9 nov 2011

ARGENTINA, ROSARIO

Un paciente agredió a enfermero en el Carrasco

Inmediatamente, sus pares se reunieron y, junto a los camilleros, decidieron comenzar un quite de colaboración en el servicio, lo que implica "atender sólo urgencias" hasta tanto refuercen la vigilancia en el centro asistencial.


Trece días atrás un paciente había golpeado a una médica en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Y ayer ocurrió algo similar en el Carrasco, de Avellaneda 1402. Un hombre que adujo padecer por varias horas intensos dolores provocados por un cólico renal le arrojó una manija de una cama de hierro a un enfermero de la guardia. Inmediatamente, sus pares se reunieron y, junto a los camilleros, decidieron comenzar un quite de colaboración en el servicio, lo que implica "atender sólo urgencias" hasta tanto refuercen la vigilancia en el centro asistencial.

El propio damnificado, José Luis Gambacurta, de 51 años, 20 de ellos como enfermero, explicó: "Le estaba cambiando el suero y colocando una medicación a un paciente de unos 30 años que, a pesar de estar atendido desde la mañana, decía que no soportaba el dolor que le provocaba un cólico renal. Intenté explicarle que hacía lo indicado por la médica, pero él insistía en que tenía un dolor insoportable desde la mañana".

El enfermero, que había ingresado a cubrir su turno a las 18, comentó que se cruzó en una discusión con el paciente.

"Le dije que le estaba poniendo otro calmante y él respondió que lo estaba provocando y comenzó a insultarme. En un momento le quiero pasar la guardia a mi compañera y el paciente se levantó con ánimos, agarró al paso una manija de hierro con la que se levantan y bajan las camas y me la tiró. Salí corriendo y, por suerte, la manija pegó en la puerta", relató.

El profesional aseguró que este tipo de problemas son habituales, tanto como los hurtos de objetos del personal dentro del hospital.

"El problema es que trabajamos en un hospital abierto, donde entra y sale el que quiere y no hay seguridad", lamentó Gambacurta.

Tras el desagradable episodio, al paciente se le aplicó un calmante más fuerte y siguió hospitalizado.

En la guardia del Carrasco hay cuatro camas, dos camillas y un consultorio. Los pacientes internados en el área son atendidos por tres enfermeros que rotan en cuatro turnos (en el de 0 a 6 sólo hay dos). No obstante, son unos 40 en el hospital. Todos ellos se sumaron a la medida, junto a más de una docena de camilleros. Hasta anoche los médicos no habían sentado posición respecto de la medida de fuerza.

Heca. En el Clemente Alvarez había ocurrido lo propio el 28 de octubre pasado, cuando un joven de 23 años ingresó al hospital lastimado, muy agresivo, excitado y sin poder ser contenido por su familia. Una médica residente se aprestó a realizarle una radiografía pero el paciente se exaltó y le pegó un puñetazo. Luego, el joven fue retenido por los empleados y pasó la noche en la seccional 13ª.

Día después, los empleados se reunieron en asamblea y la autoridades resolvieron el conflicto al decidir reforzar la vigilancia dentro y fuera del edificio.


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