Decadencia y escasez en el Hospital Mario Rivas
http://www.laprensa.hn/Apertura/Ediciones/2010/09/29/Noticias/Decadencia-y-escasez-en-el-Hospital-Mario-Rivas
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La mayor parte del equipo médico en el hospital funciona desde que se inauguró hace 21 años. La demanda es cada día mayor, pero la capacidad de respuesta del centro médico va mermando
Liliam M. Hernández: lilian.mejia@laprensa.hn
En 1989, cuando se inauguró el hospital Mario Rivas, tenía seis salas de rayos equis, cada una con una máquina y, 21 años después, el principal centro asistencial de la zona noroccidental apenas tiene uno de estos aparatos para cientos de pacientes que a diario necesitan estudios.
La capacidad de respuesta del centro médico cada vez es menor, pues la mayoría del equipo está obsoleto, falta personal y el espacio en algunas salas es insuficiente.
Sagrario del Carmen Lobo ha vivido en carne propia la falta de equipo médico en el Mario Rivas.
Desde hace una semana ingresó su papá Manuel de Jesús Lobo, de 68 años, y ha tenido que acudir a centros privados para hacerle algunos estudios.
Para esta mujer, la situación no es nada alentadora. Su padre padece del corazón, tiene anemia y hace unos meses le diagnosticaron cáncer.
“Ahora -ayer- me lo llevo del hospital, pero tengo que ir a una clínica a que le hagan la endoscopia porque aquí no hay. Después tengo que regresar con el estudio, pero no sé cuándo se lo podré hacer”, relató acongojada.
Historias como la de Sagrario se repiten todos los días en el centro hospitalario, pues hace varios años no hay equipo de gastroenterología. Víctor Hernández, director del Mario Rivas, explicó que en pocas semanas estos problemas serán resueltos.
“Ya está en licitación una máquina de rayos equis nueva de parte de la Secretaría de Salud y otras dos que serán donadas; se están haciendo las gestiones”, aseveró el funcionario. Sobre el gastroscopio, indicó que quizás este año cuenten con uno.
“Los pacientes tienen que ir afuera del hospital a hacerse los estudios. Trabajamos con lo que tenemos y hacemos cosas buenas con todas las limitaciones”, indicó Hernández.
Personal es insuficiente
Aunque atienden entre 400 y 600 emergencias al día, mil consultas externas y cerca de 700 personas permanecen hospitalizadas, sólo hay 200 médicos, entre generales y especialistas.
El personal de enfermería profesional y auxiliar no es suficiente.
Según la enfermera, se requieren unas 120 empleadas más para darles cobertura digna a los enfermos.
“El trabajo de diez personas lo hacemos tres; los roles de turno han aumentado. Hemos retrocedido. A veces a los pacientes les toca comprar suero o jeringas”, informó una enfermera que prefirió no decir su nombre.
Añadió que las plazas abandonadas por sus compañeras no las han ido cubriendo.
“Hay muchas quejas. Estamos cansadas. Aquí no nos damos abasto y no le damos buen servicio al paciente”, lamentó la enfermera.
Sobre la falta de personal, el director indicó que ya han planeado hacer solicitudes para el próximo año.
En el área de especialidades falta infectólogo, nefrólogo, pediatra y angiólogo.
Quirófanos y UCI
De los once quirófanos, están funcionando nueve.
“Lo ideal sería que todos funcionaran, pero de repente falla el aire acondicionado o la máquina de anestesia de alguno y por eso no se pueden usar todos.
Además se necesitan más anestesiólogos y técnicos de emergencia, pero eso no significa que no se trabaja”, señaló Hernández.
Según las estadísticas del hospital, pese a las limitaciones, todos los días se hacen 40 cirugías, entre electivas y emergencias.
En la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, a pesar de haber espacio para ocho personas, sólo hay cuatro camas habilitadas.
“No podemos tener más. Hay espacio, pero se necesita personal de enfermería especializado y eso es cuestión de presupuesto.
Hay un proyecto en el Congreso Nacional para construir una unidad de cuidados intensivos de pediatría y esperamos que se aprobado”, agregó el médico.
Daño para los pacientes
Algunas debilidades del hospital las provocan los mismos pacientes, según el personal que ahí labora.
En el caso de la sala de emergencia, hace dos meses trasladaron diez camillas en buen estado, de las cuales ya ninguna tiene colchón.
Además se llevan las sillas de ruedas de las salas.
“Es penoso decirlo, pero los usuarios de las sillas de ruedas se las llevan y los de las camillas se llevan los colchones.
Les exigimos a los guardias que revisen a la gente, pero las personas se molestan si los registran”, aseguró el director.
Añadió que hace varias semanas recibieron sesenta camas eléctricas donadas por las organizaciones Todo por Amor y Cepudo, pero no se suman, sino que reemplazan las que están en mal estado.
“Embodegamos las camas malas y las habilitamos poco a poco.
Todas las salas tienen camillas y donde hay limitaciones es en el área de emergencia porque todas están utilizadas. A las personas que requieren sillas se las regalamos, pero se hace un trámite”, informó.
Se van con recetas
En la farmacia de consulta externa, muchos pacientes se tienen que ir con sus recetas en mano.
Los que tienen recursos económicos las compran, pero otros regresan a buscarlas o sencillamente no las pueden comprar.
