14 jul 2017

“Una vez más, a los enfermeros […] les digo gracias. Siempre tendrán un lugar especial en mi corazón”

Tim Oliphantun paciente del hospital estadounidense Maury Regional Medical Center, en Columbia, ha querido mostrar su agradecimiento a los enfermeros que le han acompañado en su estancia en el hospital. Mediante una emotiva carta publicada en inglés en el Daily Herald, ha decidido plasmar sus sentimientos hacia este gremio del mundo sanitario y conseguir que todos podamos valorar la labor, más que necesaria, de estos profesionales.

Aquí os dejamos traducido el contenido de la carta:

Algunas personas hacen trabajos, día tras día, que casi nunca se notan. Hacen los trabajos ingratos, los que todos tomamos por sentado.

Quiero decir, a menos que los necesitemos.

Habiendo dicho esto, el propósito de esta carta es dar las gracias a algunas de estas personas: los enfermeros y los técnicos en enfermería de la planta cardiaca del Maury Regional Medical Center.

Por segunda vez, en los últimos tres años, me encontré en este hospital. Entonces, y en esta ocasión, el trabajo y el servicio de los profesionales enfermeros que me ofrecieron, y que ofrecen a la comunidad, no deben pasar desapercibidos. En mi estancia en la Sección de Cardiología del Maury Regional, recibí una atención profesional, amable y cariñosa por parte de todos los enfermeros. Sin despreciar a los médicos, a los cuales también aprecio. Sin embargo, los enfermeros fueron los que me despertaron a las cuatro de la mañana, me trajeron mi Sprite Zero con hielo, me hicieron las revisiones y comprobaciones oportunas, soportaron mi estupidez, y demostraron cuidado, preocupación, compasión y compañerismo.

No exagero cuando digo que en más de una ocasión los enfermeros me salvaron la vida. Para todo el que diga "están haciendo su trabajo", le contesto, nunca lo entenderás completamente hasta que pases por lo que yo, y otros pacientes cardiacos, hemos pasado.

Una vez más, a los enfermeros y auxiliares de enfermería del Maury Regional, les digo "gracias". Siempre tendrán un lugar especial en mi corazón, muy dañado pero muy agradecido.

 

Tim Olipha

Faltan pediatras y enfermeros en el hospital de Apóstoles

La escasez de recursos humanos también se siente en este centro, que recibe pacientes de varios municipios cercanos. Reclaman más médicos especialistas y necesitan un anestesista


La falta de recursos humanos para hospitales es una realidad palpable en toda la provincia. El "Bernardo Allassia" de Apóstoles sufre desde hace tiempo la falta de enfermeros y pediatras y ahora necesita un anestesista. La situación adquiere aún más relevancia debido a que el nosocomio recibe a los pacientes de hasta cinco localidades cercanas a la ciudad. 


El personal de la institución, el director del hospital y los pacientes que llegan allí a atenderse reconocen la falta de profesionales en dichas áreas. Los médicos del hospital muchas veces no dan abasto porque hasta allí llegan pacientes de Concepción de la Sierra, Azara, San José, Tres Capones, las colonias y hasta de Colonia Liebig, Corrientes, a 8 kilómetros de Apóstoles.

"El personal de enfermería es escaso. Necesitamos más profesionales y no auxiliares", indicaron los trabajadores a PRIMERA EDICIÓN. "Desde 2013 no se toma personal profesional. Hay necesidad de un contrato y una gestión para que permanezcan. Ya nadie trabaja ad honorem y los enfermeros son una necesidad", agregaron. 

Los trabajadores indicaron que "enero y febrero son críticos, no damos abasto" y pidieron que se considere "contratar enfermeros de forma temporal en esa época". También seguraron que no hay camilleros para pacientes quirúrgicos y el faltante de insumos.

Por su parte, el director del hospital, Ricardo Martínez, indicó a PRIMERA EDICIÓN que "dentro de la estructura del hospital estamos bien", pero reconoció que "estamos flojos en recursos humanos, necesitamos más enfermeras". 

Afirmó que "tenemos un plantel bastante antiguo con muchas licencias médicas por enfermedad y también sucede en áreas como la administrativa". 

Sobre qué tipo de profesionales necesita el hospital, Martínez señaló que "lo que se da en toda la provincia: pediatras, ginecólogos y en este momento necesitamos un anestesista". 

En relación a las guardias nocturnas, explicó que "tenemos médicos de guardias, lo cual no quiere decir que tengamos pediatras, que es un tema que se repite en toda la provincia". 

El acoso laboral sufrido por los enfermeros, una realidad

Las relaciones laborales en el ámbito sanitario están expuestas a múltiples situaciones de estrés, tensión y, muchas veces, choques entre los  profesionales que ocupan distintos rangos en el organigrama jerárquico. El hecho de que la vida de las personas esté en juego, puede dar pie a que las formas en las que se traten médicos y enfermeros no sean las correctas ni las adecuadas entre dos compañeros de trabajo. En diversas ocasiones los profesionales en enfermería sufren abusos de poder por parte de los médicos, los cuales ocupan un mayor puesto en la organización jerárquica.

