Marlene Santos, asesora jurídica de la Superintendencia de Salud, señaló que la Clínica Renacer, que atendía a enfermos mentales y a adictos, no cumplía siquiera con las mínimas condiciones para funcionar.
/ Raúl González, ABC Color.
Tras recibir denuncias formuladas por familiares de pacientes de la Clínica Renacer a quienes no podían visitar por orden de los directivos, entre otras irregularidades, la Superintendencia de Salud procedió a la clausura del ente.
"La verificación fue verdaderamente porque (el recinto) no está habilitado por el MSP y tienen que habilitarlo como clínica. No hay personal paramédico ni médicos. Los enfermos son atendidos por un muchacho auxiliar de enfermería que recién se recibió y no cuenta con registros", relató a ABC Digital.
En la clínica se encuentran internados 11 pacientes, algunos con problemas de adicción y otros con trastornos mentales que requieren atención especial y medicación especial.
"Los pacientes necesitan por lo menos dos médicos, un clínico y un psiquiatra, que estén con ellos y enfermeros, por lo menos tres enfermeros por turnos, que deben encargarse de los cuidados médicos. No tienen medicamentos, insumos, las habitaciones no están en condiciones, hay objetos que ellos pueden usar para hacerse daño. No está adecuada la casa para que pueda funcionar así", sostuvo.
El ente privado, que funciona en Teniente Bauzá y Operadores del Chaco desde hace un año y medio, fue clausurado temporalmente hasta tanto cumpla con los requerimientos de la ley de salud; caso contrario, quedará inhabilitado de forma permanente, según mencionó Santos.
El licenciado Manuel Zavala es el director de la cuestionada clínica, donde se produjo la muerte de una persona por supuesta negligencia, según denunciaron familiares.
"Los pacientes van a seguir en el lugar y luego se verá con los directivos para que los mismos sean trasladados a otros centros. Ya no podrán ingresar nuevos pacientes", dijo la funcionaria de Superintendencia.
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