11 may 2016

LA MARCHA COMENZÓ, CONTINUARÁ, SE EXTENDERÁ Y TRIUNFARÁ

En la semana del Día Internacional de Enfermería, le hicimos una extensa   entrevista  al Lic. Sandro Ortega, un referente de la Enfermería Argentina, de Aquella marcha de Enfermería en el 2008 
¿ Que paso ? 
Iniciamos la construcción del camino que tiene como único destino cambiar la historia de enfermería. Fue , Es  Será un camino lleno de obstáculos, muy difícil de transitar si trabajamos aislados, pero con un proyecto colectivamente, obrando  con unidad y acción, el camino hacia la estructuración participativa, pluralista, será  una nueva historia triunfal.
Será necesario entre todos comenzar el aprendizaje de la realidad para transformarla a través del afrontamiento, manejo y solución integradora de los conflictos, tanto internos de la profesión, como los de la profesión con su relación con el medio.
Insistir con lo conocido y con la ineficacia de las recetas conocidas para salir de una situación indigna y arbitraria que nos provoca frustración, es condenarnos a consolidar nuevamente al fracaso.





¿ Que le ocurre  o que le pasa a la enfermería hoy en día ? 

Con la queja habitual no avanzamos, nos paralizamos. Por eso hay que darle forma de protesta transgresora, porque la trasgresión puede fundar la toma de conciencia y transformar a nuestra comunidad de enfermería, que está muy mortificada, acobardada y tratada de forma esclavizante. En una comunidad consciente de nuestra realidad , nos falta sembrar la  decisión defender nuestros  derechos como trabajadores de la salud  de enfermería.
¿ Como se podría evitar eso la enfermería ? 
las razones vitales para cambiar la vieja historia:
la vieja historia, (sobre todo el origen de la profesión) nos condena a la subestimación social y profesional.
La vieja historia nos quiere perturbar y hacer vivir bajo la lógica de la dominación hasta enfermarnos o asesinarnos trabajando.
la vieja historia, es el argumento constante que hace referencia a nuestra poca intelectualidad, por lo tanto, nos descalifica para la toma de decisiones, impidiendo autoritariamente todo intento de autonomía.
La vieja historia relaciona a la enfermería como tareas innatas de las mujeres. De lo que se desprende que ambas, mujeres y enfermeras, tienen la obligación de ser "calladitas, sumisas y agradecidas" tolerando "naturalmente" ser víctimas constantes de la violencia familiar y laboral.
La vieja historia dice y define que enfermería no es pasible de autonomía, por lo tanto, debe ser subordinada y oprimida, no solo por los médicos sino por la mayoría de los integrantes del sistema sanitario. Cumplir órdenes es el sentido de nuestra existencia.
La vieja historia demuestra nuestra incapacidad para unirnos y organizarnos. Por lo tanto otros (gremios, partidos políticos, o líderes iluminados) lo hacen "generosamente" por todos nosotros.
La vieja historia nos hace negar o justificar lo que sucede, para que pensemos "por algo será" que vivimos así, o lo admitamos como algo natural o divido que ,cuanto mas sufre el colectivo de enfermería mas será recompensada su fe.
La vieja historia ubica a nuestra profesión en una "encerrona trágica" , donde estamos solo nosotros y el sistema, no hay nadie que se interponga, por lo tanto, dependemos del sistema para cubrir nuestras necesidades y las de nuestra familias. Y en esa dependencia esta aceptado que se nos maltrate, violente y mortifique.
La vieja historia establece el uso de políticas opresoras que sistemáticamente emplean para dividirnos, abortando cualquier deseo o intención grupal para resistir al sometimiento y liberarnos.
La vieja historia sabe que unas de las formas que existen para apoderarse de la voluntad de las personas (para explotarlas), es denigrar y bastardear su autoestima. Saben muy bien que, la persona que no se quiere, no se reconoce, no sabe, por lo tanto no lucha por lo que se merece.
Parte I, continua la parte II 



Enfermería y responsabilidad política

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