El sistema sanitario gruñe, post pandemias continúan y se suman nuevas tensiones en los tres subsectores de atención a la población ya publica, obras sociales, y prepagas es un escenario con complejos problemas de larga data.
En los últimos tres años se precipitaron los traspasos de firma o gestión de clínicas y sanatorios, y en el interior del país, además comienza a cerrarse estas entidades prestadoras de servicio a la comunidad. En las prepagas creció el número de afiliados que se pasaron a planes más baratos y esto se viene manifestando desde el principio del año, por ejemplo, la cantidad de bajas de los planes superó la de altas, lo que no sucedía desde la crisis de 2001.
El crecimiento de la tecnología y actualización de aparatología requiere inversión, están frenadas por la falta de dólares, un problema que complica, además, el mantenimiento de los equipos.
Se hace imprescindible la construcción de una unidad conceptual en lo básico y elemental que el Estado debe hacer en cuanto a exigir obligaciones y garantizar derechos de los trabajadores en enfermería que trabajan en y por el país. Porque resulta evidente que no es lo mismo pensar como hombres y mujeres dentro de la humanidad, y que otra cosa muy diferente es pensarse como sujeto trabajador de la salud en enfermería activos dentro de las políticas sanitarias de Salud del Estado Nacional.
En síntesis, el Estado debe darle suficiente espacio y herramientas a cada enfermera y enfermero para poder pensar y actuar como argentino, para que ellos como hombre y mujeres, sientan según su conciencia.
Que Salud y Enfermería queremos para nuestra sociedad
12 de septiembre de 2023. Lic. Sandro Ortega
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