela Pou se refería a ellas como 'la vozinvisible' en un libro del mismo nombre en el que contaba el día a día de estas personas que para muchos no pasan desapercibidas. Y es que ha sido el caso de una mujer de Granada, Almudena, que ha escrito una emocionante carta a una auxiliar de enfermería que, sin duda, va hasta lo más hondo del corazón. 

La auxiliar se llamaba Isabel Sánchez y fue la encargada de estar al lado de esta joven cuando sufrió un derrame cerebral a los 22 años. Afortunadamente, se recuperó, pero todavía sigue luchando por mejorar cada día, razón por la que decidió escribir la carta. 

El hijo de la auxiliar ha sido el encargado de colgarla en Facebook para darle las gracias personalmente a Almudena

Reproducimos la emotiva carta. No tiene desperdicio:

"MI QUERIDA ISA...

Mi querida Isa, quería tener un detalle más personal contigo. Algo que ya intuías, pues mi madre no podía guardar el secreto. Pero yo, realmente, quiero que sea un secreto a voces y que sepa todo el mundo lo afortunada que he sido al tenerte a mi lado.
He conocido a una Isa muy particular, una Isa que ha ido más allá de su labor. Tú me has cuidado, pero, además, te has preocupado por mí como lo haría mi madre.

Desde el silencio de aquella habitación, he comprobado cómo te preocupabas por mí con ese amor maternal y cómo me mirabas con otros ojos, consiguiendo así que me sintiese realmente especial.

Tú dirás o pensarás que esto es innecesario, que simplemente haces tu trabajo, pero estar enferma y pasar tantos días allí, a veces te desespera cuando sientes que estás mejor y eres consciente de ello.

Tantos días allí dieron para mucho... Cómo olvidar aquella mañana en la que te propusiste lavarme la cabeza. Me regalaste hasta una pasta de dientes y me tenías guardado un peine. Esos coleteros que me apañabas y con los que tomabas tu tiempo para ponerme guapa con esas trenzas y coletas que me hacías, Pero es que, además, me has aportado esa paz o tranquilidad, ese amor y hasta ese toque necesario de diversión y siempre, siempre con esa sonrisa y ese espíritu joven que desprendes. Eres una gran mujer, mi querida 'mamá Isa'. Tu bondad innata habla por sí sola. Al igual que dejo escrito en la carta hacia todos, las cosas ocurren por algo y nuestro camino estaba destinado a cruzarse, quizá no en el mejor lugar del mundo, pero de alguna forma u otra, tenía que ocurrir. De eso estoy segura.

Gracias y mil veces gracias por regalarme lo mejor de ti y por acompañarme en este camino.

Espero que algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse y así volver a ver tu entrañable sonrisa. Pero mientras llega, si algún día ha de llegar, quiero que sepas que ya formas parte de mí y que nunca te olvidaré mientras mi cabeza te recuerde y mi corazón siga latiendo, pues ya tienes un lugar en este.

Te quiero y siempre te estaré agradecida, Almudena".La labor de las enfermeras, enfermeros y auxiliares con los pacientes es digna de admirar. La escritora Gisela Pou se refería a ellas como 'la vozinvisible' en un libro del mismo nombre en el que contaba el día a día de estas personas que para muchos no pasan desapercibidas. Y es que ha sido el caso de una mujer de Granada, Almudena, que ha escrito una emocionante carta a una auxiliar de enfermería que, sin duda, va hasta lo más hondo del corazón. 

La auxiliar se llamaba Isabel Sánchez y fue la encargada de estar al lado de esta joven cuando sufrió un derrame cerebral a los 22 años. Afortunadamente, se recuperó, pero todavía sigue luchando por mejorar cada día, razón por la que decidió escribir la carta. 

El hijo de la auxiliar ha sido el encargado de colgarla en Facebook para darle las gracias personalmente a Almudena

Reproducimos la emotiva carta. No tiene desperdicio:

"MI QUERIDA ISA...

