En este 24 de marzo: Día de la memoria por la verdad y la justicia, es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
El colectivo de enfermería debe llevarnos a una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia creciente de los compañeros trabajadores de la salud y sobre todo de las enfermeras y enfermeros desaparecidos en el gobierno de facto, en todas las instituciones educativas formadores de profesionales de enfermería, juntos a los docentes a fin que los futuros egresados de los colegas tomen conozcan y tome conciencia de ese proceso histórico de nuestra argentinas y las graves consecuencias económicas, educativas, laborales, sociales, que provoco a la sociedad de las políticas de la última dictadura militar y se comprometan activamente a mantener la llama en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.
La misión es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente en el sistema de salud argentino, en esta fecha tan importante y dolorosa.
Cabe destacar que la fragmentación, superposición de responsabilidades y otras tantas características casi inexplicables que tiene nuestro sistema de salud son el producto de procesos políticos y sociales del país. Entre los años del gobierno de facto hubo tres hechos que han transformado el destino del sistema de salud de nuestro país, profundizando los problemas de base.
A comienzos de 1978 se procedió a la transferencia definitiva de los hospitales nacionales a las provincias y municipios
Visiblemente se destaca que, la (intencionada) caída del financiamiento de salud fue tan elocuente como fue el deterioro de la infraestructura y la tecnología. Seguidamente, al reducir la financiación de los servicios públicos de salud, afectando su capacidad de respuesta, se produjo el fortalecimiento del sector prestacional privado, que se benefició con un nuevo público afluente como de facilidades de incorporación tecnológicas (dada la apertura y disminución de los impuestos a las importaciones) posibilitando el aumento de la oferta aparecen las prepagas.
Finalmente, la necesidad de valorizar a aquellos desaparecidos que trabajaban en el sistema de salud o eran estudiantes de carreras afines. La brecha generacional que ha sufrido la sociedad, la falta de ideas y mentes jóvenes ha repercutido en el desarrollo del sistema de salud de manera totalmente negativa.
Para los que aún soñamos por un sistema de salud sociosanitario sustentable y políticas de empleo más equitativo, en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia, #NuncaMás.
23 de marzo de 2024 Lic. Sandro Ortega
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