Durante la emergencia sanitaria, que aún no ha terminado, las circunstancias han incidido de forma negativa. Y no sólo en el ámbito sanitario de la población sino en cuestiones como la salud emocional, salud familiar y la economía.
El sistema sanitario es un sector que se ha caracterizado como norma general, por ofrecer unas condiciones laborales indignas y salarios magros para que las enfermeras y enfermeros subsistan o se alejen de la profesión, poniendo en peligro el recambio generacional de futuros profesionales.
Si bien es cierto que con el avance de la tecnología médica, la telemedicina, la medicina robotizada podrían reemplazar el trabajo mecánico del personal médico también es cierto que el sistema sanitario es dependiente de los profesionales de enfermería en todos los niveles de atención, y se ha demostrado en la campaña histórica de vacunación contra el #Covid19. Y ahí esta una clave interesante de la disciplina enfermera; su poder radica allí. Las vacunas salvan vidas y se las debemos al personal entrenado capaz de sostener el proceso desde la recepción hasta la aplicación y registros adecuados, las y los enfermeros salvan vidas.
Es sumamente importante poner en agenda socio política este 2022 todo lo referente a las propuestas sustentables en lo sociolaboral y salarios dignos para lograr salir de la subsistencia y entrar en el camino del progreso sustentable.
26 de enero de 2022 Lic. Sandro Ortega
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