16 nov 2015

Los enfermeros se sienten humillados

Los ciudadanos van a ser los primeros perjudicados por la decisión de última hora del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, de convertir la esperada ley de la prescripción de enfermería, que los profesionales llevaban esperando nueve años, en todo lo contrario, en un campo minado de inseguridad laboral y jurídica que les puede estallar en cualquier momento: con solo aplicar una pomada antibiótica para curar una herida sin que previamente la haya supervisado un médico y haya extendido la receta o por indicar a un paciente con dolor que tome un nolotil.

«Nos sentimos completamente humillados y traicionados». Sin pelos en la lengua habló ayer la secretaria autonómica del sindicato de enfermería Satse de la Comunitat Valenciana, María Luz Gascó, para referirse al engaño y la encerrona que el ministro de Sanidad les hizo horas antes de aprobar la ley, al modificar por presiones fácticas vinculadas al colectivo médico el artículo 3 que desvirtuó por completo el contenido de lo que se había aprobado por toda la jerarquía legislativa previa al Consejo de Ministros.

Sin publicar en el BOE

El Real Decreto que corta las alas de la profesión y lleva a la enfermería a recular al menos cuarenta años todavía no se ha publicado en el BOE, a pesar de que el Gobierno de Rajoy lo aprobó el 23 de octubre. «Sospechamos que no lo quieren publicar porque las elecciones están ahí y temen perder votos», agrega la responsable sindical.

El Real decreto denominado prescripción enfermera es una vuelta a atrás de décadas para los profesionales y constituye un incumplimiento flagrante de Ley del Medicamento de 2006, vigente desde 1990, que autoriza a los enfermeros a indicar y usar de forma autónoma todos los medicamentos no sujetos a prescripción médica.

Los enfermeros ya se han situado en las trincheras para organizar la estrategia de defensa que se va a traducir en un aumento descomunal de consultas médicas con la correspondiente molestia y demoras para los usuarios que tendrán que solicitarlas para acceder a las recetas.

De momento, ya han iniciado una campaña para informar de que la ley les prohíbe usar cualquier fármaco sin visado médico y han pedido a los profesionales que hagan «una huelga competencial», es decir que actúen segun la ley.

Eso significa que si un enfermero va a un domicilio a curar una herida infectada, no podrá usar una pomada antibiótica si antes el médico no ha visto la herida y ha recetado el producto y el familiar tendrá que pedir cita para que el médico se lo prescriba. Si lo hiciera incurriría —según la nueva ley— en intrusismo y podrían abrirle un expediente. La medida afectará a los enfermos crónicos y a los servicios que no tienen médicos en plantilla como colegios, residencias de mayores y ambulancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Enfermería : Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia

En este  24 de marzo: Día de la memoria por la verdad y la justicia, es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la últ...