3 jul 2015

Enfermería programa ayudas para profesionales que sufran maltrato

Barcelona, 2 jul (EFE).- El Colegio Oficial de Enfermeros y Enfermeras de Barcelona (COIB) y el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC) han programado una serie de ayudas durante los próximos tres años a todos aquellos enfermeros colegiados que sufran maltrato y que pidan ayuda a través del Programa Ayuda del COIB.

Más concretamente, facilitarán atención psicológica individual o grupal a aquellos que se encuentren en una situación de violencia desde una perspectiva de género, ya que tendrán acceso a una consultoría de orientación y acompañamiento psicológico y sesiones psicoterapéuticas que dependerán de las circunstancias y evolución del estado emocional de cada uno.

El presidente del COIB, Albert Tort Sisó, ha declarado que "las enfermeras y enfermeros no estamos exentos de sufrir una situación de maltrato", y por eso es muy importante que aquellos colegiados afectados cuenten "con toda nuestra ayuda y soporte, con total confidencialidad y con la mejor atención profesional".

El Programa Ayuda es un servicio asistencial puesto en marcha hace pocos meses con el que se pretende asesorar y acompañar con profesionales del COPC, además de atención jurídica, sanitaria y social a los afectados por la violencia de género.

El COIB cuenta con otros tres programas de ayuda a enfermeros de la provincia de Barcelona, que son el Programa Retorno, para ayudar a afectados por enfermedades mentales o adicciones para facilitar su reinserción laboral; el Enfermera portadora, con recomendaciones para aquellos colegiados portadores del VIH o hepatitis B o C; y el Ninguna enfermera sola, para prevenir el aislamiento social.

El COIB, que cuenta con más de 40.000 enfermeros colegiados en la provincia de Barcelona, es la institución que vela por la defensa y representación corporativa de los enfermeros de Cataluña y pretende generar valor social y profesional al colectivo.

Capacitan a enfermeros de CAPS en la atención de la madre y el niño

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El Ministerio de Salud Pública profundiza la capacitación y especialización de del personal de Enfermería de los distintos Hospitales y CAPS de la Provincia.

El pasado viernes se realizó el taller de capacitación a los enfermeros que trabajan en los Centros de Atención Primaria de la Salud de Zona Capital (Posadas y Garupá). La capacitación se desarrolló bajo la temática: "el equipo de salud para la atención de la madre y el niño".

La misma se llevó a cabo en el Salón Auditórium, Dr. Ramón Carrillo, del Ministerio de Salud Pública y estuvo a cargo de las Lic. Mariza Cañete y Nidia Borja, del Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud Pública.

Se trata del cuarto módulo de capacitación del año que comenzó en abril y finalizará en noviembre, desarrollándose una vez por mes.

Cabe mencionar que este nuevo ciclo de capacitación a los enfermeros es la correlación del curso  que se realizó durante 2014 sobre "Gestión y Administración de Servicios de Enfermería", destinado a jefes y encargados de de Hospitales y Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y que fue dictado en 7 módulos de formación.

También el año pasado se llevó a cabo el curso de Asistentes Geriátricos, que fue dictado en el Hospital Geriátrico de Miguel Lanús. Asimismo se realizó el curso de Primeros Auxilios, en distintas localidades del interior de la Provincia, destinado a docentes, alumnos, personal de seguridad y público en general.

Enfermeros en Alemania: explotación o multa

Muchos profesionales sanitarios que han emigrado a Alemania se encuentran con contratos mordaza que los obligan a permanecer el mínimo tiempo establecido por las empresas o abonar una multa de varios miles de euros al dejar su puesto de trabajo.



