El contacto físico puede despertar diferentes reacciones dependiendo del contexto y de quién te toca. Puede ser acogedor, o puede sentirse agresivo. ¿Cambia eso si te toca un robot? ¿Correrías gritando si te tocara uno? Yo probablemente sí. Como sea, en el Georgia Institute of Technology hicieron el experimento, y descubrieron que en general las personas no huían de los robots, sino que tenían una respuesta más bien positiva al tacto de los mismos, siempre que pensaran que el robot estaba tocándolos para ayudarles.
En el experimento, los investigadores observaron cómo respondían las personas cuando un enfermero robótico, conocido como "Cody", les tocaba el brazo a los "pacientes". Aunque Cody tocaba a las personas exactamente igual, la gente reaccionó mejor cuando pensaba que Cody estaba limpiándoles el brazo, que cuando creían que Cody estaba tratando de consolarlos.
"Lo que descubrimos es que la forma en que las personas percibían a los robots era muy importante para la forma en que respondían. Así, aunque un robot tocara a una persona de la misma manera, si la persona pensaba que el robot lo estaba haciendo para limpiarlos, en lugar de hacerlo para consolarlos, hacía una gran diferencia respecto de si había una respuesta favorable o no", afirmó Charlie Kemp, profesor de Ingeniería Biomédica en Georgia Tech.
Esta reacción, sin embargo, no es exclusiva a los robots. Estudios hechos con enfermeras de carne y hueso muestran también que a la gente no le molesta que los enfermeros los toquen, siempre que interpreten esa acción como algo instrumental, necesario para que el enfermero complete su tarea. Por el contrario, si interpretaban que la enfermera estaba tratando de consolarlos, la gente se sentía incómoda.
Los investigadores también probaron que el robot avisara (diciendo "te voy a tocar el brazo") y que no lo hiciera, y la mayoría de la gente prefirió que no avisara antes – aunque los científicos agregaron que esto puede deberse a que la gente se asustó con la voz robótica, así que los resultados no son concluyentes.
El estudio indica que investigaciones futuras debieran centrarse en hacer que el tacto robótico sea más aceptable para las personas, especialmente en el área de la salud, donde se supone que en el futuro habrá muchos robots trabajando… y tocándonos.
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