11 mar 2010

España.-

Médicos, sanitarios y familiares de pacientes de Can Ruti tuvieron que pasar la noche en camas y camillas vacías
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=694474
Los médicos, enfermeros y celadores del hospital de Can Ruti, en Badalona, tuvieron que dormir por una noche como los pacientes que atienden cada día. La capa de hielo y nieve en los accesos del centro hospitalario obligó a 1.000 sanitarios y familiares de los ingresados a cenar en el hospital y buena parte de ellos también tuvo que improvisar un lugar para dormir la noche del lunes.
El enfermero Carlos Palet, de 34 años, no se atrevió a coger su coche para regresar a casa. Los compañeros que lo habían intentado antes terminaron en la cuneta y regresaron caminando al hospital. Otros pasaron siete horas atascados en las rondas. «Al final de la tarde, nos pidieron que nos quedáramos. Los responsables del hospital temían que el turno de la noche no pudiera llegar y que tuviéramos que hacer un doble turno», explica Carlos, un enfermero de Urgencias.
La jefa de su sección organizó a su equipo y buscó lugares disponibles para alojarlos. A Carlos le tocó en una habitación del piso 10 donde se suelen guardar máquinas para medir la tensión, tubos y demás material sanitario. «Me hice la cama y descansé entre polvo y el material médico, como lo hicieron otros siete compañeros de sección», detalló.
Los cocineros prepararon unos 1.000 platos más de lo habitual para atender a los presentes. Las colas para hacerse con una porción de comida eran enormes. La mayoría tardó una hora y media en la espera.
La previsión del comité de crisis del hospital se cumplió parcialmente y algunas ambulancias no pudieron llegar (solo lo lograron las que tenían cadenas) ni tampoco parte del personal médico del turno de la noche. «Estaba muy cansado y no elegí el mejor lugar. Pasé toda la noche en una camilla durísima. Me fui con un compañero a una sala de rehabilitación. Casi no pude dormir por el frío que hacía », explica Martín Castellano, un celador de 47 años.
Visitas suspendidas
La emergencia obligó a que el hospital recomendara ayer que los pacientes de consultas externas no se acercaran al centro. 411 de ellos, un 45% de los avisados, hicieron caso y suspendieron las visitas. También se aplazaron 40 operaciones. Ahora, el hospital tendrá que reprogramarlas. El centro contrató ambulancias y transportes sanitarios para trasladar a los pacientes que habían tenido operaciones ambulatorias y que no se podían quedar en el hospital en condiciones incómodas. Las suspensiones de Can Ruti también se repitieron ayer en el hospital de Vall d’Hebron aunque este centro no quedó aislado .
Los inconvenientes de la histórica nevada fueron atenuados con la cena y el desayuno. «Los cocineros hicieron un trabajo estupendo. Trabajaron toda la noche», asegura Castellano. «Y lo mejor de todo: no nos cobraron la comida».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gestión, Liderazgo Influencia de las Enfermeras/os en Políticas de Salud

Este año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) propone a los Estados Miembros entablar un debate sobre el género, el liderazgo y...