10 mar 2011

ARGENTINA, ENTRE RIOS

Está grave un entrerriano que fue atropellado en Pinamar

Ulises Caminos es un panadero de Hernández, de 78 años, fue embestido por un vehículo conducido por un menor, el 7 de enero. Aún nadie se hizo responsable. Por las heridas, su cuadro es complicado

http://www.unoentrerios.com.ar/policiales/Esta-grave-un-entrerriano-que-fue-atropellado-en-Pinamar-20110309-0004.html

El dolor y la indignación rodea a la familia de Ulises Caminos, un entrerriano de 78 años que fue aplastado por una camioneta el 7 de enero en Pinamar. Pero no sólo por la irresponsabilidad de un padre que puso a su hijo de 17 años al mando del vehículo en una zona muy transitada, sino porque "no se hacen cargo de nada" y hasta pretendió extorsionarlos con dinero.

 

La víctima es un conocido panadero de Hernández que fue en el verano por primera vez a conocer el mar. El principal responsable del episodio es Carlos Cicogna, un alto funcionario de un laboratorio farmacológico de firma multinacional. Es oriundo de la provincia de Buenos Aires y trabaja en San Pablo, Brasil.La causa se tramita en el Juzgado de Dolores, provincia de Buenos Aires. Como el seguro del vehículo no se hace cargo, esperan que la empresa o el empresario asuman los costos del accidente y las graves lesiones ocasionadas a Caminos.

 

Tragedia y odisea en la costa
Eran las 17 del 7 de enero. La familia caminaba por el estacionamiento del balneario Las Brujas en dirección a la playa, cuando una lujosa camioneta Chrysler Caravan aplastó a Caminos luego de embestir a Graciela, su esposa. "Me doy vuelta y veo cómo la embisten a mis suegra y mi suegro es totalmente devorado por la camioneta", relató Ernesto Spadillero, quien los acompañaba. La mujer salió despedida, mientras que el hombre quedó debajo del vehículo. El conductor de 17 años se bajó y se agarraba la cabeza. Cicogna, su padre que iba de acompañante porque le estaba enseñando a manejar, pisó el acelerador, pero como el suelo era de arena compacta las ruedas la escarbaban, la camioneta se hundía cada vez más y consecuentemente enterraba a Caminos.

 

Spadillero obligó a Cicogna a detener la marcha. Con la ayuda de unos chicos que pasaban por el lugar, lograron correr la camioneta y sacar a Caminos de entre la arena, y lo trasladaron al "Hospital de Alta Complejidad de Pinamar". Aunque a decir de Spadillero, este cartel firmado por la presidenta y el gobernador de Buenos Aires le quedaba grande, ya que demostró "ser una simple sala de primeros auxilios carente de tecnología y hasta de capacitación profesional de enfermeros, administrativos y demás". El hombre estuvo sobre una camilla angosta al menos siete horas sin recibir la atención médica necesaria, "ni siquiera le sacaron la arena", afirmó.

 

Mientras tanto, Cicogna quedó detenido en la comisaría durante cinco horas y luego liberado, con la camioneta. Graciela estuvo dos días internada con pérdida de conocimiento, producto de los golpes en la cabeza y el propio shock del accidente.

 

Por las condiciones del nosocomio, decidieron trasladar a Caminos a Paraná, con un costo de la ambulancia de 9.000 pesos. Cicogna aceptó pagar el traslado, pero a cambio de firmar un documento en el que la familia no le iba a iniciar ninguna acción penal en su contra por el accidente. La extorsión fue rechazada y desde entonces no volvieron a tener contacto con el empresario.

 

Caminos llegó a la Clínica Modelo de la capital entrerriana, donde le diagnosticaron fracturas de tobillo, tarso, peroné, cadera y una mano, quemaduras en toda la espalda y en la cara, y otros cortes y excoriaciones. Días después, el hombre fue dado de alta, pero en los últimos días tuvo una recaída, y su cuadro empeoró por la gravedad de las heridas.

 

Hasta ahora todos los gastos corrieron por cuenta de la familia. La Chrysler Caravan, dominio ERU 353, es propiedad del laboratorio, no de Cicogna, y como el hecho fue cometido con un menor sin carné al volante la compañía en la que está asegurada, la española Mapfre, no se hará cargo de ninguna indemnización.

 

Mariela Caminos, hija del hombre accidentado, explicó: "Hace ya dos meses que estamos financiando todo nosotros, se nos están acabando los recursos, llevamos gastados 150.000 pesos de todo lo que se ha hecho: traslados, internaciones, operaciones, honorarios médicos, servicio de enfermería".

 

Spadillero agregó otros elementos que contextualizan la tragedia: "Vos transitás 1.600 kilómetros y no hay ni un control, nadie te para, podés hacer lo que se te cante (...) Te tiene que tocar la desgracia para darte cuenta del país bananero en que estamos".

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