Hello Mr. Doctor»

Las consultas reciben todos los días a pacientes con dolencias o urgencias que no saben hablar español

e. g. brotons 31.08.2013 | 00:44

El médico de familia y el coordinador de Enfermería atienden a un paciente, ayer en El Altet. diego fotógrafos

Lenguaje corporal. El aumento de turistas en verano y la población ya asentada de vecinos extranjeros cerca de la costa ponen a prueba a diario las habilidades comunicativas de médicos y enfermeros. En el Centro de Salud de El Altet hacen lo que pueden, tirando de recuerdos de las lecciones del colegio y del lenguaje corporal.

Todos los días aparece algún paciente en las consultas del Centro de Salud de El Altet que no habla una sola palabra de español. El personal sanitario tiene que tirar de lecciones aprendidas en el colegio, de traductores de internet o del lenguaje corporal para entenderse con ellos, saber qué les duele o qué les lleva al médico. Las situaciones se resuelven como se puede, sobre la marcha, y en el peor de los casos la Generalitat dispone de traductores a los que consultar por teléfono (aunque prácticamente nunca se ha tenido que llegar tan lejos).
El coordinador de Enfermería de la Zona 9 (centros de salud y consultorios de Torrellano, El Altet, Arenales, Perleta y Valverde), Patricio García, cuenta que los compañeros ya están acostumbrados a utilizar los gestos. «Lo que menos nos preocupa son las urgencias, porque suelen venir acompañados de alguien que chapurrea español o nos lo explican inmediatamente con señales». Si les duele el pecho, tienen una herida o les cuesta respirar es fácil interpretarlo. Ahora bien, ya resulta más difícil explicar cómo se toma determinada medicación o qué hábitos de vida hay que cambiar: «En lo que más problemas tenemos es en explicarles el tratamiento y en comprender qué medicación están tomando hasta el momento», señala Patricio García, pero aunque a veces parezca que no se enteran de lo que les están diciendo, los extranjeros que vienen de vacaciones o residen en la zona también tienen su picaresca: «Por ejemplo, el otro día vino un señor a hacerse la prueba del "Sintrom" y le salieron malos resultados; cuando fuimos a introducirlos en el ordenador nos dimos cuenta de que venía de hacerse la misma prueba en Arenales, que había aprovechado para una segunda comprobación», comenta.
Aprender
La voluntad de aprender español es algo prácticamente inexistente en la mayoría de pacientes de procedencia inglesa, señalan desde el Centro de Salud, aunque hay de todo. «Se nota en su actitud que piensan que nosotros tenemos que saber inglés, en vez de aprender ellos español», reconocen Patricio García y el médico de familia Esteban Arias, quien maneja sin problemas el vocabulario específico de su profesión en inglés, al igual que muchos de los más jóvenes.
«Tenemos un paciente que viene a pincharse una vez al mes desde hace años y sigue sin saber una palabra de español», señala a modo de ejemplo el coordinador de Enfermería, quien se confiesa más ducho en el francés, por lo que suele entenderse con los magrebíes, que también son un número destacado de pacientes y suelen saber algo de español o acudir acompañados, muchas veces de niños que se están criando en España y que por lo tanto manejan el idioma. Los alemanes también suelen saber algo de castellano y, en el caso de los ingleses, el personal ya ha detectado que una vecina de la pedanía les echa una mano a muchos de ellos.
De hecho, también tienen observado que muchos residen en la zona de Arenales pero dan una dirección falsa para que se les asigne El Altet, o bien porque tiene mejores accesos o bien porque conocen a alguien allí que les ayuda con el español. Una vez instalados en España, aunque sea para un mes, acuden con su documentación al mostrador y se les entrega una tarjeta sanitaria provisional. Después los gobiernos de ambos países se facturan por los servicios prestados, aunque eso ya excede el campo de trabajo del centro de salud.