Hace dos años que Natalia Sierra, una joven de 24 años recién diplomada en enfermería, vio una oferta en internet en la que se ofrecía trabajo a enfermeras y enfermeros en Alemania. Decidió probar suerte y envió su currículum. Tras una entrevista grupal y otra individual, partió rumbo a la capital germana. El motivo que propició que emigrase sin ni siquiera haber trabajado antes en Madrid, su ciudad natal, fueron las buenas condiciones que, aparentemente, se les ofrecían en este trabajo. Los seis primeros meses asistirían a un curso intensivo y cobrarían como practicantes (mucho menos del sueldo normal), hasta que, una vez alcanzado el nivel B2 de alemán, pasarían a cobrar sueldo estipulado y desempeñarían su trabajo en las mismas condiciones que las enfermeras y enfermeros alemanes. Pero lo que no sabían es que de la teoría a la realidad distaban un par de cláusulas abusivas en sus contratos.

Al ofrecerles el puesto de trabajo se les comentaba que deberían permanecer en él un mínimo de dos años, pero si por el contrario querían abandonarlo antes de ese tiempo, deberían abonar una multa que oscilaba entre los 6.000 y los 10.000 euros. Como, aparentemente, las condiciones eran bastante favorables, firmaron los contratos, ya que las posibilidades de encontrar un trabajo que permitiese su emancipación en lugares como Madrid eran limitadas debido principalmente a la precarización de la sanidad. Es así como muchas empresas alemanas reclutan a enfermeras y enfermeros de todo el Estado. Tras llegar allí y superar el examen de alemán a los seis meses, muchos se dan cuenta de que sus condiciones salariales no son equiparables a las de los trabajadores alemanes. Estas diferencias no se producen únicamente en el salario, sino también en las horas trabajadas y en la elección de destinos. Diversos programas atraen a miles de emigrados cada año, como el llamado "Work & Travel", en el que tenían que viajar por Alemania para visitar a pacientes y por el que no cobraban un salario adecuado a su dedicación.

Cada mes trabajado, la penalización por irse disminuía en unos 400 euros, según el caso. Tras darse cuenta de que se estaba produciendo este abuso, un grupo de enfermeros, entre los que se encontraba Natalia, decidieron acudir a la Oficina Precaria del 15M de Berlín. Este colectivo creó el año pasado el Grupo de Acción Sindical (GAS), a raíz de observar que se está produciendo un dumping salarial utilizando a trabajadores del sur de Europa que cobran salarios inferiores a los de las personas autóctonas y que son utilizados para rebajar las condiciones laborales de los propios alemanes, ya que en ocasiones a éstos se les exige trabajar más horas o por un salario menor si no quieren que sus puestos de trabajo los ocupen españoles, griegos o italianos. El Grupo de Acción Sindical se dedica a ayudar a los trabajadores de cualquier procedencia a organizarse y a presentarse a las elecciones del comité de su empresa para, desde ahí, poder presionar para que mejore su situación laboral. También se elabora una tabla con reivindicaciones como la eliminación de la multa, mismo salario para el mismo trabajo, descanso entre turnos o la especificación de sus competencias.

"En nuestro caso, la empresa reaccionó suprimiendo la contratación de personas procedentes del sur de Europa y sustituyéndolas por migrantes del Este. Al no tener mejoras en cuanto a salario y multa, algunos decidimos romper el contrato, cuenta Natalia. Los que se organizaron pudieron librarse de la multa. Pero esto no resultó tan fácil para todos, ya que hay enfermeras y enfermeros que han tenido que quedarse en la empresa hasta que la multa esté totalmente pagada, bajo amenaza de iniciar acciones legales contra ellos. En teoría esta penalización económica es debida a los gastos del curso de alemán o la vivienda que se les proporcionaba al llegar a Alemania, pero no se especificaba con ningún tipo de facturas la cantidad, que además variaba de unos trabajadores a otros, y se ha descubierto que algunas empresas se servían de fondos europeos para financiar estos cursos de alemán.

