http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/0/0el_antiguo_pabellon_de_quemados_esta_siendo_reducido_a_escombros/0el_antiguo_pabellon_de_quemados_esta_siendo_reducido_a_escombros.asp?CodSeccion=48
El edificio fue encerrado, y ya está siendo derrumbado.
El Hospital San Francisco de Paula, mejor conocido por los barranquilleros como el Hospitalito, poco a poco va siendo convertido en una pila de escombros. En ese edificio que empieza a ser desmoronado funcionó por décadas el único pabellón de quemados para niños pobres en la ciudad.
Y más de 150 de sus antiguos trabajadores aún esperan que les paguen los salarios de todo el 2009. También esperan que paguen la seguridad social que nunca les cancelaron, por la cual 121 de ellos no han podido reclamar sus pensiones.
“Es tremendo, muy doloroso”, dice Sol Rodríguez, representante de los trabajadores del Hospital. “Hemos llorado con esto. Luchamos bastante para que se mantuviera vivo”.
Los ex empleados lideraron varias campañas para recoger fondos, y protestar para clamar ayuda. El Hospitalito había entrado en liquidación desde 1995, y pese a los esfuerzos fue cerrado en abril del año pasado, cuando se volvió insostenible.
Sol tiene 50 años. 32 de ellos los dedicó a trabajar como enfermera en esa institución, una fundación privada sin ánimo de lucro, que hasta el 2008 financió el 60% de su operación con recursos públicos. Desde ese año “el Distrito nos dijo que no volvería a contratar, que no giraría más plata”.
La enfermera dice entre sollozos que la acumulación de las acreencias “prácticamente se lo llevó. El Distrito quedó debiendo $1.600 millones, y ni pagó un solo peso por los espacios que tenía alquilados aquí para su programa de Niños del Semáforo”. La Secretaría de Salud ha negado las acusaciones, y afirma que su postura fue cruzar los recursos que se le entregaban contra venta de servicios, dando como resultado un saldo a favor de la Alcaldía.
Sol asegura que las 15 enfermeras que trabajaban en la sala de quemados fueron contratadas por la misma Alcaldía para crear un pabellón equivalente en el Hospital Pediátrico, que entró a operar la IPS Caprecom. “Aunque ganando la mitad”.
Rodríguez anuncia que los trabajadores están preparando demandas contra el Estado, puesto que la venta del edifico no alcanzará para pagar todo lo que les deben. El inmueble fue vendido por $4.750 millones, unos $10 mil millones menos de lo necesario para subsanar la totalidad de las acreencias.
Guillermo De la Hoz Carbonó, gerente liquidador del Hospital, ha explicado que en el lugar se planea hacer un edificio de apartamentos. El terreno fue vendido a Magnacord.
El edificio fue encerrado, y ya está siendo derrumbado.
Y más de 150 de sus antiguos trabajadores aún esperan que les paguen los salarios de todo el 2009. También esperan que paguen la seguridad social que nunca les cancelaron, por la cual 121 de ellos no han podido reclamar sus pensiones.
“Es tremendo, muy doloroso”, dice Sol Rodríguez, representante de los trabajadores del Hospital. “Hemos llorado con esto. Luchamos bastante para que se mantuviera vivo”.
Los ex empleados lideraron varias campañas para recoger fondos, y protestar para clamar ayuda. El Hospitalito había entrado en liquidación desde 1995, y pese a los esfuerzos fue cerrado en abril del año pasado, cuando se volvió insostenible.
Sol tiene 50 años. 32 de ellos los dedicó a trabajar como enfermera en esa institución, una fundación privada sin ánimo de lucro, que hasta el 2008 financió el 60% de su operación con recursos públicos. Desde ese año “el Distrito nos dijo que no volvería a contratar, que no giraría más plata”.
La enfermera dice entre sollozos que la acumulación de las acreencias “prácticamente se lo llevó. El Distrito quedó debiendo $1.600 millones, y ni pagó un solo peso por los espacios que tenía alquilados aquí para su programa de Niños del Semáforo”. La Secretaría de Salud ha negado las acusaciones, y afirma que su postura fue cruzar los recursos que se le entregaban contra venta de servicios, dando como resultado un saldo a favor de la Alcaldía.
Sol asegura que las 15 enfermeras que trabajaban en la sala de quemados fueron contratadas por la misma Alcaldía para crear un pabellón equivalente en el Hospital Pediátrico, que entró a operar la IPS Caprecom. “Aunque ganando la mitad”.
Rodríguez anuncia que los trabajadores están preparando demandas contra el Estado, puesto que la venta del edifico no alcanzará para pagar todo lo que les deben. El inmueble fue vendido por $4.750 millones, unos $10 mil millones menos de lo necesario para subsanar la totalidad de las acreencias.
Guillermo De la Hoz Carbonó, gerente liquidador del Hospital, ha explicado que en el lugar se planea hacer un edificio de apartamentos. El terreno fue vendido a Magnacord.
No hay comentarios:
Publicar un comentario