26 sept 2013

Alta carga laboral enfermeras se reflejan en aumento de defunciones en hospitales y clínicas

El Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (SINATRAE) dijo que el número de defunciones en los hospitales públicos y clínicas privadas aumenta debido a que la alta carga laboral de las enfermeras y enfermeros impide que a los pacientes se les brinden atenciones planificadas y de calidad.
Julio César García Cruceta, secretario general de SINATRAE, expresó que "La crisis en los servicios de enfermería es el causante de que en los hospitales públicos y las clínicas privadas halla más defunciones de lo normal, ya que en muchas áreas clínicas y de cuidados intensivos las enfermeras y enfermeros no pueden atender el alto número de pacientes hospitalizados de acuerdo a los estándares requeridos por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud".
Aseguró que la República Dominicana es el tercer país del continente americano con menos enfermeras y enfermeros al servicio de la población, tres por cada 100 mil habitantes, seguido de Bolivia y Haití, y el que más carga laboral tiene, pues el mismo trabajo que hacen esos tres profesionales de la salud lo hacen 98 de los Estados Unidos y 96 de Cuba.
"Hoy día en el país hacen falta entre 8 y 12 mil enfermeras y enfermeros, a fin de equilibrar la asimetría que se da con respecto a los médicos, pues mientras por cada 100 mil habitantes hay 3 enfermeras, por cada 100 mil habitantes hay 15 médicos, y es el cuidado permanente de las enfermeras y enfermeros lo que posibilita la recuperación de los pacientes", sostuvo.
Hacemos énfasis en que la crisis en los servicios de enfermería es el causante de que en los hospitales públicos y las clínicas privadas halla más defunciones de lo normal, ya que en muchas áreas clínicas y de cuidados intensivos las enfermeras y enfermeros no pueden atender el alto número de pacientes hospitalizados de acuerdo a los estándares requeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
García Cruceta expresó que SINATRAE espera que el Ministerio de Salud Pública pase de los compromisos a las soluciones reales y concretas del drama laboral que viven las enfermeras y los enfermeros del país.
"Ante la enorme carga laboral y la actitud de las autoridades de Salud Pública de oídos sordos y promesas hechas con la intención aparente de no cumplirlas, el segmento que en el sector salud representan las enfermeras y enfermeros, encabezados por SINATRAE, viene desarrollando una serie de paralizaciones en hospitales como el Toribio Bencosme, de Moca; el Juan XXIII y las Unidades de Atención Primaria (UNAP) de la zona Sur de la ciudad de Santiago, así como el de Hato Mayor del Rey, La Romana y el del municipio de La Victoria", dijo.
El lunes se sumaron los hospitales de Licey al Medio y Monte Adentro, también de la provincia de Santiago, y está contemplado que en esta semana también se paralicen los servicios en el hospital Nuestra Señora de La Altagracia, en la ciudad de Higüey.
García Cruceta sostuvo que los males que aquejan a los enfermeros y enfermeras de los hospitales antes señalados son los mismos que aquejan a los del resto del país, por lo que SINATRAE contempla un proceso asambleario que podría desencadenar en la paralización de los servicios de enfermería a nivel nacional, "siendo la responsabilidad de las consecuencias ulteriores única y exclusivamente del Ministerio de Salud Pública y del gobierno, que ha descuidado al sector y solamente le tiene asignado en el presupuesto nacional un 1.9% del PIB, cuando lo menos que se necesita es un 4% del PIB".
Citó entre los males que aquejan a las enfermeras y enfermeros del país el grave déficit de profesionales de enfermería existente hoy día, incumplimiento en el pago de los incentivos generados por los servicios prestados a través del SENASA, el envejecimiento y la prevalencia de enfermedades profesionales, lo que se agrava con el hecho de que a la hora de jubilarse o pensionarse quedan fuera de la seguridad social; el bajo nivel salarial y la no inclusión de las enfermeras y enfermeros en los planes sociales del gobierno.
"Un hecho alarmante es lo que sucede en el hospital Nuestra Señora de La Altagracia, de Higüey, así como en los de La Romana, San Pedro de Macorís y Hato Mayor del Rey, donde cientos de enfermeras y enfermeros han sido subcontratados con salarios tan miserables de cinco y siete mil pesos mensuales, y para el colmo tienen tres y cuatro meses que no le pagan", apuntó.

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