Desde el Grupo de Acción Sindical (GAS) han observado que estos "contratos mordaza" se están empezando a dar en más empresas de enfermería y también en otras de sectores diferentes, como el de los transportes. Por ello decidieron poner en marcha hace algunos meses la campaña "La multa me mata", que viene detallada en su web. Su principal difusión están siendo las redes sociales. Mayte Marín forma parte del Grupo de Acción Sindical y explica que "se da una imagen errónea de lo que es Alemania. Parece que hay mucho trabajo y de calidad, pero no siempre es así. Nos gustaría denunciar públicamente este problema en Alemania y en España. Son muchas las instituciones que colaboran o participan de estos programas que mandan enfermeros a trabajar fuera y que no saben, o no quieren saber, las condiciones reales en las que se encuentran. Además, cuando estas personas tienen problemas en su trabajo y acuden a la embajada a pedir ayuda, a veces no se les ofrece, en ocasiones porque desconocen el tema. Con esto también conseguiremos crear una red de apoyo para los trabajadores extranjeros en el sector".

En el Grupo de Acción Sindical también tienen contacto con algunos sindicatos alemanes, que intentan asesorar a los trabajadores y disponen, para quienes se afilien, de un abogado gratuito que lleva sus casos. Es el caso de Ver.di, que cuenta con una sección dedicada al tema sanitario. Resulta también bastante habitual que las empresas prohíban a sus empleados hablar de sus sueldos con los compañeros de trabajo, produciéndose así un hermetismo difícil de romper, puesto que no se sabe si se cumplen los convenios colectivos del sector para todos los empleados.

A pesar de que existen ciertos contratos abusivos, otros como José Salvador Moreno, procedente de Cádiz, no se plantean volver de momento. "En mi ciudad aún el paro es de los más altos y llevo aquí tres años. Hablo ya bien alemán, así que no me resulta complicado encontrar otro trabajo de enfermero cuando no me gustan las condiciones que se me ofrecen". Alemania es uno de los destinos preferidos por los profesionales sanitarios al acabar sus estudios, ya que tiene mucha demanda y en algunas ocasiones con condiciones mejores que las detalladas en este artículo. El nivel de preparación de las enfermeras y enfermeros españoles supera, con creces, al del ofrecido en Alemania, donde enfermería no es una carrera universitaria, sino una formación profesional de tres años y cuyas funciones principales se relegan a las de los cuidados.

Los enfermeros piden protección ante las injurias y las amenazas

Más de 1.900 de enfermeros presentaron denuncias alegando haber sufrido algún tipo de agresión verbal o física, según datos del 2012
El Sindicato de Enfermería, Satse, califica de postitiva pero insuficiente la nueva reforma del Código Penal entrada ayer en vigor. Según la medida aprobada por el Gobierno, el funcionario sanitario será considerado como autoridad pública de manera que las agresiones que puedan sufrir ya no se considerarán una falta sino un delito.

No obstante, la modificación de la normativa no contempla otro tipo de conductas como las injurias, las amenazas y las coacciones. Por eso, desde el Satse se reclaman nuevas medidas que den cobertura a este tipo de prácticas muy habituales en el ámbito sanitario. Por otra parte, la organización sindical va más allá y exige una ley específica que incluya como sujeto del delito al empleado público. Dicho de otra forma, desde el Sindicato de Enfermería se reclama que todo aquel que trabaje para la administración, incluidos los trabajadores laborales, también se puedan beneficiar de esta nueva medida puesta en marcha.

En cuanto a las cifras, según un informe oficial en el que participó el Sindicato de Enfermería, en 2012 fueron 1.958 los enfermeros que presentaron una denuncia alegando haber sufrido algún tipo de agresión verbal o física. No obstante, solo un 11% de los profesionales agredidos se animaron a denunciar su caso por lo que el número de denuncias se puede ver ligeramente incrementadon

📢 Pronunciamiento del Colectivo de Enfermería

El Colectivo de Enfermería viene denunciando desde hace tiempo que la situación diaria en el arte del cuidado se ha vuelto insostenible en t...