La Facultad, dividida en dos bandos desde 2013; peligran documentos oficiales y derecho a la educación, CITLALLI LÓPEZ VELÁZQUEZ
En la práctica, David Gallegos Mendoza, es pasante de enfermería desde hace medio año, pero para el Sistema Institucional de Control Escolar, su vida académica quedó congelada en el séptimo semestre de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca (UABJO). Podría ser parte de una generación perdida.
Y es que David como otros estudiantes que toman clases bajo la dirección de la maestra Anabel López Pérez, en las instalaciones de Ciudad Universitaria, la incertidumbre prevalece desde hace casi dos años por un conflicto interuniversitario que aún no encuentra el fin.
Como una enfermedad crónica, la problemática en la Facultad de Enfermería de la UABJO ha ido creciendo poco a poco con graves consecuencias que estarían violentando el derecho a la educación de cientos de estudiantes y ocasionando al menos dos generaciones perdidas por la falta de entrega de documentos que den validez.
David ostenta la matrícula 1094. Egresó en junio de 2014 con un promedio de 8.4 pero en el Sistema Institucional de Control Escolar su historia académica sigue tres semestres atrás al igual que el de Vania García Flores matrícula 57456, Juan Carlos Manuel Benítez, Gerónimo Epitasio de Jesús matrícula 66751 y Jazmín Delgado Salinas matrícula 74274, quienes forman parte de la misma generación y son representantes estudiantiles en el amparo promovido ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
RUTA SIN FINAL
El recursos promovido en 2013 demanda el acceso a la educación. El pasado abril de este año, el amparo fue resuelto y en éste se ordena al Rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes dar validez a los estudios de las y los estudiantes demandantes. Vencido el plazo para el cumplimiento, no hay una respuesta.
Este recurso en sus inicios fue promovido por 21 estudiantes, elegidos tres por cada semestre como representantes. Al paso del tiempo, sólo quedaron seis debido al desistimiento de algunos a cambio de la regularización y su adhesión a la fracción que reconoce como directora a la profesora María Luisa Chávez Solano.
"Nosotros decidimos mantenernos en pie y confiados en el amparo", sostiene David, quien ahora le apuesta al tiempo para tener un documento oficial con el cual demostrar que cursó la carrera.
El amparo fue interpuesto poco después del estallido del conflicto en la facultad "haciendo valer el derecho a la educación porque se nos estaba privando de nuestra reinscripción normal y nuestros estudios", el portavoz de las y los estudiantes.
A la par de este recurso, el estudiantado presentó una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) la cual derivó en la emisión de medidas cautelares que implicaban el reconocimiento y validez de los estudios cursados. Lo instruido por la defensoría tampoco ha sido acatado.
"Nosotros vamos a tener que agotar todas las instancias, incluso estamos pensando en recurrir a la Corte Interamericana".
En los casi años de conflicto, 240 estudiantes han egresado de la Facultad ubicada en Ciudad Universitaria. Ninguno se ha podido titular.
Calificaciones manuales
Desde el inicio del conflicto, el 22 de octubre de 2013 con el proceso de elección de directiva, los docentes llevan el registro de las calificaciones de manera manual, situación que afecta sólo a los estudiantes que reciben clases en la facultad de Enfermería en Ciudad Universitaria y quienes reconocen a la profesora Maribel López como la directora de Enfermería.
Maribel López Pérez sigue fungiendo como directora de la facultad pese a que en noviembre de 2013 el Consejo Universitario de la UABJO declaró improcedente su designación. Sin embrago, ésta sostiene que no se comprobaron las irregularidades de las que se le señala para hacer invalidas las elecciones.
Tras este hecho, se dispuso la integración de una Comisión Ejecutiva, para encabezar la administración en esa institución, lo que originó que otro grupo de estudiantes reciban clases en otras instalaciones fuera de la Universidad que está bajo la dirección de Maria Luisa Chávez Solano.
"En lo que va de este conflicto nosotros hemos egresado a dos generaciones por lo tanto somos los que tenemos la validez. Actualmente soy la directora electa y reconocida por el Consejo Universitario", asegura Chávez Solano.
Para la directora, existe un conflicto ficticio por que "éste quedó resuelto por el Consejo Universitario. Lo único que estamos esperando ahora es que se nos devuelvan las instalaciones".
La matrícula con la que actualmente cuenta esta fracción de la Facultad de Enfermería, es de 740 estudiantes, de éstos 119 egresarán en junio de este año y contarán con documentos avalados por el departamento de servicios escolares de la UABJO y la Secretaría General de la Universidad, asentó.
La catedrática asegura haber sido electa el 17 de octubre de 2014 y su periodo concluirá en octubre de 2017.
Hace tres semanas fue reanudado el diálogo entre la rectoría y las partes en conflicto para poder llegar a una solución a la problemática que de no resolverse podría ser constitutivo de violaciones a derechos humanos.
