Joan Carles March. Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
¿Quien de nuestros lectores no ha tenido contacto con algún profesional de enfermería? Probablemente nadie. Seguro que la mayoría de las personas ha tenido relación con los servicios sanitarios y con ello con enfermeras y enfermeros que en algún momento han cuidado de su salud, ligada al nacimiento y a la muerte, a la infancia y a las personas mayores, a la atención en su centro de salud o en la planta del hospital o incluso en el domicilio, a momentos de alegría y de tristeza, cuidando en lo físico y en lo emocional, trabajando en su práctica enfermera y en la comunicación con pacientes y familiares y como no al cuidado de muchas personas que tienen enfermedades crónicas.
En estos días el servicio de salud de las Islas Baleares ha querido homenajear su trabajo organizando una jornada en donde se ha entregado un conjunto de reconocimientos a enfermeras/os que han desarrollado su labor de forma constante y habitual a lo largo de su vida profesional. Creo en todos los espacios de reconocimiento y es evidente que no están muy a la orden del día. Falta reconocimiento y refuerzo diario, desde la cercanía y falta reconocimiento institucional. Por ello, me gusta que existan momentos refuerzo. Para los profesionales sanitarios, es muy importante recibir refuerzos al trabajo bien hecho, reconocimientos, agradecimientos a su labor porque toda persona espera además de dar, recibir algo a cambio. Apesar de actos de este tipo, totalmente necesarios y probablemente insuficientes, la imagen pública de la enfermería no es la que en mi opinión la que se corresponde con la realidad, calidad y buen trabajo que realizan en el sistema sanitario, a pesar del esfuerzo y trabajo de miles de enfermeras/os que cada día curan y cuidan a miles y miles de pacientes, la innovación de blogueros, tuiteros, facebookeros que intentan difundir las actividades del colectivo de enfermería, los artículos científicos que demuestran su profesionalidad o el trabajo institucional que está planteando iniciativas como la de la prescripción enfermera.
Pero, tenemos un problema: los medios de comunicación a veces no acompañan: En un estudio realizado con profesionales de enfermería para que valoraran su imagen pública, pude apreciar que para ellos y ellas, la visión que dan los medios de comunicación social de la enfermería está muy lejos de la que les gustaría tener.
Lo cierto es que la enfermería tiene una imagen en los medios de comunicación que no se puede calificarse ni de buena ni de mala, sino más bien difusa. Esa imagen no debería ser válida, dado que no transmite la verdadera identidad de la enfermería porque no refleja su realidad actual de un trabajo profesional, de cualquier licenciado.
Está claro en los medios de comunicación, que la función médica goza de mayor predicamento. El médico que vemos en la tele sigue siendo el "único" profesional de la salud con conocimientos y facultades sobre temas de salud, y que el diagnóstico y al tratamiento médico son las únicas armas para resolver los problemas de salud.
Esta imagen de invisibilidad hay que romperla estando también en los medios, junto a la realidad cotidiana de la cercanía, la empatía, la emoción, la relación, la escuescucha, la comunicación, la competencia técnica, la profesionalidad.
Y además, a la imagen de profesionalidad, hay que intentar romper con estereotipos. Muchos medios siguen denominando al profesional de Enfermería como ATS. Y a ello, se le añade que las enfermeras normalmente tienen un papel menos estelar en las series (se conoce más el saber de House o de los médicos del Hospital Central o de Anatomía de Grey que las enfermeras/os que aparecen en la misma o la de la Enfermera Jackie), que suelen enseñarlas como personajes sin iniciativa, sin un papel autónomo en la atención sanitaria y a veces como meras "abrochabatas" de los médicos de la serie.
Pero si la imagen real de la enfermería no ha llegado a los medios de comunicación con la fidelidad suficiente es porque, a lo mejor, no se ha transmitido de forma adecuada. Creo que es importante estar, que se conozca, que se difunda y que esta imagen sea cercana a la realidad del trabajo diario, que es mucho y muy importante. Por tanto, lo ideal es crear espacios, noticias, series basados en historias reales y haciendo visibles los logros de la enfermería. Con ello, se conseguirá un cambio donde el gran beneficiado va a ser el o la paciente que recibe cada día su atención y su cuidado. Enhorabuena a las personas que recibieron el reconocimiento, en nombre de la profesionalidad de un colectivo de primera.
