Los responsables profesionales de la Enfermería esperarán a las conclusiones del próximo Consejo de Ministros, de este viernes 23 de octubre, para saber si el Ejecutivo cumple su compromiso de aprobar definitivamente el real decreto-ley de Prescripción Enfermera, siendo una decisión que evitaría la huelga de los enfermeros, según aseguraron.
Este martes, 20 de octubre, acudieron a sede ministerial el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González, y el presidente del Sindicato de Enfermería (SATSE), Víctor Aznar, siendo recibidos por el propio ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y su secretario general de Sanidad y Consumo, Rubén Moreno, quien finalmente habló en nombre del MSSSI.
Máximo González Jurado y Víctor Aznar.
Espadas en alto
Los dos representantes máximos de la Mesa Profesional de la Enfermera, compuesta por el Consejo General de Enfermería de España y el Sindicato de Enfermería mayoritario SATSE, se reunieron con los responsables de Sanidad llevando un calendario de movilizaciones en el bolsillo, por si no se les ofrecían suficientes garantías sobre la resolución definitiva de la prescripción enfermera, o más correctamente denominada "indicación, uso y autorización de dispensación de Medicamentos y Productos Sanitarios por parte de los enfermeros".
Como parece ser que se les dieron ciertas garantías de que dicho documento podría quedar listo para su publicación en el BOE dentro de las resoluciones que adopte el último Consejo de Ministros de esta legislatura, los representantes de los enfermeros decidieron dar un último voto de confianza al Ejecutivo, saliendo moderadamente satisfechos de la reunión.
Huelga competencial
Como responsable sindical de los enfermeros, Victor Aznar (SATSE) expresó la incapacidad de los enfermeros para esperar más tiempo para disponer de un decreto de prescripción que se empezó a fraguar hace ahora siete años. Esa fue la razón por la que Consejo y Sindicato formaron la semana pasada el comité de crisis que puso en pie a los enfermeros de todo el país para ponerlos en marcha por la senda de la huelga. Una huelga, matizó, que únicamente sería competencial o de celo, es decir, que los profesionales de la Enfermería dejarían de hacer aquellas funciones que no vengan directamente prescritas por los médicos. Una actitud que podría comprometer la inminente campaña de vacunación contra la gripe estacional, por ejemplo.
En cualquier caso, Aznar aclaró que las reclamaciones de los enfermeros no afectarán a su desempeño vocacional, puesto al servicio de la salud de los ciudadanos, y que en modo alguno las movilizaciones podrían ser vistas como un "chantaje" por parte de la ciudadanía o la Administración.
No jugar con la Salud
Por su parte, Máximo González Jurado confesó estar esperanzado en que las movilizaciones previstas para el próximo lunes 26 de octubre no sean necesarias. Hasta ahora han sido muchos los esfuerzos realizados y la referida prescripción ya fue validada por todo el arco parlamentario, con tres proposiciones no de ley, 87 versiones del reglamento y todas las acotaciones incorporadas por el Consejo de Estado. No disponer del texto legal requerido obliga, según el presidente del CGE, a que los enfermeros realicen prácticas intrusivas en su quehacer diario exponiéndose a riesgos que difícilmente cubren los seguros de responsabilidad profesional, siendo acciones que también salen incluso del Código Deontológico de la profesión.
Moreno no convence del todo
Rubén Moreno.
El secretario general de Sanidad no dejó de traslucir cierta ambigüedad sobre el cumplimiento real del compromiso alcanzado. El viernes se verá si la prescripción enfermera sale definitivamente resuelta. Pero, en caso de que no sea así, Rubén Moreno anticipó que los consejos de ministros seguirán teniendo lugar incluso dentro del periodo electoral y también cuando las cámaras legislativas estén disueltas a la espera de un nuevo Gobierno.
Como segundo plato del día, González Jurado dejó otro tema pendiente. Se trata de la homologación de títulos según el modelo dictado desde la Unión Europea.
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