Un 27 de noviembre como hoy, fui escolta de la Bandera Bonaerense y egresaba como Enfermero Universitario.
Aquel día no solo marcó un título: marcó un propósito.
Comprendí que la enfermería no es solo una profesión, sino un camino donde la vocación se convierte en servicio y el conocimiento se transforma en acto humano.
Con el paso del tiempo, sigo sosteniendo la misma pasión que me vio nacer como enfermero.
Una pasión que se nutre de cada mirada agradecida, de cada vida que se acompaña, de cada batalla silenciosa que damos junto a nuestros pacientes.
La esencia mágica de cuidar no se aprende: se siente.
Y en ese sentimiento habita la filantropía, la compasión y la convicción profunda
de que todo ser humano merece ser cuidado con dignidad, respeto y esperanza.
Porque la vida continúa,
porque los sueños no se detienen,
y porque la enfermería es esencia, vocación y pasión al servicio de los demás.
Sandro Ortega
#LaVidaContinua
#ContinuanLosSueños
#enfermeriaesenciaypasion
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