Desde el comienzo de la emergencia sanitaria por el Covid-19, más de 20.000 enfermeros de todo el territorio nacional están próximos o en condiciones de jubilarse de manera anticipada. «Las penosas y peligrosas condiciones laborales que sufren durante más de 40 años afectan negativamente, tanto a su salud como a la atención y cuidados que prestan a una población 47.327.407 según censo 2022
En este sentido, Las enfermeras y enfermeros se destacan por trabajar en unidades críticas adulto, pediátrico, guardia de emergencias, y otros anexos sanitarios donde «se exige una continuidad de cuidados que los lleva a realizar una labor ininterrumpida de 24 horas al día, durante todos los días del año, y, en muchos casos, a lo largo de toda su vida laboral.
El colectivo de enfermería solicita que aplique un coeficiente reductor para su jubilación con una edad 52 o 55 años, con un mínimo de 25 años, o puede ser rebajada en aquellas actividades que sean «de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad» o contemplándose dos x uno en las áreas mencionada por la pandemia, exigida para tener derecho a jubilación
Estar en contacto permanente con el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, lo que, indudablemente, conlleva un aumento del desgaste psíquico y pone en riesgo su salud emocional de los profesionales de enfermería.
29 de junio de 2022. Lic Sandro Ortega
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