Archivo AFP
En Brasil, autoridades investigan ciertas irregularidades cometidas por médicos y enfermeros que utilizaban 'dedos de silicona' con sus huellas para cobrar sin haber cumplido con sus responsabilidades como funcionarios del ministerio público.
Todo comenzó cuando una médica, Thauane Nunes Ferreira, de 29 años del Servicio médico de Atención móvil de Urgencia (samu), fue capturada en flagrancia, al hacer uso de los 'dedos de silicona' de sus compañeros para burlar al aparato de control biométrico, que permite el paso de los empleados a la institución, pero Ferreira habría quedado en libertad poco después, al utilizar el recurso legal de Habeas Corpus.
Pero a las dos semanas del hecho, tras una investigación, la detuvieron nuevamente y esta vez tenía en su poder seis 'dedos de silicona' que previamente fueron identificados, ya que contenían las huellas de otros involucrados.
El ministerio de salud en Brasilia anunció que haría una auditoria. El alcalde de la ciudad, Acir Fillo, dijo que había un "ejército de fantasmas" compuesto por al menos 300 empleados públicos, que cobraban su sueldo sin ir a trabajar.
La empleada declaró que 20 enfermeros y 11 médicos, habían sido organizados por el coordinador del samu, Jorge Cury, para cometer este acto ilegal.
Cury respondió, que le sorprendía la noticia y que desconocía los hechos. No obstante, el abogado de Ferreira, Celestino Gómez Antunes , declaró que ella era una víctima en este engaño y que lo hizo porque corría el riesgo de ser despedida.
Sin embargo, seis médicos, no trabajaban los turnos de 24 horas mensuales que estaban obligados a hacer cada domingo, y le daban al coordinador del servicio de emergencias, Jorge Luiz Cury, 4.800 reales o sea, unos USD 2.400.
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