http://elaragueno.gesindoni.com.ve/region/articulo/5364/enfermera-con-20-anos-de-servicio-se-encadeno-en-el-seguro-social-de-la-victoria
Gritos desconsolados y lágrimas por montón, de una enfermera del Seguro Social de La Victoria, alborotaron el segundo piso del ambulatorio Luis Ritchard, de la Ciudad de la Juventud, toda vez que la dama, con 20 años de servicio, se encadenó para protestar su despido, a su juicio, totalmente injustificado.
Abatida por completo y desconcertada por la orden de destitución, Delia Cova dijo que “el año pasado falté tres días a mi trabajo, pero fue para cuidar a mi nieta que estaba hospitalizada en el Benítez, ella tenía neumonía bacteriana y requería un tratamiento similar a una quimioterapia; es injusto que me boten por eso, más aún, cuando traje todos los justificativos posibles”.
“Soy una buena enfermera y jamás había faltado antes, en 12 años”, apuntó la dolida profesional, “no entiendo por qué la directiva me sale con esto, al punto de desaparecer todas las constancias de mi falta justificada (…). aquí permaneceré encadenada hasta que me reenganchen en el trabajo que me da de comer”.
Profundamente conmovidos, uno que otro trabajador manifestó su apoyo silencioso a la enfermera encadenada, ya que aunque afirmaron que la mujer es una excelente compañera de trabajo que merece el respaldo de todos, dijeron tener temor a perder su empleo, si lo hacen públicamente”.
Mientras la mujer soltaba gritos desgarradores en el piso 2 del ambulatorio, al cierre de esta nota la directiva no se había acercado a conversar con ella, sin embargo no se descarta que en las próximas horas se pueda alcanzar algún acuerdo, tomando en cuenta que se trata de una mujer diabética, que además sufre de neuropatía.
Gritos desconsolados y lágrimas por montón, de una enfermera del Seguro Social de La Victoria, alborotaron el segundo piso del ambulatorio Luis Ritchard, de la Ciudad de la Juventud, toda vez que la dama, con 20 años de servicio, se encadenó para protestar su despido, a su juicio, totalmente injustificado.
Abatida por completo y desconcertada por la orden de destitución, Delia Cova dijo que “el año pasado falté tres días a mi trabajo, pero fue para cuidar a mi nieta que estaba hospitalizada en el Benítez, ella tenía neumonía bacteriana y requería un tratamiento similar a una quimioterapia; es injusto que me boten por eso, más aún, cuando traje todos los justificativos posibles”.
“Soy una buena enfermera y jamás había faltado antes, en 12 años”, apuntó la dolida profesional, “no entiendo por qué la directiva me sale con esto, al punto de desaparecer todas las constancias de mi falta justificada (…). aquí permaneceré encadenada hasta que me reenganchen en el trabajo que me da de comer”.
Profundamente conmovidos, uno que otro trabajador manifestó su apoyo silencioso a la enfermera encadenada, ya que aunque afirmaron que la mujer es una excelente compañera de trabajo que merece el respaldo de todos, dijeron tener temor a perder su empleo, si lo hacen públicamente”.
Mientras la mujer soltaba gritos desgarradores en el piso 2 del ambulatorio, al cierre de esta nota la directiva no se había acercado a conversar con ella, sin embargo no se descarta que en las próximas horas se pueda alcanzar algún acuerdo, tomando en cuenta que se trata de una mujer diabética, que además sufre de neuropatía.
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