Alexandra Robbins, profesora, periodista e investigadora estadounidense, ha decidido plasmar la situación vivida en el gremio de la enfermería con su nuevo libro "The Nurses. A year of secrets, drama and miracles with the heroes of the hospital" (Los Enfermeros. Un año de secretos, dramas y milagros con los héroes del hospital). La autora ha utilizado el relato de cuatro enfermeras, en los que el abuso laboral y sexual por parte de los médicos está presente. En el libro se tocan, también, temas tabú como los problemas que conlleva el consumo de drogas entre los profesionales con una mayor categoría y responsabilidad, y con un altísimo estrés y exigencia laboral. Una realidad de la que no se habla con frecuencia y que, a menudo, quiere ser silenciada.

Robbins cita y enumera distintos casos reales en los que los enfermeros han sufrido acoso o menosprecio por parte del personal médico, incluso delante de los pacientes y sus familiares. Al igual que expone las consecuencias de tener una fuerte discusión, tales como la pérdida de concentración con la tarea que se estaba realizando, o una falta de atención al paciente y a su problemática. Los profesionales sanitarios tienen que dar el 100% en todo momento para asegurar que la vida del paciente no corra ningún peligro, y cualquier distracción puede impedir que se lleve a cabo esta tarea.

La publicación de este libro hace reflexionar sobre la necesidad de que existan relaciones de poder entre médicos y enfermeros, es más, ¿puede haber una estructura jerárquica sin implicar superioridad? La autora busca que se vea que lo único que tiene que importar es el paciente y su salud, eso es lo que une a ambos gremios profesionales y por lo que los dos deberían trabajar conjuntamente.

Enfermeros marcharán mañana hasta La Fortaleza


El presidente del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico (CPEPR), Juan Carlos Soto Santiago, y su homólogo del Colegio de Enfermería Práctica Licenciada de Puerto Rico (CEPLPR), exhortaron a sus respectivas matrículas a participar mañana, martes, en una marcha hasta La Fortaleza.

La actividad, con el propósito de repudiar el proyecto de la Cámara 17 para crear la "Ley de Médicos Asistentes de Puerto Rico", está convocada para las 11:00 de la mañana saliendo desde La Plaza de Armas, en el Viejo San Juan.

Ambas organizaciones, que actualmente representan 71,000 colegiados, han convocado a sus integrantes para alzar su voz de protesta y aunar esfuerzos para reclamar al gobernador Ricardo Roselló Nevares que no convierta en ley la medida.

La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron el proyecto el pasado 23 de junio, sin la celebración de vista pública.

El proyecto de la Cámara 17, con enmiendas del Senado, crea la "Ley de Médicos Asistentes en Puerto Rico", que permitiría que personas con un doctorado en Medicina que no han aprobado los exámenes de reválida que ofrece la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica de Puerto Rico, adscrita al Departamento de Salud, puedan prestar servicios médicos limitados.

Los líderes de ambas organizaciones consideran que una ley de esa naturaleza amenaza la principal fuente de empleo de los profesionales de la enfermería y además a la seguridad en la prestación de servicios de salud a los ciudadanos. 

El papel de la enfermería en la UCI Pediátrica

Pilar Bernalte García es actualmente enfermera en la Unidad de Neonatos del Complejo Hospitalario de Albacete y presidenta de la Asociación Nacional de Enfermería de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales (ANECIPN).

Especialista en Pediatría y licenciada en Antropología Social y Cultural, pasó cuatro años trabajando en la UCI de Pediatría y Neonatología del Hospital Miguel Servet, en Zaragoza, y otros tantos en la UCI adulta y en las unidades de Reanimación, Cirugía y Digestiva del centro de Albacete, hospital en el que, tras este periodo, pasó 25 años como supervisora de la UCI Neonatal y Pediátrica hasta que consiguió la plaza que ahora ostenta. 

Pregunta. ¿Cuáles son las funciones principales que llevan a cabo los enfermeros de cuidados intensivos pediátricos?

Respuesta. La unidad de cuidados intensivos pediátricos representa un área especializada de la Enfermería, en la que a la dificultad de atender a un paciente en estado grave se une la de prestar cuidados óptimos a pacientes de edad comprendida entre el recién nacido y el adolescente de 14 años. A esto hay que añadir la situación de integrar a la familia en dichos cuidados, proporcionando una atención completa al paciente crítico.

Entre las muchas funciones que se llevan a cabo están la recepción de enfermos, es decir, la atención que se presta al paciente cuando ingresa en la unidad, con objeto de identificar sus necesidades y planificar sus cuidados, para lo cual es necesario preparar el box ante la notificación de ingreso, colocar al paciente en la cama, informarle acerca de la unidad y de su situación (si procede), identificar y jerarquizar las necesidades, planificar los cuidados, registrar los datos en la gráfica y atender e informar a los familiares, pues al tratar con niños es muy importante crear un ambiente de tranquilidad y seguridad que sirva de apoyo para disminuir la tensión y la angustia.

A su vez, mantenemos la higiene de los pacientes en un ambiente seguro y sin riesgo de infección, realizando el aseo general y educando, de forma específica, al paciente inmunodeprimido; cuidados que se prestan de forma periódica con el fin de mantener un buen tono muscular, evitar deformidades, alteraciones de la piel, etc.; mantenimiento de todas las funciones específicas como la función respiratoria, cardiovascular, del sistema nervioso y del potencial donante de órganos; y la colaboración en la realización de pruebas diagnósticas.

P. ¿Qué tratamientos son los más habituales en las unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCIP)?

R. La finalidad de la UCIP es cuidar la salud de los niños mediante una atención sanitaria efectiva y de calidad en el tratamiento. Los que requieren ingreso en estas unidades son aquellos que presentan las situaciones más graves.

Los casos más habituales que nos encontramos son los de pacientes que desarrollan una enfermedad grave como meningitis, sepsis, meningoencefalitis o miocarditis; oncológicos complejos; traumatismos graves; el postoperatorio de cirugías muy complejas, como la resección de tumores o la corrección de anomalías congénitas como las malformaciones cardiacas; la asistencia a pacientes de trasplante renal y médula ósea.

También es corriente tratar enfermedades que habitualmente no requieren atención en cuidados intensivos pero que, en su evolución, se agravan y hacen necesaria la vigilancia y el tratamiento en la unidad, como es el caso de las neumonías o las infecciones víricas (por ejemplo, la gripe o la bronquiolitis); o debut diabético.

P. El trabajo en las UCIP siempre es duro ¿Cómo afecta psicológicamente su labor en este ámbito a un enfermero?

R. El equipo que atiende al niño crítico está especializado en el cuidado del menor gravemente enfermo, de forma que el personal de la unidad conoce a todos los pacientes.

Como profesionales sanitarios debemos asegurarnos de proporcionar la mayor excelencia en los cuidados que ofrecemos con el fin de conseguir una mejor calidad de vida y que los pacientes puedan adaptarse del mejor modo a la situación a la que se enfrentan.

Como profesionales de Enfermería debemos entender estas situaciones derivadas de nuestro trabajo que pueden llevarnos a un creciente estrés. Debemos aceptarlas, asumir desde el punto de vista profesional que no solo tenemos una función asociada a la vida, y la mejora de nuestras condiciones humanas, sino también funciones de acompañamiento en el final.

P. Las noticias sobre humanización de estas áreas están proliferando en los últimos tiempos, ¿qué importancia tiene este aspecto en los cuidados intensivos

R. Es importante destacar la demanda de una asistencia no centrada exclusivamente en el bienestar físico del paciente, sino que también atienda sus necesidades psicológicas y sociales.

Los efectos negativos que ejerce sobre el niño el aislamiento indican que la atención debe extenderse a su núcleo familiar. Ello ha implicado la estructuración de nuestras unidades en un entorno adaptado a la psicología del niño, donde la luz natural garantice la preservación de los ritmos circadianos básicos, que permita un régimen abierto de visitas para que los padres puedan permanecer el máximo tiempo posible con sus hijos, así como la habilitación de espacios dignos para familiares que proporcionen un mínimo de intimidad.

P. ¿Requieren las familias de los niños ingresados en las UCIP un acercamiento o un trato especial?

R. Los padres con un hijo ingresado en una UCI se exponen a situaciones estresantes y emociones negativas. Esta situación supone un caos emocional que puede estar causado por diversos factores, como la separación del hijo, limitación de la participación en decisiones o la perturbación del rol parental.

En la actualidad, la incorporación de la UCI de puertas abiertas supone la inclusión de la familia en el entorno hospitalario y, aunque en ocasiones requiere más tiempo para realizar los cuidados, la participación de la familia es un componente de los cuidados centrados en la misma.

A medida que esto se está llevando a cabo, están emergiendo los efectos positivos de la implicación familiar en el cuidado del paciente crítico.

Considero que cuando un niño ingresa en el hospital, la participación de la familia debe continuar siendo activa para conseguir un cuidado integral y un entorno terapéutico óptimo.

P. El pasado mes de mayo, ANECIPN organizó la vigésimo octava edición de su congreso, ¿qué importancia tienen estos eventos como marco de intercambio de ideas y experiencias entre profesionales?

R. Bajo el lema "El Cuidado es la esencia" se ha tratado la práctica de Enfermería basada en la evidencia, el enfoque integral de los cuidados y los desafíos de los profesionales respecto al trabajo asistencial y a la formación especializada.

En este congreso, además de las conferencias centrales, mesas redondas y talleres, se han presentado comunicaciones orales y comunicaciones póster. La asistencia de profesionales ha sido numerosa, destacando una gran representación de enfermeros especialistas y enfermeros internos residentes de nuestra especialidad.

Este congreso sirve además para establecer relaciones entre esta asociación y otras de ámbito nacional o extranjeras, así como con personas interesadas en el sector sanitario de los cuidados intensivos pediátricos y neonatales, para tratar el estudio de temas y asuntos de interés en relación con el mismo.

Enfermería y responsabilidad política

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