3 ene 2012

MEXICO, CIUDAD DE JUAREZ

Caso Andrea Guerrero Venzor
Celebrarán cumpleaños en su ausencia 
Fuente: Ismael Villageomez
Familia de Andrea Guerrero Venzor muestra el cartelón donde solicitan ayuda para encontrarla.
Herika Martínez
NorteDigital

Las autoridades sí han trabajado en su búsqueda, pero aún así no se tiene rastro de su hija, aseguró ayer su madre, Dora Venzor.

Hace 17 años Andrea Guerrero Venzor fue la primera niña que nació en Ciudad Juárez el primero de enero, todos los medios de comunicación estuvieron atentos y las autoridades le dieron varios regalos; pero mañana será diferente, porque su madre y hermanas celebrarán su cumpleaños en su ausencia.

El 8 de agosto del 2010 la vida cambió para su familia, el sueño de ser enfermera para sacar adelante a su mamá y ayudar a sus vecinos en la colonia Lomas de Poleo quedó atrás, cuando un mes después de estudiar Enfermería desapareció.

Las autoridades sí han trabajado en su búsqueda, pero aún así no se tiene rastro de su hija, aseguró ayer su madre, Dora Venzor, quien de cariño le decía 'Chiquis'.

"Si alguien se la llevó, no sean malitos regrésenmela, porque mi hija no le hacía daño a nadie, ella tenía sus sueños, quería ser una gran enfermera, poner en este cuartito una farmacia pequeña para ayudar a las personas de aquí con los medicamentos baratos… por eso yo digo que de vaga no se fue", dijo llorando la mujer dentro de su humilde hogar ubicado en la calle Héctor Murguía, de la colonia Lomas de Poleo.

En 1995 Andrea fue la primer bebé en nacer en la ciudad en ese año, recordó, por lo que cada año se levantaba a las 12:05 horas para darle su abrazo, y luego esperaba el amanecer para darle a la menor de sus cuatro hijos el regalo que siempre pedía: leche con pan.

"En los últimos años que yo ya no contaba con un empleo me levantaba a darle su abrazo, y mi niña me decía 'mami yo nada más con que tuvieras dinero para que ahorita que amanezca me compraras un pan de dulce y un litro de leche', no pedía otro regalo", recordó quien se dedica a limpiar casas en la colonia, además de cuidar a sus dos nietas, mientras que su hija mayor trabaja en una maquiladora.

"Quisiera decirle tantas cosas… que regrese, mi hija es muy lista, muy inteligente, si alguien la tiene que se escape. Yo tengo mucho coraje, pero si la dejan regresar no voy a denunciar a nadie", aseguró mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas.

"Si nos está viendo que sepa que la queremos mucho, que ella tiene que regresar, tiene que continuar sus estudios, ser enfermera como quería", agregó quien pese a la falta de recursos que ha padecido su familia los últimos años asegura que su hija no se fue por su propia voluntad, o con la intención de ganar dinero.

Eran pocos los días que la adolescente salía desayunada de su casa, compuesta por un solo cuarto y un baño, para ir a la escuela, pero eso nunca influyó en sus sueños; por el contrario, la unió más a su familia.

"Le daba hasta miedo andar sola, íbamos al Centro y siempre me traía del brazo, hasta le decía que me iba a tirar porque no me dejaba caminar", por lo que se niega a pensar que huyera de su casa, además de que personas la vieron hace algunos meses en el Centro de la ciudad, aparentemente contra su voluntad.

A casi un año de su desaparición, en julio de este año, un vecino le informó a otra de sus hijas, Alejandra de 18 años, que acababa de ver a Andrea en la calle Mariscal, afuera de una casa de cambio.

La jovencita acudió inmediatamente a buscar a su hermana al Centro de la ciudad. Según su vecino y otras personas que la lograron identificar, la adolescente traía el cabello negro, ojos de color, mucho maquillaje en el rostro y un vestido blanco con morado, tipo blusón.

"Nosotros nunca usamos vestiditos", aclaró su hermana, quien dijo que la Andrea que vieron era muy diferente a la que dejaron de ver.

Al encontrarla, su vecino la tomó del brazo y le pidió que se fueran con su mamá porque la estaba buscando, pero ésta primero actuó como si no lo conociera y luego le pidió que la soltara y se fuera si no quería que le pasara nada.

Después el joven subió a la ruta rumbo a Anapra y se percató que dos muchachos lo siguieron, narró a la familia.

Testigos del lugar, agregaron que después de ser identificada, un hombre joven se la llevó a la fuerza, "que la agarró de las greñas, mientras que ella gritaba que no se quería ir". Después nadie más supo de ella.

Durante varios días su hermana se dedicó a buscarla junto a las autoridades, al igual que su mamá y sus sobrinas, pero no supieron más de ella.

También es extraño que unos meses después de su desaparición, otra compañera de su salón desapareció, pero nunca han tenido contacto con sus padres.

En Navidad la activista Francisca Galván y los padres de la universitaria Mónica Janeth Alanís, también desaparecida, apoyaron a la familia con despensa, ya que sus recursos son pocos e incluso, confesó doña Dora, en ocasiones no puede acudir a las marchas de exigencia junto a otras madres porque el dinero no le alcanza ni para pagar los camiones y poder llegar hasta el lugar.

De acuerdo a su familia, Andrea mide aproximadamente 1.65 metros de estatura, es delgada, de tez blanca, y cabello ondulado, a la altura de los hombros.

Si usted sabe algo sobre su paradero puede comunicarse al teléfono 629-3300, o acudir directamente a las oficinas de la Fiscalía General del Estado en la Zona Norte, ubicadas sobre el eje vial Juan Gabriel y la calle Aserraderos.

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