Mi querida Isa, quería tener un detalle más personal contigo. Algo que ya intuías, pues mi madre no podía guardar el secreto. Pero yo, realmente, quiero que sea un secreto a voces y que sepa todo el mundo lo afortunada que he sido al tenerte a mi lado.
He conocido a una Isa muy particular, una Isa que ha ido más allá de su labor. Tú me has cuidado, pero, además, te has preocupado por mí como lo haría mi madre.

Desde el silencio de aquella habitación, he comprobado cómo te preocupabas por mí con ese amor maternal y cómo me mirabas con otros ojos, consiguiendo así que me sintiese realmente especial.

Tú dirás o pensarás que esto es innecesario, que simplemente haces tu trabajo, pero estar enferma y pasar tantos días allí, a veces te desespera cuando sientes que estás mejor y eres consciente de ello.

Tantos días allí dieron para mucho... Cómo olvidar aquella mañana en la que te propusiste lavarme la cabeza. Me regalaste hasta una pasta de dientes y me tenías guardado un peine. Esos coleteros que me apañabas y con los que tomabas tu tiempo para ponerme guapa con esas trenzas y coletas que me hacías, Pero es que, además, me has aportado esa paz o tranquilidad, ese amor y hasta ese toque necesario de diversión y siempre, siempre con esa sonrisa y ese espíritu joven que desprendes. Eres una gran mujer, mi querida 'mamá Isa'. Tu bondad innata habla por sí sola. Al igual que dejo escrito en la carta hacia todos, las cosas ocurren por algo y nuestro camino estaba destinado a cruzarse, quizá no en el mejor lugar del mundo, pero de alguna forma u otra, tenía que ocurrir. De eso estoy segura.

Gracias y mil veces gracias por regalarme lo mejor de ti y por acompañarme en este camino.

Espero que algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse y así volver a ver tu entrañable sonrisa. Pero mientras llega, si algún día ha de llegar, quiero que sepas que ya formas parte de mí y que nunca te olvidaré mientras mi cabeza te recuerde y mi corazón siga latiendo, pues ya tienes un lugar en este.

Te quiero y siempre te estaré agradecida, Almudena".

Una enfermera de cuidados intensivos neonatal con los niños

El emotivo encuentro de una enfermera de cuidados intensivos neonatal con los niños a quienes cuidó


Tener un bebé en la UCI es un trago muy duro para los padres. Bebés prematuros, con bajo peso o problemas al nacer permanecen en las unidades de cuidados intensivos horas, días y algunos incluso meses luchando por sus vidas.

Si bien es recomendable, e imprescindible, que los padres puedan permanecer durante las 24 horas con sus hijos, son los profesionales sanitarios quienes cuidan de ellos, enfermeros y enfermeras que ponen todo su cariño para contribuir a que estos pequeños luchadores salgan adelante.

Una vez los padres se van del hospital con su bebé en brazos, difícilmente vuelvan a ver a esas personas, por eso me ha parecido bonito rendirles homenaje a través de este emotivo encuentro de Renee, una enfermera de cuidados intensivos neonatal, con los niños a quienes cuidó, sus antiguos pacientes.

Renee-reencuentro-enfermera-neonatal

Renee trabaja como enfermera neonatal en la unidad de cuidados intensivos del Hospital WellStar Kennestone en Marietta, Georgia (Estados Unidos). Desde hace nada menos que 33 años ayuda cada día a bebés a luchar por sus vidas, un trabajo de pura vocación y entrega incondicionalque sólo unos pocos son capaces de hacer.

El impacto que tienen estas personas en los padres es enorme, muchos que hayáis pasado una situación similar seguramente recordaréis aquella enfermera o enfermero que cuidó a vuestro bebé como si fuera propio.


Enfermería y responsabilidad política

En breve estaremos en el mes mundial de la salud, es una gran oportunidad para llevar adelante estrategias para transmitir de forma clara ...