Se confirmaron los primeros casos de gripe A (H3N2) en la Argentina: dos adolescentes en la provincia de Santa Cruz y un niño de 5 años, residente en la provincia de Buenos Aires, atendido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 19 de diciembre.
Frente a este escenario sanitario, el colectivo de enfermería alerta sobre un inminente aumento de la demanda asistencial en un sistema de salud que ya se encuentra agotado, afectado por la falta de planificación, la desorganización interna y la improvisación permanente.
Las áreas de demanda espontánea y las guardias de emergencia operan bajo una presión extrema y podrían colapsar en las próximas semanas. La atención de pacientes en pasillos, salas improvisadas o en cualquier espacio disponible de hospitales, clínicas y sanatorios vuelve a ser una realidad, mientras las enfermeras y los enfermeros trabajan al límite de su resistencia física, emocional y profesional.
Actualmente, el sistema de salud se sostiene gracias al esfuerzo extremo del personal de enfermería, que garantiza la atención en todos los niveles asistenciales en condiciones insostenibles: sobrecarga laboral, tareas que no les corresponden, ausencia de protocolos claros, escasez de recursos e insumos, y falta de respuestas concretas por parte de las autoridades sanitarias.
Desde el colectivo de enfermería se exige de manera urgente:
Planificación sanitaria inmediata.
Condiciones laborales dignas y seguras.
Refuerzo real de los recursos humanos.
Protocolos claros de actuación.
Políticas públicas efectivas que prioricen la salud de la población.
La falta de decisiones oportunas expone tanto al personal de salud como a la comunidad a un colapso sanitario anunciado.
La salud no se improvisa.
La enfermería no es descartable.
Lic. Sandro Ortega
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