En estos días el servicio de salud de las Islas Baleares ha querido homenajear su trabajo organizando una jornada en donde se ha entregado un conjunto de reconocimientos a enfermeras/os que han desarrollado su labor de forma constante y habitual a lo largo de su vida profesional. Creo en todos los espacios de reconocimiento y es evidente que no están muy a la orden del día. Falta reconocimiento y refuerzo diario, desde la cercanía y falta reconocimiento institucional. Por ello, me gusta que existan momentos refuerzo. Para los profesionales sanitarios, es muy importante recibir refuerzos al trabajo bien hecho, reconocimientos, agradecimientos a su labor porque toda persona espera además de dar, recibir algo a cambio. Apesar de actos de este tipo, totalmente necesarios y probablemente insuficientes, la imagen pública de la enfermería no es la que en mi opinión la que se corresponde con la realidad, calidad y buen trabajo que realizan en el sistema sanitario, a pesar del esfuerzo y trabajo de miles de enfermeras/os que cada día curan y cuidan a miles y miles de pacientes, la innovación de blogueros, tuiteros, facebookeros que intentan difundir las actividades del colectivo de enfermería, los artículos científicos que demuestran su profesionalidad o el trabajo institucional que está planteando iniciativas como la de la prescripción enfermera.
Pero, tenemos un problema: los medios de comunicación a veces no acompañan: En un estudio realizado con profesionales de enfermería para que valoraran su imagen pública, pude apreciar que para ellos y ellas, la visión que dan los medios de comunicación social de la enfermería está muy lejos de la que les gustaría tener.
Lo cierto es que la enfermería tiene una imagen en los medios de comunicación que no se puede calificarse ni de buena ni de mala, sino más bien difusa. Esa imagen no debería ser válida, dado que no transmite la verdadera identidad de la enfermería porque no refleja su realidad actual de un trabajo profesional, de cualquier licenciado.
Está claro en los medios de comunicación, que la función médica goza de mayor predicamento. El médico que vemos en la tele sigue siendo el "único" profesional de la salud con conocimientos y facultades sobre temas de salud, y que el diagnóstico y al tratamiento médico son las únicas armas para resolver los problemas de salud.
Esta imagen de invisibilidad hay que romperla estando también en los medios, junto a la realidad cotidiana de la cercanía, la empatía, la emoción, la relación, la escuescucha, la comunicación, la competencia técnica, la profesionalidad.
Y además, a la imagen de profesionalidad, hay que intentar romper con estereotipos. Muchos medios siguen denominando al profesional de Enfermería como ATS. Y a ello, se le añade que las enfermeras normalmente tienen un papel menos estelar en las series (se conoce más el saber de House o de los médicos del Hospital Central o de Anatomía de Grey que las enfermeras/os que aparecen en la misma o la de la Enfermera Jackie), que suelen enseñarlas como personajes sin iniciativa, sin un papel autónomo en la atención sanitaria y a veces como meras "abrochabatas" de los médicos de la serie.
Pero si la imagen real de la enfermería no ha llegado a los medios de comunicación con la fidelidad suficiente es porque, a lo mejor, no se ha transmitido de forma adecuada. Creo que es importante estar, que se conozca, que se difunda y que esta imagen sea cercana a la realidad del trabajo diario, que es mucho y muy importante. Por tanto, lo ideal es crear espacios, noticias, series basados en historias reales y haciendo visibles los logros de la enfermería. Con ello, se conseguirá un cambio donde el gran beneficiado va a ser el o la paciente que recibe cada día su atención y su cuidado. Enhorabuena a las personas que recibieron el reconocimiento, en nombre de la profesionalidad de un colectivo de primera.
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