4 sept 2010

Edie Falco: La mejor enfermera

http://www.clarin.com/espectaculos/Edie-Falco_0_328167349.html
Acaba de ganar el Emmy a la mejor actriz de comedia por su interpretación en la serie “Nurse Jackie”. Sobrellevó un cáncer de mama y problemas con el alcohol.
DESBORDE DE ALEGRIA. A los 47 años, su palabra favorita es “gratitud”
Yo no soy graciosa!”, se sorprendió Edie Falco el domingo pasado, al momento de agradecer su premio Emmy a la mejor actriz de comedia. Es que su personaje, adicta a los calmantes, infiel, atravesada por una ironía que muchas veces se convierte en humor negro, está bastante lejos de las típicas protagonistas de los programas de humor. Pero ella, considerada ya como una de las mejores intérpretes de su generación, es capaz de hacer cualquier cosa. Y con Nurse Jackie (la serie que aquí emite Studio Universal los domingos a las 21) logra una enfermera entrañable, querible no a pesar de sus defectos sino precisamente por ellos, porque son debilidades que generan comprensión, empatía, y que Falco lleva a las profundidades con apenas un leve movimiento de su ceja izquierda, o un gesto leve en la comisura de sus labios.

Nacida y criada en Brooklyn, Nueva York, mezcla rara de padre italiano y madre sueca, Edie Falco contó que había apelado -también- a los cuentos de su abuela para crear al personaje que la hizo famosa: aquella Carmela Soprano, la mujer del mafioso Tony en la maravillosa y premiadísima serie que fue Los Soprano. Esa mujer contenida y, al mismo tiempo, tan poderosa, llevó a Edie a ganar sus primeros tres premios Emmy, y, en el mismo año (2003) alzarse con el Emmy, el Globo de Oro y el que otorga el Sindicato de Actores de los Estados Unidos.

Con todo, en la vida de la menor de los Falco sus mejores galardones no pasan por la actuación. En su mejor año profesional, el 2003, le diagnosticaron un cáncer de mama del que, tras un largo tratamiento que hizo mientras continuaba grabando, logró recuperarse. Y el amor, que hasta ahora no le fue duradero en una pareja, le llegó con su hijo Anderson, al que adoptó. Tan serena como la vida le ha enseñado a ser, Edie se considera en las antípodas de la enfermera Jackie Peyton. “La serie es ella -dice, en una charla telefónica desde Los Angeles-. No la veo tanto como una serie médica, porque en cualquier lugar que trabajara, Jackie crearía un caos. Ella genera caos adonde vaya, y sin embargo la gente la quiere.

Claro. Si uno fuera el paciente, también querría caer en las protectoras manos de Nurse Jackie. Para ella la prioridad es que el enfermo deje de estarlo, que tenga todo lo que necesita, aunque el “seguro social” no lo cubra y ella tenga que apelar a vías no tan santas para conseguirlo. Sobre este punto, la actriz y el personaje están en un todo de acuerdo. “Creo que en los Estados Unidos, aunque se avanzó, todavía se hacen mal las cosas. En mi opinión la salud es un derecho de nacimiento y no debería tener que ver con la cantidad de dinero que uno tiene”.

Jackie es adicta a los calmantes... y a los secretos. En realidad, los unos y los otros van enredando su vida y entretejiéndose mutuamente, hasta convertirse en un peso difícil de sobrellevar. ¿Será esta una época en la que los antihéroes generan más identificación que cualquier otro personaje? “Pienso que a la gente le cuesta mucho vivir a la altura de la versión idealista del héroe y que está cansada de ver a personas que hacen las cosas a la perfección y de sentir que ellos fracasan. En cambio, cuando alguien es imperfecto, se puede entender mejor cómo piensa”, aventura Falco. Sabe bien de qué habla, porque ella misma pasó por un período de problemas con el alcohol, que le costó superar casi tanto como el propio cáncer. “Para alguien que trata de librarse de una adicción, una vida estable es imprescindible a su alrededor, porque un adicto tiene cada vez más problemas, y -tal como mi personaje- termina no queriéndose a sí mismo por todas las cosas que no puede poner de manifiesto”.

La televisión se ha convertido en un oasis para las actrices adultas (ella cumplió 47)que buscan personajes buenos y complejos, que no aparecen en el cine, sostiene Falco. “Lo que me ofrecen en películas son estereotipos. Todos los papeles se parecen a algo que ya vi antes, algo que interpreté antes y algo que no me atrae demasiado. Por eso vuelvo a la televisión, porque me da lo que quiero y lo que necesito”.

Y después del cuarto Emmy, ¿cómo seguirá su carrera? “Nunca sé qué va a pasar después, pero cada día me siento afortunada porque tengo muchos amigos que son actores de mi edad y que todavía no pueden ganar suficiente dinero para vivir. O sea que yo me siento muy, muy afortunada. Doy gracias por la vida que tengo. Trabajé mucho durante muchos años; tuve que ser mesera y hacer otros trabajos que no me gustaban.Pero por el hecho de poder mantenerme y hacer lo que me gusta, cada día desbordo de gratitud y esa es la verdad. Me siento increíblemente afortunada.”

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