“La
falta de enfermeras es uno de los problemas más graves en neonatología
–destacó Bernardo Chomski, coordinador de la entidad profesional Asumen,
dedicada a la salud infantil–: en la ciudad de Buenos Aires este
déficit, que ya llegaba al 35 por ciento hace diez años, se acerca hoy
al 45 por ciento. Hay servicios de alta complejidad, con diez o doce
bebés en internación a cargo de una o dos enfermeras: deberían trabajar
seis horas, pero por la escasez de personal hacen dos módulos: son doce
horas diarias, con un agotamiento físico tremendo que a veces lleva a
relajar las medidas de cuidado: pueden no tener tiempo de lavarse las
manos, y esto aumenta las infecciones intrahospitalarias y la mortalidad
neonatal.”
“El déficit de enfermería concierne también a la atención de adultos
y se registra en todo el país –apuntó Jorge Tavosnanska, también de
Asumen–: en la Argentina hay más médicos que enfermeras: 2,4 por cada
una, cuando el criterio aplicado en el mundo es al revés, seis
enfermeras por cada médico. Y las que hay en la Argentina se ven
sobrecargadas, sufren estrés y enfermedades profesionales y cobran
sueldos insuficientes.”“Es urgente jerarquizar la profesión de enfermería: hoy ni siquiera están en el escalafón profesional de la carrera hospitalaria, sino en el escalafón general; ni siquiera se las considera profesionales. El Congreso de la Nación no termina de sancionar la ley profesional de enfermería, que permitiría recategorizarlas en el nivel que les corresponde”, completó Claudio Solana, desde Asumen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario