Estamos atravesando una época de desafíos de la enfermería, a los que no podemos responder con medidas a medias o con los esfuerzos aislados como trabajadores de la salud. En este momento todos los colegas tienen la responsabilidad de emprender una acción a fondo, audaz y coordinadas que no sólo impulse la recuperación como sujeto trabajadores del sistema salud, sino que también inicie una nueva era de compromiso de la enfermería nacional.
Reconociendo el cometido esencial que, en colaboración con los demás categorías de personal de los servicios de salud, desempeña el personal de enfermería para la protección y mejoramiento de la salud y bienestar de la población.
Corre peligro la prosperidad de todos los enfermeros de la República Argentina y la supervivencia de los habitantes en las partes más vulnerables del país.
La crisis que esta padeciendo la enfermería nadie puede negar y necesita urgente la acción de todos los enfermeros
Recodando que el personal de enfermería está amparado por numerosos convenios y recomendaciones internacionales del trabajo que fijan normas de alcance general en materia de empleo y condiciones de trabajo, tales como los instrumentos sobre la discriminación, sobre la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva, sobre la conciliación y el arbitraje voluntarios.
La enfermería está dispuesta a liderar y lo que pedimos a nuestros colegas es que se unan a nosotros con idea y objetivo en común.
Si se hizo mucho por la enfermería, muchos años atrás (ej: ley de enfermería), pero todavía queda mucho por hacer, como por ejemplo apoyar la ratificación del convenio 149 de la OIT.
Nuestro liderazgo se basa en una premisa simple, actuaremos con decisión para sacar a la enfermería de la falta de representatividad y reformar nuestra estructura regulatoria. Estas acciones se verán reforzadas por la acción complementaria en todo el territorio nacional.
La recuperación de la enfermería argentina, creará confianza en todos los colegas; nuestros esfuerzos deben empezar con una acción rápida para estimular la participación, en la medida que avancemos deberíamos adoptar un compromiso colectivo.
Todos los colegas del país tienen intereses recíprocos, la nueva enfermería argentina está dispuesta a sumarse a un esfuerzo global en post de mejores condiciones y medio ambiente de trabajo y del crecimiento sustentable. Juntos podemos aprender las lecciones de esta enfermería de décadas pasadas o de otras épocas y forjar una construcción política para valorizar la cultura del diálogo, la innovación, que apoyen e impulse la oportunidad para el desarrollo de la enfermería en este siglo XXI.
saludos cordiales, Sandro Ortega
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