por Sandro Ortega
No es posible adivinar, por qué no se somete a debate, que pasara con los actuales enfermer@s y por que se ideó plan nacional de desarrollo de la enfermería. Faltan enfermeros, es cierto, pero una política sustentable teniendo como objetivo la Salud Colectiva es actuar en función de consensos, de proyecciones futuras, ya que generar recursos humano sin garantizar el puesto de trabajo respectivo en el mismo acto, es como formar operarios de producción , y no tener las fabricas, las máquinas.
Cabe mencionar, a modo de ejemplo, en el contexto nacional, que en la provincia de Salta hay más de 1200 enferme@s desempleados.
No hay puestos de trabajo para ellos en su provincia.
Para estar de acuerdo hay que debatir, discutir y llegar a acuerdos, se ha llevado al pueblo argentino a una fragmentación y diversificación tan extraordinaria que resulta difícil establecer qué es lo fundamental en la Salud Pública y de lo que políticamente el Estado debe hacer o no.
Hoy, no existe en salud una unidad de conceptualización de las cosas esenciales que el Estado debe hacer y de que modo, sobre todo en políticas de promoción y fomento de la enfermería argentina.
No hay definición precisa acerca de cómo el Estado debe intervenir en la formación y capacitación del recurso humano y de las responsabilidades, que indudablemente, debe asumir para garantizar a l@s enfermer@s condiciones y medio ambiente de trabajo decentes, así también como seguros sociales y prevencionales para una vejez digna.
Tal es la aparente confusión, que hoy l@s enfermer@s piensan, creen y sienten sobre esas cuestiones tan básicas y elementales, de las maneras más diversas y encontradas que se genera una confrontación directa entre colegas.
Siguiendo este criterio es posible establecer que: de un modo distinto de ver los problemas, sale una manera distinta de apreciarlos y de esa misma subjetividad surge también una forma diferente de resolverlos.
Por consiguiente de cada uno de los enfermeros y enfermeras del país, surgirá una manera de actuar por cuanto cada uno de ellos son ciudadanos en ejercicio de sus deberes y obligaciones. Si esto ocurre en los hechos concretos deviene la anarquía entre los trabajadores enfermeros, situación que coloca en serio riesgo de peligro a la población que demanda atención y garantía de igualdad de oportunidades para todos.
Es claramente evidente, y un derecho constitucional, que l@s enfermer@s no piensen con un criterio uniforme hegemónico y en función sl esquema dominadores / sometidos que enmarcan la práctica social cotidiana.
Pero es una cuestión elemental y oportuna que l@s trabajador@s enfermer@s sean parte actuante de lo que el Estado persigue como objetivo para la salud del pueblo del a Nación.
Por lo expresado se hace imprescindible la construcción de una unidad conceptual en lo básico y elemental que el Estado debe hacer en cuanto a exigir obligaciones y garantizar derechos a l@s enfermer@s que trabajan en y por el país. Por que resulta evidente que no es lo mismo pensar como hombres y mujeres dentro de la humanidad, y que otro cosa muy diferente es pensarse como sujet@s enfermer@s argentinos activos dentro de las políticas de Salud del Estado Nacional.
En síntesis, el Estado debe darle suficiente espacio y herramientas a cada enfermer@ para poder pensar y actuar como argentin@s , para que ellos como hombre y mujeres y sientan según su conciencia.
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