Niños que enfrentan enfermedades terminales o sumamente complicadas, se refugian en instituciones sociales como "Cumple un Sueño" en donde buscan alcanzar sus anhelos. La mayoría aunque vive en condición de vulnerabilidad anhela convertirse en médico, enfermera, policía o bombero.
Lupita Dewey, presidenta de la fundación Cumple un Sueño, reconoció que sigue habiendo lugares dónde la pobreza agrava los problemas de los enfermitos y contó que la gran mayoría de ellos, ambiciona convertirse en las figuras que generalmente se encuentran a su alrededor. Muy posiblemente influenciados por el buen trato o las cortesías que reciben al estar conviviendo constantemente con ellos en las salas de tratamiento de los hospitales.
Realizó un recuento del trabajo realizado en el año 2017, donde argumentó haber atendido a 200 menores que pedían básicamente convertirse en policía, militar, bombero, médico, enfermeros honorarios. Así también sus principales deseos son el de tener celulares, tabletas y juguetes, muchos de estos productos pueden derivarse a que pasan mucho de su tiempo internados y seguramente por ello solicitan ese tipo de regalos.
"Hemos logrado durante el año pasado atender a más de 200 niños, fue una cifra superior a la del 2016, logramos cumplir mucho más, aunque fue un año económicamente bastante malo".
Las peticiones principales de los niños en ocasiones son impredecibles como el de subirse a un taxi, hay otros que pasan tanto tiempo internados que buscan con qué entretenerse "tenemos en puerta, así urgente, dos niños que quieren ser policía, dos soldados, tres médicos, un cirujano, porque es lo que ven en su entorno, yo siento que cómo los tratan a ellos, quisieran regresar algo de una manera".
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