GRAN ANGULAR | El papel de enfermería
Además de los médicos
Una enfermera atiende a un paciente diabético.| El Mundo
Las páginas de EL MUNDO.es han estado muchos años volcadas en la información sobre salud y avances médicos. Conociendo que todo lo que se refiere a salud tiene muy buena audiencia, sus contenidos han estado fundamentalmente dedicados a la biomedicina. Sin embargo, sabemos que la sanidad, además de promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento, es gestión y finanzas. Y también los profesionales que trabajan en ella. Sobre todo, médicos y enfermeras, que son los que están siempre al lado del paciente.
Es hora de que se hable más de la enfermería en los medios de comunicación. Todavía hay muchas personas que desconocen el verdadero valor de esta profesión. Sólo los que saben lo que ocurre en servicios hospitalarios tan esenciales como una UCI son conscientes del mérito que tiene llevar décadas lidiando con enfermos gravísimos en turnos de 10 horas. Puede que sea uno de los mejores ejemplos de trabajo vocacional que puede haber.
El 'New England Journal of Medicine' (la mejor revista médica del mundo) acaba de publicar varios artículos en los que se pide que en Estados Unidos se aumenten las competencias de las enfermeras que estén más cualificadas. Entre ellas destaca la de recetar –teniendo en cuenta protocolos concretos– ciertos medicamentos. Con el gasto sanitario disparado, el aumento de la demanda asistencial y el crecimiento desmesurado de las enfermedades crónicas, no queda más remedio que reorganizar las competencias. De lo contrario, el sistema se hará insostenible y no podrá cumplir con las expectativas que tienen los ciudadanos de él.
Si la enfermería siempre fue un pilar básico en el partido que se juega contra la enfermedad, hoy en día lo es más. Son absurdos, por tanto, los recelos que se están generando sobre la posibilidad de ampliar sus competencias. Sobre todo las de aquellas que tienen una especialidad reconocida. Habrá que acabar con la tensión que aún queda entre los organismos que representan a médicos y enfermeras. Afortunadamente, en España ya se está consiguiendo, pero en otros países del mundo, incluido Estados Unidos, todavía existen divergencias.
Se trata de lograr, y es lo que está pasando en casi todas las actividades actuales, equipos multidisciplinares que aporten excelencia a su función. Cada uno con sus conocimientos, habilidades, experiencias y responsabilidades. Pero perfectamente coordinados porque, si no, seguro que se pierde el partido. Para afrontar el reto que representan las patologías crónicas habrá que conformar excelentes equipos de médicos y enfermeras trabajando al unísono. Ha llegado la hora de estrechar todavía más los lazos que siempre han existido entre ellos.
Es hora de que se hable más de la enfermería en los medios de comunicación. Todavía hay muchas personas que desconocen el verdadero valor de esta profesión. Sólo los que saben lo que ocurre en servicios hospitalarios tan esenciales como una UCI son conscientes del mérito que tiene llevar décadas lidiando con enfermos gravísimos en turnos de 10 horas. Puede que sea uno de los mejores ejemplos de trabajo vocacional que puede haber.
El 'New England Journal of Medicine' (la mejor revista médica del mundo) acaba de publicar varios artículos en los que se pide que en Estados Unidos se aumenten las competencias de las enfermeras que estén más cualificadas. Entre ellas destaca la de recetar –teniendo en cuenta protocolos concretos– ciertos medicamentos. Con el gasto sanitario disparado, el aumento de la demanda asistencial y el crecimiento desmesurado de las enfermedades crónicas, no queda más remedio que reorganizar las competencias. De lo contrario, el sistema se hará insostenible y no podrá cumplir con las expectativas que tienen los ciudadanos de él.
Si la enfermería siempre fue un pilar básico en el partido que se juega contra la enfermedad, hoy en día lo es más. Son absurdos, por tanto, los recelos que se están generando sobre la posibilidad de ampliar sus competencias. Sobre todo las de aquellas que tienen una especialidad reconocida. Habrá que acabar con la tensión que aún queda entre los organismos que representan a médicos y enfermeras. Afortunadamente, en España ya se está consiguiendo, pero en otros países del mundo, incluido Estados Unidos, todavía existen divergencias.
Se trata de lograr, y es lo que está pasando en casi todas las actividades actuales, equipos multidisciplinares que aporten excelencia a su función. Cada uno con sus conocimientos, habilidades, experiencias y responsabilidades. Pero perfectamente coordinados porque, si no, seguro que se pierde el partido. Para afrontar el reto que representan las patologías crónicas habrá que conformar excelentes equipos de médicos y enfermeras trabajando al unísono. Ha llegado la hora de estrechar todavía más los lazos que siempre han existido entre ellos.
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