http://www.abc.es/20101101/comunidad-catalunya/habito-hace-enfermero-20101101.html
Jordi Blancafort dejó el trasiego del hospital para montar su propia empresa y asisitir a los monjes de Montserrat
A pesar de recibir avalanchas de turistas a diario, el Santuario de Montserrat no ha perdido ese halo de espiritualidad que le confieren sus singulares formaciones rocosas. Si bien no es un monje benedictino, Jordi Blancafort, enfermero de profesión, parece poseer esa paz y satisfacción personal que se esperaría encontrar en los religiosos que habitan en medio de estas montañas.
Después de dejar su trabajo en un hospital hace 12 años, su empresa cubre los servicios sanitarios del complejo de Montserrat, dando trabajo a otros once profesionales más. «Ofrecemos asistencia a los monjes benedictinos que, por su avanzada edad, necesitan una atención especial en el propio domicilio. Y, desde hace tres años, también nos encargamos del servicio de emergencia para los turistas y para el personal del complejo», cuenta orgulloso Blancafort. Este manresano, que antes de montar su empresa trabajaba en la Clínica Sant Josep de Manresa, es uno de los 4.000 enfermeros que en la actualidad trabajan de forma autónoma en la demarcación de Barcelona (un 13% del gremio).
Los enfermeros emprendedores, comunidad que aún no tiene mucha visibilidad aunque el sector está en auge, aplican la noción de «ejercicio libre de la profesión». Trabajan a través del ejercicio autónomo de la enfermería desligándolo de la idea tradicional, y por tanto, no se limitan a las restricciones de un hospital ni de un centro de atención primaria. Esta situación les reporta mucha más libertad para desplegar todas las capacidades aprendidas en sus estudios universitarios. «Nos basamos en un modelo que tiene a la salud como su principal objetivo, en detrimento de los antiguos valores en los que los enfermeros no desarrollamos ni el mínimo de nuestras posibilidades profesionales», afirma Jordi. «Prestamos servicios de calidad. El rol de la enfermería va mucho más allá del hospital. Además de los servicios básicos, proporcionamos consejos, cursos y técnicas ligadas a terapias naturales, y por supuesto curas a domicilio», añade.
«Blancafort infermers» es una empresa consolidada ya en el sector y es un ejemplo de la concepción de enfermería independiente. Actualmente presta servicio todos los días del año y cuentan entre sus clientes, además de los benedictinos y del complejo del Montserrat, la residencia de la Mare de Déu de la Mercé en Barcelona y varias asociaciones de vecinos y mutuas. Desde el Colegio de Enfermería se apoyan estas nuevas perspectivas, ofreciendo asesorías, consejos y ayudas fiscales, listas de proveedores y todo lo necesario para emprender la aventura de la enfermería más libre y más personalizada. Jordi Blancafort es el director de un negocio exitoso, y para él no sólo existe una satisfacción profesional, sino la inherente a cualquier ocupación autónoma: más libertad y menos presiones.
Jordi Blancafort dejó el trasiego del hospital para montar su propia empresa y asisitir a los monjes de Montserrat
A pesar de recibir avalanchas de turistas a diario, el Santuario de Montserrat no ha perdido ese halo de espiritualidad que le confieren sus singulares formaciones rocosas. Si bien no es un monje benedictino, Jordi Blancafort, enfermero de profesión, parece poseer esa paz y satisfacción personal que se esperaría encontrar en los religiosos que habitan en medio de estas montañas.
Después de dejar su trabajo en un hospital hace 12 años, su empresa cubre los servicios sanitarios del complejo de Montserrat, dando trabajo a otros once profesionales más. «Ofrecemos asistencia a los monjes benedictinos que, por su avanzada edad, necesitan una atención especial en el propio domicilio. Y, desde hace tres años, también nos encargamos del servicio de emergencia para los turistas y para el personal del complejo», cuenta orgulloso Blancafort. Este manresano, que antes de montar su empresa trabajaba en la Clínica Sant Josep de Manresa, es uno de los 4.000 enfermeros que en la actualidad trabajan de forma autónoma en la demarcación de Barcelona (un 13% del gremio).
Los enfermeros emprendedores, comunidad que aún no tiene mucha visibilidad aunque el sector está en auge, aplican la noción de «ejercicio libre de la profesión». Trabajan a través del ejercicio autónomo de la enfermería desligándolo de la idea tradicional, y por tanto, no se limitan a las restricciones de un hospital ni de un centro de atención primaria. Esta situación les reporta mucha más libertad para desplegar todas las capacidades aprendidas en sus estudios universitarios. «Nos basamos en un modelo que tiene a la salud como su principal objetivo, en detrimento de los antiguos valores en los que los enfermeros no desarrollamos ni el mínimo de nuestras posibilidades profesionales», afirma Jordi. «Prestamos servicios de calidad. El rol de la enfermería va mucho más allá del hospital. Además de los servicios básicos, proporcionamos consejos, cursos y técnicas ligadas a terapias naturales, y por supuesto curas a domicilio», añade.
«Blancafort infermers» es una empresa consolidada ya en el sector y es un ejemplo de la concepción de enfermería independiente. Actualmente presta servicio todos los días del año y cuentan entre sus clientes, además de los benedictinos y del complejo del Montserrat, la residencia de la Mare de Déu de la Mercé en Barcelona y varias asociaciones de vecinos y mutuas. Desde el Colegio de Enfermería se apoyan estas nuevas perspectivas, ofreciendo asesorías, consejos y ayudas fiscales, listas de proveedores y todo lo necesario para emprender la aventura de la enfermería más libre y más personalizada. Jordi Blancafort es el director de un negocio exitoso, y para él no sólo existe una satisfacción profesional, sino la inherente a cualquier ocupación autónoma: más libertad y menos presiones.
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