Hospital Nacional de Huehuetenango no se da abasto
http://www.prensalibre.com/pl/2009/octubre/14/348377.html# Hacinamiento, falta de médicos y enfermeras, un sitio adecuado para atender niños desnutridos y mala atención de algunos empleados es lo que a diario deben vivir las personas que acuden al Hospital Nacional huehueteco.
La pediatría está saturada, ya que hay un brote de neumonía y bronconeumonía. El problema llegó a tanto, que fue necesario colocar cunas y camas provisionales en el centro de esa área.
Las autoridades se vieron en la necesidad de utilizar parte de la Cirugía de Mujeres para colocar a los niños, pues en promedio el hospital recibe 65 a diario.
María Eugenia Cabrera, estudiante de Medicina que realiza su Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), comentó que los menores están hacinados porque esas instalaciones no tienen otra área para ubicarlos.
Añadió que este problema se deriva de la mala cobertura que tienen los centros y puestos de Salud, que no atienden bien a los pacientes y por eso los niños llegan graves a ese lugar.
Cabrera apuntó que se necesita más espacio físico y personal, porque solo hay dos pediatras que atienden de 7 a 12 horas. Además, tres enfermeras auxiliares y tres estudiantes de EPS que deben atender a 70 pacientes o más.
“El personal hace lo humanamente posible; incluso trabaja el triple de lo que debe laborar, porque las condiciones así lo ameritan”, explicó.
La estudiante resaltó su preocupación por la situación del hospital, pues cree que si las cosas continúan así, jamás se podrá prestar un servicio de calidad a los pacientes.
Una enfermera refirió que deben aplicar medicamentos a distintas horas, por lo que no pueden atender adecuadamente solo a un interno a la vez.
Mirna Teresa Cruz Esteban narró que su hijo Fredy Pérez, de 10 años, quien padece de parálisis cerebral, fue ingresado el jueves último por un problema gastrointestinal y respiratorio, y porque se le infectó una operación que le realizaron en el Hospital San Juan de Dios de la capital.
Refirió que solicitó que le asignaran una ambulancia para el traslado a la capital, pues allí llevan el control del caso, pero se la negaron.
En cambio ubicaron al menor en una cama provisional, en una área distinta a la pediatría.
“Pedimos gasas para limpiarle la herida a mi niño, pero nos dijeron que no había. Es triste, pero es lo que corresponde vivir al pobre que no tiene para pagar un sanatorio”, lamentó Cruz.
Berta Soledad Herrera, otra afectada, llevó al nosocomio a su hija de 4 años, pues tenía problemas para respirar, pero solamente le dieron una receta para comprar medicina y luego le indicaron que se fuera a su casa.
Ella llevó a la menor a una clínica particular, en donde una médica le diagnosticó bronconeumonía. Fue hasta que la madre de la niña presentó ese expediente que la aceptaron en el Hospital Nacional.
Los afectados demandan de ese centro asistencial una mejor calidad de atención.
La pediatría está saturada, ya que hay un brote de neumonía y bronconeumonía. El problema llegó a tanto, que fue necesario colocar cunas y camas provisionales en el centro de esa área.
Las autoridades se vieron en la necesidad de utilizar parte de la Cirugía de Mujeres para colocar a los niños, pues en promedio el hospital recibe 65 a diario.
María Eugenia Cabrera, estudiante de Medicina que realiza su Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), comentó que los menores están hacinados porque esas instalaciones no tienen otra área para ubicarlos.
Añadió que este problema se deriva de la mala cobertura que tienen los centros y puestos de Salud, que no atienden bien a los pacientes y por eso los niños llegan graves a ese lugar.
Cabrera apuntó que se necesita más espacio físico y personal, porque solo hay dos pediatras que atienden de 7 a 12 horas. Además, tres enfermeras auxiliares y tres estudiantes de EPS que deben atender a 70 pacientes o más.
“El personal hace lo humanamente posible; incluso trabaja el triple de lo que debe laborar, porque las condiciones así lo ameritan”, explicó.
La estudiante resaltó su preocupación por la situación del hospital, pues cree que si las cosas continúan así, jamás se podrá prestar un servicio de calidad a los pacientes.
Una enfermera refirió que deben aplicar medicamentos a distintas horas, por lo que no pueden atender adecuadamente solo a un interno a la vez.
Malos tratos
Por si fuera poco, algunas personas denunciaron que han sido víctimas de maltrato por parte de algunas enfermeras, quienes en algunos casos les han negado asistencia médica.Mirna Teresa Cruz Esteban narró que su hijo Fredy Pérez, de 10 años, quien padece de parálisis cerebral, fue ingresado el jueves último por un problema gastrointestinal y respiratorio, y porque se le infectó una operación que le realizaron en el Hospital San Juan de Dios de la capital.
Refirió que solicitó que le asignaran una ambulancia para el traslado a la capital, pues allí llevan el control del caso, pero se la negaron.
En cambio ubicaron al menor en una cama provisional, en una área distinta a la pediatría.
“Pedimos gasas para limpiarle la herida a mi niño, pero nos dijeron que no había. Es triste, pero es lo que corresponde vivir al pobre que no tiene para pagar un sanatorio”, lamentó Cruz.
Berta Soledad Herrera, otra afectada, llevó al nosocomio a su hija de 4 años, pues tenía problemas para respirar, pero solamente le dieron una receta para comprar medicina y luego le indicaron que se fuera a su casa.
Ella llevó a la menor a una clínica particular, en donde una médica le diagnosticó bronconeumonía. Fue hasta que la madre de la niña presentó ese expediente que la aceptaron en el Hospital Nacional.
Los afectados demandan de ese centro asistencial una mejor calidad de atención.
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