Las autoridades del centro hospitalario anunciaron que está en proceso de licitación la compra local de los fármacos que faltan en el almacén central.
Sólo el cuadro básico está compuesto por 426 productos.
El hospital tiene entre 55 y 60 por ciento de abastecimiento.
En 1989, cuando se inauguró el hospital Mario Rivas, tenía seis salas de rayos equis, cada una con una máquina y, 21 años después, el principal centro asistencial de la zona noroccidental apenas tiene uno de estos aparatos para cientos de pacientes que a diario necesitan estudios.
La capacidad de respuesta del centro médico cada vez es menor, pues la mayoría del equipo está obsoleto, falta personal y el espacio en algunas salas es insuficiente.
Sagrario del Carmen Lobo ha vivido en carne propia la falta de equipo médico en el Mario Rivas.
Desde hace una semana ingresó su papá Manuel de Jesús Lobo, de 68 años, y ha tenido que acudir a centros privados para hacerle algunos estudios.
Para esta mujer, la situación no es nada alentadora. Su padre padece del corazón, tiene anemia y hace unos meses le diagnosticaron cáncer.
“Ahora -ayer- me lo llevo del hospital, pero tengo que ir a una clínica a que le hagan la endoscopia porque aquí no hay. Después tengo que regresar con el estudio, pero no sé cuándo se lo podré hacer”, relató acongojada.
Historias como la de Sagrario se repiten todos los días en el centro hospitalario, pues hace varios años no hay equipo de gastroenterología. Víctor Hernández, director del Mario Rivas, explicó que en pocas semanas estos problemas serán resueltos.
“Ya está en licitación una máquina de rayos equis nueva de parte de la Secretaría de Salud y otras dos que serán donadas; se están haciendo las gestiones”, aseveró el funcionario. Sobre el gastroscopio, indicó que quizás este año cuenten con uno.
“Los pacientes tienen que ir afuera del hospital a hacerse los estudios. Trabajamos con lo que tenemos y hacemos cosas buenas con todas las limitaciones”, indicó Hernández.
Personal es insuficiente
Aunque atienden entre 400 y 600 emergencias al día, mil consultas externas y cerca de 700 personas permanecen hospitalizadas, sólo hay 200 médicos, entre generales y especialistas.
El personal de enfermería profesional y auxiliar no es suficiente.
Según la enfermera, se requieren unas 120 empleadas más para darles cobertura digna a los enfermos.
“El trabajo de diez personas lo hacemos tres; los roles de turno han aumentado. Hemos retrocedido. A veces a los pacientes les toca comprar suero o jeringas”, informó una enfermera que prefirió no decir su nombre.
Añadió que las plazas abandonadas por sus compañeras no las han ido cubriendo.
“Hay muchas quejas. Estamos cansadas. Aquí no nos damos abasto y no le damos buen servicio al paciente”, lamentó la enfermera.
Sobre la falta de personal, el director indicó que ya han planeado hacer solicitudes para el próximo año.
En el área de especialidades falta infectólogo, nefrólogo, pediatra y angiólogo.
Quirófanos y UCI
De los once quirófanos, están funcionando nueve.
“Lo ideal sería que todos funcionaran, pero de repente falla el aire acondicionado o la máquina de anestesia de alguno y por eso no se pueden usar todos.
Además se necesitan más anestesiólogos y técnicos de emergencia, pero eso no significa que no se trabaja”, señaló Hernández.
Según las estadísticas del hospital, pese a las limitaciones, todos los días se hacen 40 cirugías, entre electivas y emergencias.
En la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, a pesar de haber espacio para ocho personas, sólo hay cuatro camas habilitadas.
“No podemos tener más. Hay espacio, pero se necesita personal de enfermería especializado y eso es cuestión de presupuesto.
Hay un proyecto en el Congreso Nacional para construir una unidad de cuidados intensivos de pediatría y esperamos que se aprobado”, agregó el médico.
Daño para los pacientes
Algunas debilidades del hospital las provocan los mismos pacientes, según el personal que ahí labora.
En el caso de la sala de emergencia, hace dos meses trasladaron diez camillas en buen estado, de las cuales ya ninguna tiene colchón.
Además se llevan las sillas de ruedas de las salas.
“Es penoso decirlo, pero los usuarios de las sillas de ruedas se las llevan y los de las camillas se llevan los colchones.
Les exigimos a los guardias que revisen a la gente, pero las personas se molestan si los registran”, aseguró el director.
Añadió que hace varias semanas recibieron sesenta camas eléctricas donadas por las organizaciones Todo por Amor y Cepudo, pero no se suman, sino que reemplazan las que están en mal estado.
“Embodegamos las camas malas y las habilitamos poco a poco.
Todas las salas tienen camillas y donde hay limitaciones es en el área de emergencia porque todas están utilizadas. A las personas que requieren sillas se las regalamos, pero se hace un trámite”, informó.
Se van con recetas
En la farmacia de consulta externa, muchos pacientes se tienen que ir con sus recetas en mano.
Los que tienen recursos económicos las compran, pero otros regresan a buscarlas o sencillamente no las pueden comprar.
Las autoridades del centro hospitalario anunciaron que está en proceso de licitación la compra local de los fármacos que faltan en el almacén central.
Sólo el cuadro básico está compuesto por 426 productos.
El hospital tiene entre 55 y 60 por ciento de abastecimiento.
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