En la práctica, David Gallegos Mendoza, es pasante de enfermería desde hace medio año, pero para el Sistema Institucional de Control Escolar, su vida académica quedó congelada en el séptimo semestre de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca (UABJO). Podría ser parte de una generación perdida.
Y es que David como otros estudiantes que toman clases bajo la dirección de la maestra Anabel López Pérez, en las instalaciones de Ciudad Universitaria, la incertidumbre prevalece desde hace casi dos años por un conflicto interuniversitario que aún no encuentra el fin.
Como una enfermedad crónica, la problemática en la Facultad de Enfermería de la UABJO ha ido creciendo poco a poco con graves consecuencias que estarían violentando el derecho a la educación de cientos de estudiantes y ocasionando al menos dos generaciones perdidas por la falta de entrega de documentos que den validez.
David ostenta la matrícula 1094. Egresó en junio de 2014 con un promedio de 8.4 pero en el Sistema Institucional de Control Escolar su historia académica sigue tres semestres atrás al igual que el de Vania García Flores matrícula 57456, Juan Carlos Manuel Benítez, Gerónimo Epitasio de Jesús matrícula 66751 y Jazmín Delgado Salinas matrícula 74274, quienes forman parte de la misma generación y son representantes estudiantiles en el amparo promovido ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
RUTA SIN FINAL
El recursos promovido en 2013 demanda el acceso a la educación. El pasado abril de este año, el amparo fue resuelto y en éste se ordena al Rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes dar validez a los estudios de las y los estudiantes demandantes. Vencido el plazo para el cumplimiento, no hay una respuesta.
Este recurso en sus inicios fue promovido por 21 estudiantes, elegidos tres por cada semestre como representantes. Al paso del tiempo, sólo quedaron seis debido al desistimiento de algunos a cambio de la regularización y su adhesión a la fracción que reconoce como directora a la profesora María Luisa Chávez Solano.
"Nosotros decidimos mantenernos en pie y confiados en el amparo", sostiene David, quien ahora le apuesta al tiempo para tener un documento oficial con el cual demostrar que cursó la carrera.
El amparo fue interpuesto poco después del estallido del conflicto en la facultad "haciendo valer el derecho a la educación porque se nos estaba privando de nuestra reinscripción normal y nuestros estudios", el portavoz de las y los estudiantes.
A la par de este recurso, el estudiantado presentó una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) la cual derivó en la emisión de medidas cautelares que implicaban el reconocimiento y validez de los estudios cursados. Lo instruido por la defensoría tampoco ha sido acatado.
"Nosotros vamos a tener que agotar todas las instancias, incluso estamos pensando en recurrir a la Corte Interamericana".
En los casi años de conflicto, 240 estudiantes han egresado de la Facultad ubicada en Ciudad Universitaria. Ninguno se ha podido titular.
Calificaciones manuales
Desde el inicio del conflicto, el 22 de octubre de 2013 con el proceso de elección de directiva, los docentes llevan el registro de las calificaciones de manera manual, situación que afecta sólo a los estudiantes que reciben clases en la facultad de Enfermería en Ciudad Universitaria y quienes reconocen a la profesora Maribel López como la directora de Enfermería.
Maribel López Pérez sigue fungiendo como directora de la facultad pese a que en noviembre de 2013 el Consejo Universitario de la UABJO declaró improcedente su designación. Sin embrago, ésta sostiene que no se comprobaron las irregularidades de las que se le señala para hacer invalidas las elecciones.
Tras este hecho, se dispuso la integración de una Comisión Ejecutiva, para encabezar la administración en esa institución, lo que originó que otro grupo de estudiantes reciban clases en otras instalaciones fuera de la Universidad que está bajo la dirección de Maria Luisa Chávez Solano.
"En lo que va de este conflicto nosotros hemos egresado a dos generaciones por lo tanto somos los que tenemos la validez. Actualmente soy la directora electa y reconocida por el Consejo Universitario", asegura Chávez Solano.
Para la directora, existe un conflicto ficticio por que "éste quedó resuelto por el Consejo Universitario. Lo único que estamos esperando ahora es que se nos devuelvan las instalaciones".
La matrícula con la que actualmente cuenta esta fracción de la Facultad de Enfermería, es de 740 estudiantes, de éstos 119 egresarán en junio de este año y contarán con documentos avalados por el departamento de servicios escolares de la UABJO y la Secretaría General de la Universidad, asentó.
La catedrática asegura haber sido electa el 17 de octubre de 2014 y su periodo concluirá en octubre de 2017.
Hace tres semanas fue reanudado el diálogo entre la rectoría y las partes en conflicto para poder llegar a una solución a la problemática que de no resolverse podría ser constitutivo de violaciones a derechos humanos.
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