Enfermeras y empleados del Hospital Infantil Arturo Grullón de Santiago, se sumaron ayer al paro que mantienen desde el martes, sus colegas del centro hospitalario regional José María Cabral y Báez de esta ciudad en demanda del pago de tres meses de salarios atrasados.
El personal paramédico del hospital pediátrico de Santiago aprovechó su integración a la jornada de protestas para reclamar el pago de incentivos atrasados, mejoría de la comida que se les suministra, entre otras demandas. El paro es organizado por el Sindicato de Enfermería que agrupa a más de 600 enfermeras y enfermeros del Cabral y Báez.
Las enfermeras y empleados nominales dicen que están pasando múltiples calamidades, debido al retraso en el pago de sus sueldos y se quejaron porque la gerente de Recursos Humanos supuestamente los humilla en vez de buscar solución a la problemática.
También reclaman el pago de los incentivos de Senasa, debido a que llevan un año y seis meses sin recibirlos.
Silvano Geraldino, del Sindicato de Enfermería, dijo que hasta ahora sólo están atendiendo la emergencia, pero que si no hay solución a sus reclamos también podrán abandonarla. Asimismo, informó que decidieron iniciar la protesta ante el incumplimiento de las autoridades. Los empleados del hospital más grande de la región dijeron que ganan cinco mil pesos al mes y que además de que no se le paga, les están exigiendo que trabajen 12 horas corridas, lo que consideraron una injusticia.
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