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Una familia de Parque Peña, cuyo bebé de 10 meses había fallecido de muerte súbita, denunció que un enfermero de la Unidad Sanitaria Alto Camet pretendía que esperaran la llegada de un forense con el cuerpo sin vida en la vereda, alegando que ya había cumplido su turno y no se le pagarían horas extras por mantener abierta la institución. Familiares y vecinos del barrio piden explicaciones al secretario de Salud, Alejandro Ferro, y al intendente Pulti. "Que vengan y vean que nos tratan peor que a animales", exigió la madre del menor.
El hecho ocurrió el martes a la mañana, en el barrio Parque Peña, cuando Marisol Ibánez y su marido advirtieron que su bebé de 10 meses, Iván, no presentaba signos vitales y lo trasladaron de inmediato a la Unidad Sanitaria Alto Camet. Una vez en el lugar, una médica pediatra y una enfermera constataron que el menor había sufrido muerte súbita. Sin embargo informaron que antes de entregar el cuerpo a sus familiares debían esperar que se hiciera presente un forense que certificara que el deceso se había producido en forma natural.
En medio de la desesperación, los padres aceptaron aguardar la llegada del funcionario policial para cumplir con la formalidad de estos casos. Hasta que uno de los enfermeros de la sala de salud municipal anunció lo incomprensible: eran las 16, horario de cierre del centro y él debía retirarse porque "nadie" le pagaría horas extras. Proponía, en cambio, que los familiares del niño esperaran el arribo del forense fuera de la institución, que colocaran el cuerpito en una silla o en un auto, tapado con una manta.
Ante el irrisorio planteo, los allegados a la víctima y los vecinos en general se reunieron en el ingreso de la Unidad, indignados. Inclusive, el guardia a cargo de la seguridad de la unidad le advirtió al profesional que lo llevaría detenido si se retiraba.
El enfermero finalmente abandonó el lugar, pero la intervención del policía y de una asistente social impidió que la familia debiera continuar la espera con su hijo fallecido en la vereda.
Para Marisol, quien decidió dar a conocer lo sucedido "para que esto no le pase a otra madre", lo que hizo el enfermero "es una locura" porque "trató a una persona pero que si fuera un animal".
"Le pedíamos que tuviera un poco de corazón, que pensara en sus hijos, que nos dejara quedarnos un rato más, pero solamente repetía que no le iban a pagar más", expresó.
También aseguró que "hubo personas que le pidieron explicaciones al enfermero" pero como respuestas sólo recibieron insultos. "Nos dijo que no le rompiéramos las pelotas", detalló.
Por su parte, Gladys Ibáñez, abuela del bebé, pidió "encarecidamente" al intendente Pulti que se acerque al barrio "para que vea lo mal que estamos, que no podemos ir a un hospital porque se nos muere la gente en el camino".
"El viernes fuimos a la Secretaría de Salud para denunciar a esta persona y nos pidieron que hiciéramos una nota para (el Dr. Alejandro) Ferro, que solamente así nos recibirían. La escribimos en el momento, ojalá la lea. No podemos seguir soportando que se nos trate como si no fuéramos seres humanos", afirmó.
"Que por favor alguien haga algo por nosotros porque nosotros también somos personas", pidió por último.
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