La situación en el Hospital Central no ha mejorado, aseguran que aún hay en la UCIN una enfermera para atender 17 niños
Con el fin de exigir que se brinden respuestas de parte del Gobierno Nacional a la "crisis" de salud en la que se encuentra sumergido el estado, este viernes protestaran las enfermeras del Táchira en las instalaciones de la Corporación de Salud de la entidad, para luego marchar hasta la Defensoría del Pueblo en donde se entregará un comunicado exigiendo entre otras cosas, que se abra la frontera.
"Vamos también a solicitarle al gobernador, José Gregorio Vielma Mora, quien de manera muy irresponsable fue partícipe del cierre de la frontera le vamos a pedir que la abran porque muchos pacientes se están viendo afectados con la falta de acceso hacia la ciudad de Cúcuta en Colombia, en donde comparaban los medicamentos que en la actualidad no hay en la entidad".
La información la dio a conocer Zulay García, presidente del Colegio de Enfermeros en la entidad quien indicó que actualmente las soluciones fisiológicas que están siendo suministradas a los centros médicos vienen directamente de Colombia.
García extendió la invitación a todos los gremios del sector salud para que se sumen a la acción de protesta que se dará el próximo viernes.
Explicó que la situación en el sector salud continúa siendo grave por lo que se deben tomar medidas para preservar la vida de nuestros ciudadanos.
"La crisis en el Hospital Central se mantiene, nosotros vamos a pedirle a Dios que le de sabiduría a las autoridades Vilma Bracamonte y el Doctor Justo Vera (…) porque la situación se mantiene las muertes neonatales persisten, el déficit de insumos y medicamentos además de talento humano".
En este sentido, aseguró que en el Hospital Central no se cumple con la norma universal que es un enfermero por paciente. "En la Unidad de Cuidados intensivos Neonatales sigue habiendo una enfermera para 17 niños".
Por otra parte, García se pronunció en torno a las enfermeras que fueron detenidas días atrás por presuntamente participar en la venta de medicamentos del Hospital Central, señalando que aún hay tres de ellas privadas de libertad.
Ratificó que el proceso en el que se les detuvo fue viciado y contó con múltiples irregularidades como culparlas de flagrancia, cuando ellas ni siquiera estaban en la institución para el momento en el que se encontraron los medicamentos en el gabinete de uso común del cuerpo de enfermeras del piso.
"El gobierno regional buscó chivos expiatorios para evadir su responsabilidad del déficit de los insumos", lamentó.
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