Un enfermo agrede a un médico y a un enfermero en el área de Salud Mental
En lo que va de año en la provincia de Almería se han registrado ya 14 denuncias por atentados físicos y verbales contra los profesionales sanitarios de centros de salud y de hospitales
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Médicos protestan por la agresión a un compañero cuando pasaba consulta
Un enfermo en tratamiento psiquiátrico agredió el pasado viernes, día 22 de julio, a un médico y a un enfermero del hospital Torrecárdenas causándole heridas de diversa consideración. La dirección del Complejo Hospitalario Torrecárdenas lamenta y rechaza profundamente la agresión que se produjo en la Unidad de Salud Mental.
El centro sanitario cuenta con varios sistemas de control y vigilancia que incluyen el personal de seguridad que acudió de inmediato al lugar donde se produjo la agresión física a solventar la situación, que derivó en que el agresor tuviera que ser reducido en colaboración con las fuerzas del orden público.
Tanto el facultativo como el enfermero víctimas de los golpes que le propinó el paciente tuvieron que ser atendidos por el personal sanitario del complejo hospitalario aquejados de contusiones en diferentes partes del cuerpo, como informaron a Diario de Almería fuentes sanitarias.
Una vez conocidos los hechos, la dirección de Torrecárdenas presentó una denuncia con el objeto de que la justicia depure todas las responsabilidades ante estas lamentables agresiones que atentan contra la integridad física y psicológica de los facultativos durante el desempeño de su trabajo.
En lo que va de año, en el hospital de referencia de la provincia, ya se han producido cuatro casos similares a este, y en todos se ha personado el hospital como acusación, según avanzaron fuentes del propio centro sanitario.
Torrecárdenas, como el resto de hospitales de la provincia, aplica desde el año 2005 el Plan de Prevención de Atención de Agresiones puesto en marcha por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. En base a este plan dispone de un sistema cerrado de videovigilancia, servicio de seguridad privada y timbres antipánico en distintos lugares de las instalaciones. Además, según explicaron desde la Delegación provincial de Salud, la dirección del hospital ha solicitado dos nuevas cámaras de seguridad para cubrir espacios que aún estaban huérfanos de videovigilancia, y que serán instaladas en los próximos días. En total, en los centros sanitarios de la provincia de Almería, entre hospitales y ambulatorios, hay más de medio centenar de cámaras de viodeovigilancia y 216 timbres antipánico. Se trata de eficaces medidas de seguridad, que en los últimos años se han convertido en una prioridad para la administración andaluza.
Por otro lado, los facultativos han recibido cursos de formación para afrontar situaciones de riesgo y desde la dirección se ofrece apoyo jurídico y psicológico a todos los profesionales del centro que sean agredidos mientras desempañan sus funciones, según destacaron desde la Junta de Andalucía.
En lo que va de año, en la provincia de Almería se han registrado un total de 14 agresiones a facultativos en centros sanitarios. Concretamente, a tenor de los datos que tiene registrados la administración, la mayoría de las denuncias las han presentado facultativos del hospital de Poniente, donde en apenas seis meses se han sucedido hasta nueve agresiones, tanto físicas como verbales, con insultos y hasta con amenazas.
Desde el mes de enero hasta julio sólo los distritos del Área Sanitaria Norte y el Distrito Almería pueden presumir de no registrar ni una sola denuncia por agresión a facultativos. Por contra, el Distrito Poniente suma una a un médico que recibió golpes cuando pasaba consulta.
Tanto las sociedades científicas como los distintos centros de profesionales de la sanidad alertan de la situación por la que está pasando el sector, y es que se estima que hasta un 25% de los incidentes laborales violentos se producen en ese entorno.
Médicos y técnicos sanitarios piden más protección jurídica de sus derechos como trabajadores, así como una tolerancia cero contra este tipo de agresiones, a menudo muy infravaloradas por la sociedad en general. De hecho, los especialista tildan de "insuficiente" la ley que el fiscal general del Estado emitió para considerar como delito las agresiones que sufrían los trabajadores públicos (entre ellos los médicos).
Las cifras hablan por sí solas. Sólo hace falta estudiar los datos estadísticos para sorprenderse, y es que desde el año 2007 en la provincia de Almería se registraron un total de 228 agresiones físicas y verbales a médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos..., y en general personal que trabaja en centros sanitarios públicos. Son datos del inventario que ha hecho CCOO basándose en cifras oficiales del Registro Informatizado de Agresiones (RIAC) del Servicio Andaluz de Salud.
Además de la Junta de Andalucía y los propios distritos sanitarios, de los sindicatos y de las asociaciones, también el Colegio de Médicos se ha manifestado en cuantiosas ocasiones sobre esta lacra. Se trata de un problema en el que la lucha del todos a una es crucial.
Los hospitales, la Junta y el propio colegio de médicos se han personado en cuantiosas ocasiones como acusación particular cuando un facultativo ha sido agredido durante el desempeño de sus funciones.
El presidente del Colegio de Médicos, Francisco José Martínez Amo, hizo hace unos meses un llamamiento a la sociedad almeriense para que colabore en el objetivo de que no se repitan más estos hechos. Pidió comprensión ante situaciones "motivadas por la gran presión asistencial de las que en ningún momento el médico es responsable". De igual modo, realizó un llamamiento de colaboración a la Administración de Justicia "para que toda agresión a un médico como funcionario público, en el ejercicio de su trabajo, sea considerada como delito y no como falta", como se ha califica en algunas de las sentencias que ya son firmes.
