"Hemos reducido a la mitad la posibilidad de padecerlo"
El programa comenzó a llevarse a la práctica en septiembre de 2010. Y en solo un año, el trabajo del personal directivo y sanitario ya ha dado sus frutos. "Hemos reducido a la mitad la posibilidad de que un paciente tenga un dolor moderado o grave durante su ingreso", revela la directora de Enfermería de Povisa, María Antonia Muñoz, quien califica la experiencia de "muy exitosa". "Cada mes obtenemos mejores resultados", agrega.El proceso comenzó a gestarse en 2009 con la formalización de un comité del dolor. Lo preside el doctor Sobrino Ramallo y están presentes todas las especialidades médicas y quirúrgicas y Enfermería. Para el control del sufrimiento en el 100% de las personas hospitalizadas, Povisa ha formado en los dos últimos años a 320 facultativos y enfermeros con cursos acreditados.
María Antonia Muñoz, que destaca la satisfacción generalizada entre los pacientes por la implantación del protocolo, precisa que "son muy pocos" los enfermos a los que no se logra erradicar el dolor. En estos casos, se derivan a la Unidad del Dolor, donde sus especialistas emplean técnicas como "bloqueos nerviosos, infiltraciones, una bomba para aplicar calmantes directamente a la médula o electrodos" en los niveles más severos e insoportables de sufrimiento, explica el doctor Jorge Sobrino, quien estima en una decena el número medio de pacientes ingresados (incluidos los postoperatorios) que se derivan cada semana a la unidad que dirige.
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