atendieron a más de un millar de pacientes y a 600 cuidadores durante
el pasado año
María Dolores Navarro es enfermera de enlace del Complejo Hospitalario
Torrecárdenas desde el año 2003. Junto a ella, Isabel López, Esther
Ibáñez e Isabel Marín son el equipo que se encarga de que los
pacientes hospitalizados se marchen a casa con todas las necesidades y
cuidados cubiertos y planificados.
"Tratamos de dar el alta segura", ha explicado María Dolores.
"Trabajamos con un perfil determinado de pacientes que requieren de
cuidados especiales cuando se marchan a su domicilio y es por ello que
nos coordinamos con profesionales de otras unidades de gestión, así
como con las cuidadoras de los enfermos". El pasado año 2011 las
cuatro enfermeras de enlace atendieron en Torrecárdenas y el Hospital
Cruz Roja a un total de 1053 pacientes y 631 cuidadores.
El Complejo Hospitalario Torrecárdenas cuenta con este equipo de
enfermeras gestoras de casos que ofrecen una atención personalizada y
garantizan la continuidad de los cuidados de los pacientes con
necesidades especiales al alta, coordinándolos con los dispositivos de
atención primaria. Las enfermeras gestoras de casos trabajan en
colaboración estrecha y permanente tanto con las enfermeras referentes
de las distintas áreas hospitalarias de Torrecárdenas, como con las
enfermeras gestoras de casos de los distintos distritos sanitarios de
la provincia, las enfermeras de familia, así como con las trabajadoras
sociales y los facultativos. Los pacientes que con más frecuencia
requieren de su atención son enfermos crónicos, ancianos frágiles,
personas con déficit de autocuidados y deterioro de la movilidad
física, así como también niños con problemas sociales o enfermedades
oncológicas. Los accidentes cerebro vasculares, problemas
neurológicos, trastornos mentales, procesos oncológicos, trasplantes y
diabetes infantil son las principales patologías que presentan los
pacientes atendidos. Entre los diagnósticos enfermeros de estas
personas destacan fundamentalmente el deterioro de movilidad física,
de la integridad cutánea o el cansancio del rol de la cuidadora.
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