Por otro lado, desde el Colegio de Médicos de Almería sostienen que "sólo desde un abordaje múltiple, que implique a instituciones y estamentos, será posible vislumbrar una solución al problema de las agresiones a los profesionales sanitarios, una lacra que conduce a que se resienta la calidad asistencial, y que en definitiva perjudica a los pacientes".
El centro sanitario cuenta con varios sistemas de control y vigilancia que incluyen el personal de seguridad que acudió de inmediato al lugar donde se produjo la agresión física a solventar la situación, que derivó en que el agresor tuviera que ser reducido en colaboración con las fuerzas del orden público.
Tanto el facultativo como el enfermero víctimas de los golpes que le propinó el paciente tuvieron que ser atendidos por el personal sanitario del complejo hospitalario aquejados de contusiones en diferentes partes del cuerpo, como informaron a Diario de Almería fuentes sanitarias.
Una vez conocidos los hechos, la dirección de Torrecárdenas presentó una denuncia con el objeto de que la justicia depure todas las responsabilidades ante estas lamentables agresiones que atentan contra la integridad física y psicológica de los facultativos durante el desempeño de su trabajo.
En lo que va de año, en el hospital de referencia de la provincia, ya se han producido cuatro casos similares a este, y en todos se ha personado el hospital como acusación, según avanzaron fuentes del propio centro sanitario.
Torrecárdenas, como el resto de hospitales de la provincia, aplica desde el año 2005 el Plan de Prevención de Atención de Agresiones puesto en marcha por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. En base a este plan dispone de un sistema cerrado de videovigilancia, servicio de seguridad privada y timbres antipánico en distintos lugares de las instalaciones. Además, según explicaron desde la Delegación provincial de Salud, la dirección del hospital ha solicitado dos nuevas cámaras de seguridad para cubrir espacios que aún estaban huérfanos de videovigilancia, y que serán instaladas en los próximos días. En total, en los centros sanitarios de la provincia de Almería, entre hospitales y ambulatorios, hay más de medio centenar de cámaras de viodeovigilancia y 216 timbres antipánico. Se trata de eficaces medidas de seguridad, que en los últimos años se han convertido en una prioridad para la administración andaluza.
Por otro lado, los facultativos han recibido cursos de formación para afrontar situaciones de riesgo y desde la dirección se ofrece apoyo jurídico y psicológico a todos los profesionales del centro que sean agredidos mientras desempañan sus funciones, según destacaron desde la Junta de Andalucía.
En lo que va de año, en la provincia de Almería se han registrado un total de 14 agresiones a facultativos en centros sanitarios. Concretamente, a tenor de los datos que tiene registrados la administración, la mayoría de las denuncias las han presentado facultativos del hospital de Poniente, donde en apenas seis meses se han sucedido hasta nueve agresiones, tanto físicas como verbales, con insultos y hasta con amenazas.
Desde el mes de enero hasta julio sólo los distritos del Área Sanitaria Norte y el Distrito Almería pueden presumir de no registrar ni una sola denuncia por agresión a facultativos. Por contra, el Distrito Poniente suma una a un médico que recibió golpes cuando pasaba consulta.
Tanto las sociedades científicas como los distintos centros de profesionales de la sanidad alertan de la situación por la que está pasando el sector, y es que se estima que hasta un 25% de los incidentes laborales violentos se producen en ese entorno.
Médicos y técnicos sanitarios piden más protección jurídica de sus derechos como trabajadores, así como una tolerancia cero contra este tipo de agresiones, a menudo muy infravaloradas por la sociedad en general. De hecho, los especialista tildan de "insuficiente" la ley que el fiscal general del Estado emitió para considerar como delito las agresiones que sufrían los trabajadores públicos (entre ellos los médicos).
Las cifras hablan por sí solas. Sólo hace falta estudiar los datos estadísticos para sorprenderse, y es que desde el año 2007 en la provincia de Almería se registraron un total de 228 agresiones físicas y verbales a médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos..., y en general personal que trabaja en centros sanitarios públicos. Son datos del inventario que ha hecho CCOO basándose en cifras oficiales del Registro Informatizado de Agresiones (RIAC) del Servicio Andaluz de Salud.
Además de la Junta de Andalucía y los propios distritos sanitarios, de los sindicatos y de las asociaciones, también el Colegio de Médicos se ha manifestado en cuantiosas ocasiones sobre esta lacra. Se trata de un problema en el que la lucha del todos a una es crucial.
Los hospitales, la Junta y el propio colegio de médicos se han personado en cuantiosas ocasiones como acusación particular cuando un facultativo ha sido agredido durante el desempeño de sus funciones.
El presidente del Colegio de Médicos, Francisco José Martínez Amo, hizo hace unos meses un llamamiento a la sociedad almeriense para que colabore en el objetivo de que no se repitan más estos hechos. Pidió comprensión ante situaciones "motivadas por la gran presión asistencial de las que en ningún momento el médico es responsable". De igual modo, realizó un llamamiento de colaboración a la Administración de Justicia "para que toda agresión a un médico como funcionario público, en el ejercicio de su trabajo, sea considerada como delito y no como falta", como se ha califica en algunas de las sentencias que ya son firmes.
Por otro lado, desde el Colegio de Médicos de Almería sostienen que "sólo desde un abordaje múltiple, que implique a instituciones y estamentos, será posible vislumbrar una solución al problema de las agresiones a los profesionales sanitarios, una lacra que conduce a que se resienta la calidad asistencial, y que en definitiva perjudica a los pacientes".
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