La Organización Médica Colegial considera que debe contemplarse como un auténtico problema de salud, ya que ello "ayudará a mostrar la situación como algo más que un conflicto puntual"
El 25 de noviembre, se celebra el Día internacional contra la Violencia de Género, jornada que la ministra de Igualdad Bibiana Aído, considera "un día para que la sociedad tome conciencia de que erradicar la violencia de género debe ser una tarea compartida". Para la ministra es una "necesidad vital" aislar a los maltratadores y alentar a la denuncia tanto a las víctimas como a su entorno más próximo como vecinos, familiares y amistades.
Al respecto, la Organización Médica Colegial (OMC) ha insistido en la necesidad de que la violencia de género se contemple como un auténtico problema de salud, ya que "ayudará a mostrar la situación como algo más que un conflicto puntual".
Con motivo del Día Internacional la OMC indica que es fundamental aplicar instrumentos específicos para proteger, sobre todo, a las mujeres y, especialmente, a las que tienen algún grado de discapacidad al estar expuestas a una mayor vulnerabilidad ante las agresiones.
"La violencia de género no es sólo un problema a tipificar dentro del espectro jurídico sino, fundamentalmente, de un problema que afecta a la salud individual de las víctimas directas de las agresiones, pero también de las victimas indirectas o secundarias que están inmersas en el ambiente donde se producen las agresiones, sobre todos los hijos", añadió.
Ante esta situación, la OMC considera fundamental aplicar instrumentos específicos, "aunar esfuerzos y compromisos" para proteger a las mujeres. "Es necesario seguir apoyando a las víctimas, no permaneciendo en silencio, trasmitiendo a las generaciones futuras el respecto fundamental a la igualdad de mujeres y hombres, para que podamos participar equilibradamente en todos los ámbitos, y tomar conjuntamente las decisiones que nos afecten", explicó.
Asimismo, destacó el "compromiso social" y "constante" de la profesión médica para con los afectados por este tipo de agresiones que "constituye una lacra de carácter mundial, que impide a la sociedad continuar avanzando por la senda del bienestar y del progreso social que deseamos".
Por otra parte, destacó el papel de los médicos de Atención Primaria que, a su juicio, "juegan un papel clave en la detección de la violencia doméstica porque muchas mujeres tienen miedo a reconocer la situación y es ante el médico de familia donde algunas comienzan a desvelar la existencia de maltratos".
Por este motivo, la OMC ha editado y está actualizando dos guías de buena practica clínica, una sobre maltrato en el seno familiar o violencia domestica (ejercida sobre mujeres, ancianos y niños) y otra específica sobre violencia de género (ejercida sobre mujeres), que tiene como objetivo facilitar a los profesionales sanitarios de los centros de salud del SNS, el protocolo de actuación a llevar a cabo ante los casos de maltrato.
En ellas se recoge, entre otros muchos aspectos, los pasos fundamentales que ha de dar el profesional: detección de la violencia de pareja hacia las mujeres, valoración de esa violencia, intervención del profesional, valoración del riesgo vital, establecimiento de un plan de seguridad para la mujer o sus hijos y su posible derivación a otros servicios sanitarios.
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